Esta misión es desarrollada por el Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la Universidad Nacional Autónoma de México y representa uno de los grandes avances en materia de tecnología e investigación espacial que a futuro puede devenir en la explotación comercial de los recursos ya sea de los asteroides y la Luna.
Tal es el planteamiento de Gustavo Medina Tanco, investigador del ICN y director de COLMENA, mismo que cuenta con el apoyo de todo tipo de instituciones como la Agencia Espacial Mexicana (AEM), el CONACyT, así como algunas empresas privadas que permiten que diversos alumnos de la UNAM de las carreras de ingeniería, física, matemáticas y hasta diseño participen para conseguir que nueve robots lleguen a la Luna así como otros aditamentos como un módulo de telecomunicaciones.
Gustavo Medina Tanco / Foto: UNAM.
Estos robots contarán con un pequeño tamaño de alrededor de ocho centímetros de diámetro por cuatro de altura, lo cual ayuda a que la masa total sume 500 gramos. Estos robots se desplazarán por la Luna de forma aleatoria, creando una red sobre la superficie lunar hasta que puedan encontrarse, formando un enjambre.
El objetivo de la misión es el análisis y medición de polvo regolito, el cual, de acuerdo con Medina Taco, se suele encontrar en los asteroides y las lunas, posee unas particulares características como que es muy abrasivo, radiactivo por lo que daña la mayoría de la tecnología con la que entra en contacto. Además, este polvo suele estar presente en este tipo de objetos celestes ante la falta de una atmósfera (o una que es muy baja). El regolito levitará sobre cada robot «debido a procesos de plasma polvoso, energizados por el viento solar», de acuerdo con el boletín emitido por la UNAM.
Ejemplo de los robots que circularán por la superficie lunar. / Foto: UNAM.
Por otro lado, además de una cuestión totalmente científica, de lograrse este gran esfuerzo, posicionaría a México como uno de los países de Latinoamérica que tienen tecnología, talento y potencial en la exploración y aprovechamiento espacial, en palabras de Medina:
«Esta misión es también una oportunidad para formar recursos humanos en el sector espacial».
Foto: UNAM.
En portada: Misión Apolo 16 / Foto: Wikimedia Commons.
Te podría interesar:
17 fotografías históricas previas al lanzamiento del Apolo 11
El ridículo de la NASA que demuestra el machismo en la ciencia
Se está arrugando y otros extraños fenómenos que ocurren en la Luna