No se necesita inhalar cocaína o probar recurrentemente otra droga para ser un adicto.
Las nuevas adicciones se llaman Facebook o Instagram cuyos patrones de uso, diseños y maneras de presentarse visualmente ante los usuarios las hacen tan adictivas como la droga ya mencionada. Aza Raskin, el ingeniero de tecnología que diseño el sistema de scroll infinito, así lo ha mencionado cuando fue entrevistado para un documental de la BBC llamado Panorama, que explora la manera en que la industria de la redes sociales provocan que el usuario se quede literalmente enganchado a ellas.
Es precisamente el sistema de scroll infinito una de las técnicas usadas por las redes sociales para hacer que las personas permanezcan más tiempo conectadas en su afán de seguir descubriendo qué hay más y más abajo. Lo que estaba pensado ser una revisión ociosa de unos cuantos minutos se convierte en una estadía de horas: «Así no le das tiempo a tu cerebro para ponerse al día con sus impulsos; simplemente sigues desplazándote», asegura su creador.
En México, una persona pasa más de seis horas diarias enganchado a las redes sociales, ya sea por ocio, trabajo o simplemente como una manera de invertir el tiempo en lugar de otras actividades como el ejercicio, la lectura o el esparcimiento al aire libre. Todo ello no sólo es resultado de una decisión propia y totalmente libre sino de una treta para que tú, yo y los demás nos sintamos en la necesidad imperioso de explorar el espacio cibernético más tiempo del que quisiéramos.
“Detrás de cada pantalla de móvil hay literalmente unos mil ingenieros que han trabajado para intentar convertirlo en algo extremadamente adictivo”, asegura Aza Raskin, uno de los genios de Silicon Valley, el área situada en la zona sur de la Bahía de San Francisco que actualmente alberga a monstruos de la industria digital como Apple Inc., eBay, Google, Intel o Yahoo.
¿Cuántos likes das al día cuando estás navegando y descubriendo los nuevos posteos de tus contactos? Esa necesidad de aprobar la vida ajena y que los demás también acepten como válido lo que estás colocando, es una idea pensada por Facebook para crear ese efecto de necesidad. A decir del expresidente de Facebook, Sean Parker, esta red social está “explotando una vulnerabilidad en la psicología humana”.
La detallada observación que hacen de tus hábitos en las redes les sirve a los expertos para identificar el siguiente gran paso que lejos de alejarte de estas telarañas digitales, hará que permanezcas aún más tiempo, más horas, días, meses… todas las constantes actualizaciones como los feeds inmediatos de tus contactos son trucos que provocan que en el momento en que pensabas abandonar, te mantengas ahí al tanto del mundo cibernético que repta por tu cerebro como una droga.
Se dice que la ausencia de otras actividades, la facilidad de su uso, la necesidad de sobresalir a nivel social o de enterarse sobre lo que está pasando con sus amistades llevan a una persona a estar al tanto una y otra vez de su celular para atender a las redes sociales. Los trucos visuales de apps como Snapchat o Instagram, que se renuevan cada poco tiempo y que permiten ser testigos de contenido divertido, hacen que las personas inviertan mucho tiempo y esfuerzo en mantener sus perfiles activos.
Y es que siendo sinceros, resulta más fácil dejarse llevar por el continuo feed, el scroll infinito o las interminables horas de ocio que las redes sociales ofrecen en lugar de emprender actividades donde se fortalezca el cuerpo o la mente. Es cierto que Facebook, Instagram, Twitter y muchas otras plataformas sociales deben generar necesidades y hábitos de consumo en los usuarios, pero a veces las cosas parecen tornarse demasiado perversas.