Gracias al telescopio espacial Hubble de la NASA hemos podido comprobar que, al igual que ocurre en el polo norte de la Tierra, en Saturno también existen auroras boreales. Hubble ha tomado fotografías de la parte norte de este planeta, el sexto de nuestro sistema solar, usando luz ultravioleta y el espectáculo ha maravillado a la comunidad científica.
¿Qué son las auroras boreales?
Se tratan de fenómenos de luminiscencia que se aprecian en el cielo nocturno de las zonas norte de un planeta. Las de la zona sur se hacen llamar auroras australes. El fenómeno en general se conoce como aurora polar o aurora polaris.
Saturno y la Tierra no son los únicos planetas en presentar auroras polares: Hubble también las ha captado en Júpiter, Urano y Neptuno, lugares con una importante actividad magnética que propicia la aparición de este fenómeno. A diferencia de la Tierra, en la atmósfera de estos planetas predomina el hidrógeno, por ello las auroras de Saturno sólo se pueden ver con luz ultravioleta.
En el caso de Saturno, la aparición y variabilidad de las auroras está influenciada por el viento solar y la rápida rotación del planeta, que tiene una duración aproximada de 11 horas.
¿Cómo se forman las auroras polares en los planetas?
La doctora Melanie Windridge, autora del libro Aurora, en busca de las luces nórdicas, explica cómo se originan las auroras polares:
“Nuestro sol emite un flujo constante de partículas cargadas (radiación cósmica) en todas direcciones, conocido como “el viento solar”, que barre el espacio a un millón y medio de kilómetros por hora”.
“Si estas partículas golpearan la Tierra, nos expondrían a una radiación dañina y nuestra atmósfera desparecería. Afortunadamente el campo magnético de nuestro planeta nos protege. Cuando las partículas cargadas nos alcanzan, bombean el campo magnético con energía, que las catapulta hasta la parte posterior de la Tierra a través de unas líneas invisibles que parten de los dos polos, y que son como un imán. Las partículas fluyen en la magnetosfera de la misma forma que lo hace un río alrededor de una piedra o de un pilar de un puente y, al quedar atrapadas, colisionan con átomos de oxígeno y nitrógeno y provocan la emisión de luz”.
“Debido a que descienden por las líneas del campo magnético que desembocan cerca de los polos, se forman anillos de aurora alrededor del globo en latitudes altas. La aurora que ves es el resultado de miles de millones de átomos excitados que emiten pequeños destellos de luz en lo alto del cielo nocturno polar”.
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