Mirar un cerebro humano por primera vez, ya sea en ficción o en la realidad, es un hecho perturbador. Causa terror y asco; lo mismo sucede con las entrañas o con los músculos al descubierto de la piel. La evolución aún no le permite al humano adaptarse al hecho de que puede dar un vistazo a sus órganos internos gracias a la medicina. Ningún otro animal puede tener conciencia de cómo está estructurado su cuerpo por dentro y cuando mira algún miembro de su especie malherido o desmembrado, puede sentir el mismo pánico que las personas o bien, mirarlo con indiferencia.
A pesar de lo anterior, la curiosidad humana hace que algunos se olviden de esos efectos y realicen experimentos para saber cómo funciona su interior, tanto en el aspecto físico, como el mental. En la actualidad parece demasiado fácil entrar a un hospital, ser diagnosticado y operarlo exitosamente, evitando cualquier tipo de daño colateral. Pero no siempre fue así. Se tuvieron que realizar crueles y salvajes experimentos en pacientes vivos o muertos, con tal de obtener respuestas que hoy son esenciales para el bienestar de las personas.
Estos son algunos de esos experimentos crueles que cambiaron para siempre la historia de la medicina moderna:
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Lobotomía
Literalmente traducido del griego “rebanar el cerebro”, su usó a inicios y mediados del siglo XX y fue enfocada hacia el tratamiento de las enfermedades mentales. Desde su concepción recibió críticas ya que su efectividad era dudosa. Se lograba disminuir los efectos de ciertos trastornos a costo de otras funciones, es decir, en el intento de sanar a un paciente, se ponían en riesgo su psique y cuerpo. Muchos pacientes morían en medio de la operación y otros se quitaban la vida debido a los efectos colaterales. El creador del proceso ganó el premio Nobel y años después su decisión fue considerada absurda e ilógica. Aún existen médicos que lo defienden.
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Terapias de electroshocks
Conocida como terapia electroconvulsiva, es un proceso que aún se lleva a cabo en el campo de la psiquiatría y se utiliza para ayudar a personas con trastornos mentales. Actualmente se usa con mayor cuidado, precisión y juicio médico, en el pasado causó que miles de personas perdieran la razón o distintas habilidades motoras en el nombre de la medicina. Puede causar pérdida de la memoria, daños permanentes en el cerebro y la muerte si no se lleva a cabo de la forma apropiada. Sirve para mandar impulsos eléctricos al cerebro y ayudarlo a llegar a un estado psicológico deseado.
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Vivisecciones
Aunque los registros más comunes que hablan de la vivisección, el proceso de abrir un cuerpo vivo humano para mirar su estructura interna, están vinculados con los ejércitos fascistas del siglo XX. Sin embargo, es una actividad que, se sospecha, existe desde hace cientos de años. Se engañaba a las personas para participar en procesos médicos y eran sedados o puestos inconscientes para poder observar sus órganos de manera más óptima que con una disección. En muchos casos morían o adquirían infecciones que ponían en alto riesgo su salud. No obstante, los descubrimientos de los estudiosos fueron la base de la medicina moderna.
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Robar cadáveres
Aquellos que no deseaban experimentar con cuerpos vivos y que no tenían acceso ni permiso para tratar con cadáveres tenían que asaltar tumbas o robar cuerpos de morgues para realizar sus investigaciones. Fue una de las actividades más comunes en tiempos antiguos, pero también sirvieron para adquirir el conocimiento del cuerpo humano que se mantiene hasta la actualidad. Fue muy común en Estados Unidos, Inglaterra y la India.
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Métodos anticonceptivos
Antes de que existiera la pastilla anticonceptiva y los procedimientos seguros que aseguran la salud femenina, se realizaban distintas actividades que hoy suenan descabelladas. Por ejemplo, en el antiguo Egipto se rellenaban las vaginas de las mujeres con heces de cocodrilo para evitar embarazarse. Otro método era insertar miel con semillas de acacia, las cuales podían evitar el paso de los espermatozoides. Ambas ponían en riesgo el cuerpo de las madres potenciales, pero fueron el primer paso hacia las técnicas modernas de salud reproductiva y sexual.
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Aunque para el siglo XX el conocimiento ya era amplio, las potencias fascistas como el imperio Japonés y la Alemania Nazi hicieron otros experimentos salvajes con distintos propósitos. Sus actividades también formaron parte del conocimiento actual de medicina que tiene el mundo entero. Es lo fascinante de ese sector: algunos deben morir por el bien común.
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Referencias:
Vivisectioninfo.org
Daily Mail
BBC