Esta es una ocurrencia muy común en nuestro día a día, más de una vez nos ha sucedido que estamos buscando algo o debemos ir a cierta habitación a hacer algo en específico, sin embargo, cuando llegamos nos detenemos en el umbral de la puerta preguntándonos «¿A qué venía?», la pregunta queda flotando en el aire varios segundos hasta que de pronto recordamos qué queríamos… o en casos más graves es necesario volver al punto de inicio para saber qué nos estaba haciendo falta.
No, no estás perdiendo la memoria o eres demasiado distraído, la ocurrencia anterior es un padecimiento que sufrimos todas las personas sin excepción y es llamado “efecto umbral” o doorway effect en inglés. En términos simples es una especie de glitch en nuestra memoria.
¿En qué consiste?
Nuestra memoria funciona de distintas formas y lo más conocido es la distinción entre memoria corto y a largo plazo. El efecto umbral tiene —valga la redundancia— efecto en la memoria corta. Lo que sucede, y como Radvansky —uno de los investigadores de Notre Dame— llama “evento modelo” es la optimización de la información para que la tengamos a la mano. De alguna manera la información que vamos captando en cierto tiempo y en ciertos entornos adquiere una jerarquía, entonces, para mantener ese nivel de optimización, el cerebro purga la memoria para estar listo y recibir nueva información. En ese sentido lo que los investigadores plantean es que cruzar una puerta —o cualquier cambio de entorno— hace que esa información sea desechada pues ya no representa una prioridad en el nuevo entorno en el que nos encontramos.
Scientific American transcribe la propuesta de los investigadores de esta forma:
«caminar por una puerta es un buen momento para purgar los eventos modelo porque lo que fuera que pasara en la habitación anterior probablemente será menos relevante ahora que cambiaste de lugar. ¿Esta cosa en la caja? Ah, eso es de lo que estaba haciendo antes de llegar aquí, así que podemos olvidarnos de ello. Otros cambios pueden inducir esta purga: un amigo toca la puerta, acabas la tarea que estabas realizando o la batería de tu computadora se acaba y necesitas conectar el cargador»
¿Cómo lo probaron?
Un estudio de la Universidad de Notre Dame demuestra la investigación de este efecto y lo probó de dos formas, en un entorno real y uno virtual. En el caso del primero, le pedían a los participantes llevar unos objetos de una mesa a otra —guardados en cajas de zapatos para que no vieran el objeto en el camino—. Mientras que en la prueba virtual, usaron un videojuego que tenía el mismo fin, transportar un objeto de una mesa a otra —para evitar que vieran el objeto se hacía invisible mientras caminaban—. En ambos casos le preguntaron a los participantes qué objeto estaban transportando ya fuera cuando llegaran a la mesa —si no habían cruzado una puerta—, o bien justo después de cruzar una puerta. Los resultados en ambos casos fueron similares, los que pasaban por una puerta —a pesar de ser la misma distancia que aquellos que sólo recorrían un pasillo— respondían con menos rapidez y precisión. Es decir, su memoria empeoraba.
Esta organización de la memoria está regida por dos cosas: los cambios del entorno y el orden de prioridades de nuestra memoria. Otra forma de verlo es lo que propone Tom Stafford de la BBC, nuestro proceso cognitivo se ordena de tal forma que le da un lugar o una jerarquía a cada cosa —a esos eventos modelo—.
Por ejemplo en primer lugar está el plan de “encontrar las llaves”; mientras que el segundo es “ir a la habitación”, el tercero tal vez sea “alistarse para salir de casa”, y así sucesivamente. Sin embargo, en cuanto cambiamos de habitación y pensamos en ese segundo nivel, “olvidamos” —o dejamos de darle prioridad— al plan inicial.
Por desgracia no hay algún remedio sencillo para el efecto umbral, puesto que no siempre depende de cuánta atención pongamos o si estamos concentrados. Nuestra memoria funciona formando asociaciones, es por ello que la mitad de las veces que esto te ocurre necesitas volver a la habitación de origen o al pensamiento que te llevó a otra habitación y entonces recuerdas aquello que querías y por qué habías ido a otro cuarto.
*
También te puede interesar:
Qué pasa en tu cerebro antes de morir, según la ciencia
Qué pasa en la mente de un mitómano, según la ciencia
**
Encuentra más del trabajo fotográfico que has visto en este artículo de mano de Mel Nocetti y Jasa Melendez.