Cuando la gente piensa en ese “punto azul pálido” en el que se ha desarrollado la historia de la humanidad, es imposible conducir tal pensamiento hacia un futuro que –al menos por salud y tranquilidad propia–, se vislumbre mucho más prometedor e iluminado que éste al que cariñosamente nos referimos como Tierra. Incluso Carl Sagan, considerado una de las mentes más brillantes del siglo XX, siempre mantuvo una actitud positiva y de algún modo tranquila ante lo que —todavía— depara el futuro para el hombre.
Aunque sus contemporáneos consideraban que las catástrofes que azotaban al mundo sólo lo llevarían a un punto mucho más desastroso, en cada texto y tratado formulado por el mismo Sagan —a pesar de tomar en cuenta los factores catastróficos a los que el hombre se expone constantemente— es posible notar una confianza infinita hacia el proceso evolutivo del ser humano. Un avance obviamente abordado desde la filosofía y los descubrimientos científicos que en ese momento estaban causando revuelo entre la comunidad.
Si bien Carl Sagan siempre habló desde su propio tiempo y fue cuidadoso al especular sobre el futuro de la humanidad, libros como El mundo y sus demonios o Los dragones del Edén parecen estar plagados de predicciones que sorprendentemente comienzan a cumplirse. Si bien muchas de éstas son realmente alentadoras, un buen número de ellas apuntan a que el ser humano ha entendido bastante mal el significado de la palabra evolución y la ha llevado justo del lado contrario.
¡Eso es tan Capricornio!
La desinformación y la insistencia de las personas en escuchar solamente lo que quieren escuchar, hacen que éstas intenten encontrar respuestas en los lugares menos aptos para ello. Es así como la presencia de los horóscopos en nuestra vida se ha vuelto tan común. A propósito de esto, Sagan dijo que en un futuro —que bien podría ser nuestro presente— la gente común dejaría de lado a la ciencia y centraría su atención en asuntos pseudocientíficos:
«… cuando la gente haya perdido la habilidad de establecer sus propias agendas o cuestionar seriamente a las autoridades; cuando, consultando nuestros horóscopos y nuestros cristales, con nuestras facultades en declive seamos incapaces de distinguir entre los recto y lo verdadero, cuando nos deslicemos sin darnos cuenta, de vuelta a la superstición y la oscuridad».
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Nosotros seremos nuestros propios extraterrestres
Aunque Carl Sagan era conocido por su optimismo, nunca se mostró del todo seguro acerca de la existencia de organismos vivos e inteligentes más allá de los límites de la tierra. De hecho, cuando se lanzó el Voyager 1 en 1977, sonda que lleva consigo un disco dorado con diferentes datos del ser humano producido por Sagan, el científico aseguró que posiblemente serán los mismos seres humanos quienes encuentren y decodifiquen este dispositivo.
Es probable que a primera vista esta teoría sea un poco desalentadora. No obstante, gracias al avance científico e intelectual que promete el futuro, los humanos ya habrán conquistado otros mundos a los que se supone debería llegar la sonda. De modo que estos extraterrestres serán versiones mejoradas del hombre mismo.
«Para cuando llegue la época en que estemos listos para colonizar otros sistemas planetarios, incluso los más cercanos, habremos cambiado. El simple tránsito de tantas generaciones nos habrá cambiado. Las diferentes circunstancias bajo las que viviremos nos habrán cambiado. Las prótesis y la ingeniería genética nos habrán cambiado. La necesidad nos habrá cambiado. Somos una especie adaptable».
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El fraude de las pseudociencias
Si el ser humano continúa depositando su confianza en charlatanes que dicen estar por encima de las ciencias y de quiene dedican su trabajo a éstas; en el más dramático de los escenarios, estaría cavando su propia tumba. Esto se ha ido comprobando con la aparición de movimientos como los antivacunas o los tierraplanistas quienes para sustentar sus teorías, presentan datos falsos o argumentos basados en meras sospechas.
«… cuando los asombrosos poderes tecnológicos están en manos de muy pocos, y nadie que represente el interés público puede siquiera captar los problemas; cuando las personas han perdido la capacidad de establecer sus propias agendas o cuestionar con conocimiento a los que tienen autoridad».
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El debate alrededor de la marihuana
En 1971, Sagan publicó un artículo en defensa de la Mariguana bajo el seudónimo de “Mr. X”. En dicho escrito describe minuciosamente los múltiples beneficios que, según su experiencia, tiene el fumar cannabis. Entre los más destacados están aquellos que se han discutido los últimos años: comprensión del ambiente, agudización de los sentidos, concentración y una mejora considerable en la comprensión estética de las cosas.
«No me considero una persona religiosa, pero hay un aspecto religioso en algunos viajes. El aumento de la sensibilidad en general provoca en mí una sensación de comunión con el ambiente, tanto con las cosas animadas o inanimadas».
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El cambio climático y Donald Trump
Aunque Carl nunca habló de nombres ni fechas, cuando alguien lee «tengo un presentimiento de una América en el tiempo de mis hijos o nietos, cuando Estados Unidos es una economía de servicios e información […] cuando los asombrosos poderes tecnológicos están en manos de muy pocos, y nadie que represente el interés público puede siquiera captar los problemas», no puede evitar pensar en Donald Trump asegurando que el cambio climático es un mito y peor aún, en toda la gente que cree en sus palabras sólo porque el hombre aparece en los medios de comunicación y ostenta un cargo importante en el gobierno.
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La lucha por colonizar Marte
Con el reciente descubrimiento de un depósito subterráneo de agua en Marte, se abren de nuevo las posibilidades de que se funden colonias humanas en dicho planeta sin importar los motivos de esta colonización masiva:
«No sé por qué queremos ir a Marte. Tal vez porque nos hemos dado cuenta de que tenemos que actuar con cuidado alrededor de los pequeños asteroides para evitar la posibilidad de un impacto con la Tierra con consecuencias catastróficas […] O tal vez queremos ir a Marte porque reconocemos que si hay comunidades humanas en muchos mundos, las posibilidades de extinguirnos por alguna catástrofe en el mundo serán menores. O tal vez queremos ir a Marte debido a la magnífica ciencia que se puede encontrar allí. Las puertas de un mundo maravilloso se abren en nuestro tiempo».
Buenas o malas, las predicciones de Sagan nos hacen pensar que por un lado, vamos retrocediendo como civilización. Tenemos frente a nosotros tiempos difíciles, donde será necesario tomar lo mejor de nuestra especie, aprender de nuestros errores y evitar un colapso planetario; pero en el otro extremo estos retos nos llenan de esperanza, pues contamos con nuestra inteligencia y si logramos encauzarla a través del mejor mecanismo que conocemos para entender nuestro mundo, la ciencia, es posible que podamos solucionar la mayoría de problemas que hoy aquejan a este mundo, el pequeño punto azul pálido que tenemos como hogar.
