China tiene una larga y difícil historia cuando se trata de la selección de sexo y sus tasas de natalidad. Una política que privilegiaba a los primogénitos varones resultó en un número reducido de mujeres, ya que provocó una serie de abortos selectivos; es decir, si el feto era mujer, decidían llevar a cabo un aborto e intentar nuevamente hasta concebir un hombre.
Del mismo modo, China tiene en marcha un programa de planificación familiar lo cual ha hecho que durante varios años las familias sólo puedan tener un hijo. Estas dos políticas han contribuido a que la tasa de natalidad esté en un nivel histórico bajo, lo cual a la larga provocará que la población de dicho país se avejente.
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Este contexto ha provocado que Internet se vuelque en todo tipo de especulaciones sobre la autoría y uso de una enorme base de datos china que compilaba los nombres, edades, direcciones, teléfonos, nivel educativo, fotos, videos y el estatus de fertilidad de 1.8 millones de mujeres:
«No sabemos quién está detrás de esta base de datos y que la intención es la parte que más nos preocupa». Explicó Victor Gevers, un hacker que también ha sido responsable de encontrar todo tipo de bases de datos y fallos de seguridad».
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La incógnita tanto del autor como del fin de esta base de datos es la mayor preocupación, dado que se trata de una vulneración de la información de millones de mujeres en el país, así como de una invasión a su privacidad, en particular cuando el rango de edades de las mujeres espiadas estaba entre los 15 y 95 años.
De ese 1.8 millones, el 90 % de las mujeres eran solteras, mientras que el rango de edad ideal para aquellas que ya están listas para reproducirse es de 18 a 39 años. Usuarios en redes como Twitter han puntualizado que los ideogramas mostrados en el código en realidad se traducen como “ya tiene hijos”, por lo que sería indicativo de que quien programó la base de datos tiene un nivel de inglés menor o bien, utilizó un traductor.
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La posibilidad de una mala traducción han hecho que algunos sospechen que tal vez es la base de datos de un sitio de citas —aunque no explica la inclusión de menores de edad o el monitoreo de aquellas que tienen Facebook, así como videos—; sin embargo, aunque lo fuese, la recopilación de datos personales sin el consentimiento de esas mujeres sigue siendo un escándalo.
Esta situación se inscribe en un panorama en el que China es una y otra vez exhibido como un país que ha puesto en marcha programas de vigilancia para su propia población, al tiempo que el acceso a Internet sigue restringido y gravemente censurado.
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