Cuándo se te quitará la tinta indeleble y quién es la mente malévola detrás de este invento

Cuándo se te quitará la tinta indeleble y quién es la mente malévola detrás de este invento

Cuándo se te quitará la tinta indeleble y quién es la mente malévola detrás de este invento

Según CONACYT, «en pieles muy suaves, el pigmentador puede durar hasta ocho días, mientras que en pieles muy duras puede durar hasta tres días».

La idea de marcar el dedo pulgar con tinta nació en 1994, cuando el Instituto Federal Electoral (ahora INE) tenía frente a un reto mayúsculo: enfrentar su primera elección presidencial. El órgano encargado de organizar y garantizar la validez de las elecciones emitió una convocatoria con el objetivo de crear una tinta indeleble, una marca física que fuera difícil de borrar con el objetivo de marcar a los ciudadanos que ya habían emitido el sufragio y así evitar delitos electorales.

Filiberto Vázquez, entonces profesor de química orgánica, decidió participar en la convocatoria y echó mano de algunos experimentos que realizaba con sus alumnos y tesistas. Según CONACYT, la idea era “desarrollar no solo una tinta que pintara superficialmente, sino un pigmentador de piel que reaccionara químicamente con la epidermis”:

«Ahí yo tenía algunos experimentos con alumnos que preparaban sus tesis y me puse a prepararla. Le puse ácido acético —todo mundo sabe qué es ácido acético, eso no es un secreto, lo demás sí. Cuando llegué me dijeron que era tarde y les dije: ‘Pues ahí véanla si les interesa», explicó en una conferencia presentada en 2017.

Después de un mes, Vázquez Dávila fue contactado por el IFE, quien lo reconoció como ganador luego de que probara un sinfín de tintas y ninguna fuera más efectiva que la del científico mexicano:

«Maestro, usted ganó y mire que teníamos pruebas de Inglaterra, de Japón y usted ganó porque no nos la podemos quitar», rescata CONACYT en palabras del propio Vázquez Dávila.

A partir de entonces, la tinta indeleble se convirtió en una patente propiedad del Instituto Politécnico Nacional, que ha vendido más de 30 toneladas para distintos procesos electorales. No obstante, la fórmula varía en cada elección: Vázquez Dávila agrega componentes que considera que mejorarán las características de la tinta, además de cambiar el color para diferenciar la usada en distintos procesos electorales y evitar su mal uso.

A pesar de su penetrante olor a vinagre, la tinta indeleble no es tóxica. Está hecha fundamentalmente de ácido acético y se “pega” químicamente al núcleo de las células; esa es la razón por la que no se quita ni siquiera con thinner, acetona, cloro o disolventes.

«La única forma de quitarla es arrancarse la piel o bien, esperar un par de días», bromea Filiberto Vázquez, cuya invención no sólo se limita a los procesos electorales en México. El ingeniero bioquímico ha recibido solicitudes para utilizar su pigmento en elecciones en Centroamérica y el Caribe.

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