El siguiente texto, escrito por Luna Viper, es un manifiesto en clave de monólogo que apela por repensar la feminidad y su relación con el cuerpo.
Menstruación
Queridas mujeres,
y hombres que quieran compartir la siguiente información a las mujeres en sus vidas:
El dolor menstrual, el síndrome premenstrual con todos sus síntomas, los cólicos, los antojos, la sensibilidad y un laaaargo etc. están directamente relacionados de manera consciente o inconsciente al rechazo de la feminidad.
Desde que somos pequeñas nos meten miedo con el “monstruo” de la regla, que si dolores, que si sufrimiento, que si indispuestas, que si da asco, que si sangre… Es un tema tabú del que no se puede hacer mención y menos si hay niños-hombres alrededor.
Crecemos y esperamos con temor esos días porque sabemos que vamos a sufrir, a pasarlo mal, a tener que dejar de hacer cosas… Nos hacemos las víctimas: “¿Por qué yo tengo que sufrir esto cada mes? Es lo peor, ojalá no lo tuviera, qué suerte tienen los hombres”, y otro laaaargo etc.
Toda esta negatividad es somatizada por nuestro cuerpo.
No sufres por tener el periodo, rechazas tu periodo y por eso sufres.
¿Quieres dejar de tener cólicos, sensibilidad, etc. cuando te baje?
Deja de verlo como un castigo.
Borra de tu mente toda connotación negativa que tengas del periodo.
Deja de odiarlo.
Eres mujer. Es parte de ti. Ámate. Ámalo.
Vivimos en una sociedad machista que nos incita cada día a odiar nuestro cuerpo, a sentirnos menos por ser mujeres, a vernos débiles por tener el periodo. Deja de apoyar esto. Deja ya de victimizarte.
El periodo es una bendición.
Es donde se crea vida.
Es la conexión con la divinidad.
Es un recuerdo mensual de la magia que albergas en tu interior.
Deja de rechazarla y dejarás de sufrir las consecuencias.
Después de estar a prueba durante 3 meses puedo decir por experiencia propia que esto es una realidad.
Toda mi vida sufriendo la regla, con las tetas el doble de grandes, tener que tomar casi 1000 mg para calmar los dolores y no poder ni levantarme de la cama el primer día… ¿Ahora? Ni dolores, ni cólicos, ni sueño ni desgana… porque he aprendido a respetarme, a amarme y a ver esta parte de mí como algo hermoso. Es un milagro (¡científico y comprobado!)
Tu mente crea la realidad que vives. Cuida tus pensamientos.
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Hay muchas formas de pensar la feminidad como un fenómeno corporal, sensorial e intelectual, sobre todo desde el ángulo reflexivo e indagador de la poesía.