En ocasiones, tan sólo basta una interacción, una mala actitud y bastante mala suerte para darnos cuenta que más personas de las que creemos están viendo nuestra actividad en redes.
Tal fue el caso de Naomi, quien celebró en Twitter que fue seleccionada para una pasantía en la NASA y sin saberlo, respondió de forma altisonante a Homer Hickam, un famoso ingeniero y parte del Consejo Nacional del Espacio. Una vez que su interacción comenzó a viralizarse con menciones y etiquetas a la NASA, ésta retiró a Naomi de su programa de pasantías. Si bien la historia de Naomi terminó en un trago agridulce, pues Hickman aseguró que haría lo posible para que asegurara alguna otra posición en la industria aeroespacial, lo cierto es que no debió haberla pasado nada bien y todo por un simple tweet.
¿Cuántas redes sociales utilizas al día? ¿En cuántas compartes información sobre los lugares que visitas, dónde comes, cuántas veces vas de fiesta o lo mal que te caen ciertas personas? Las nuevas generaciones están acostumbradas a que aquello que se comparte en Internet seguirá ahí de manera perpetua, pero también hay cierto desconocimiento e inconsciencia sobre la privacidad de los datos a través de todas las redes sociales y el alcance de las publicaciones.
Podrá ser que nuestros amigos, incluso algún ex o alguien interesado consulte nuestras redes para recopilar la información más relevante para ellos, pero además de nuestros allegados, pero ¿quién más consulta esta información?
Tus padres
A menos que los tengas bloqueados en cada perfil o sean parte de una familia moderna que acepta ciertos límites en cuanto a las redes sociales, lo más seguro es que ellos estén revisando tu actividad. Ya sea que tengan instalado controles parentales para monitorear tu actividad en línea o bloquear ciertos sitios de Internet o revisen tus llamadas y mensajes de celular.
Agencias de seguridad
En México no es un problema tan notorio, pero en países como Estados Unidos, China y hasta Nigeria existen programas de vigilancia en Internet que monitorean las búsquedas y comentarios en blogs públicos —al estilo de Reddit o 4chan— en busca de discursos de odio o búsquedas relacionadas con el apoyo al terrorismo, creación de bombas y demás. Este tipo de actividad suele poner a las personas en la mira de las agencias de seguridad que intentan prevenir algún ataque y podría complicar algún proceso burocrático en el futuro. Por ejemplo, cada vez que alguien solicita algún tipo de documento, como una visa de viaje o una residencia, su actividad dentro y fuera de línea es investigada.
Recursos Humanos
Si ya estás trabajando o estás próximo a hacerlo, deberías tener cierta conciencia de que tus posibles empleadores estarán revisando tus redes sociales si tu CV les ha interesado. El monitoreo de recursos humanos no sólo se limita a las candidaturas, sino también a tu desempeño en el trabajo. Si la labor implica el uso de una computadora con conexión a Internet, es probable que exista un registro de qué sitios visitas, con cuánta frecuencia y el tiempo que pasas en cada uno de ellos; esto también ocurre con el uso indebido del correo, en particular cuando se trata de un correo institucional o de la empresa.
Acosadores
Por más descabellado que suene, es una amenaza real. Piénsalo: ¿cuántas veces has buscado a la persona que te gusta en redes o cuántas veces has revisado la cuenta de una persona que encontraste por casualidad en Instagram? No es que absolutamente todas las personas en línea sean un acosador en potencia, sin embargo, en una época en la que es hasta cierto punto “normal” seguir a los demás en sus redes, la línea entre el acoso y la simple curiosidad se difumina.
Tu pareja
La misma línea que se difumina entre el acoso y la curiosidad es igual de delgada cuando se trata de una relación de pareja; tan sólo basta pensar en cuántos chistes circulan en línea que involucran a una persona revisando los likes de otras personas en las fotos de su pareja o los likes de su propia pareja. Ya sea porque conocen las contraseñas o el código de bloqueo del celular, es probable que alguna pareja haya revisado tus datos —o tú los de ellos—.
El monitoreo de otras personas de nuestros datos puede parecer inofensivo, incluso podría no importarte demasiado, sin embargo, se trata de una actividad que además de poner nuestra integridad física en riesgo, también puede afectar otros aspectos como el trabajo o la vida amorosa.
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