La misteriosa señal extraterrestre que podría probar que no estamos solos en el Universo

La misteriosa señal extraterrestre que podría probar que no estamos solos en el Universo

La misteriosa señal extraterrestre que podría probar que no estamos solos en el Universo

Las primeras señales que enviamos al espacio a través de ondas de radio datan de hace más de un siglo. Los viajes espaciales se estrenaron hace más de 50 años y distintas misiones no tripuladas han llegado a Venus, Marte, Júpiter, e incluso más allá de los confines del Sistema Solar. El resultado general es un sinfín de conocimiento sobre los mundos vecinos de la Tierra, pero también una sentencia contundente: al menos hasta ahora, no existe una sola prueba para negar que estamos solos en el Universo.

Sin embargo, un hecho que aconteció a finales de julio podría poner de cabeza el enunciado anterior. Una señal extraña de origen extraterrestre (es decir, que proviene de algún sitio fuera de la Tierra) fue captada la última semana de julio por un radiotelescopio en provincia de la Columbia Británica, Canadá.

La primera señal, nombrada FRB 18725A fue recibida el 25 de julio y proviene desde un punto desconocido del Universo y se ha repetido en otro par de ocasiones. Por sus características –especialmente la enorme cantidad de energía que libera en apenas unos cuantos milisegundos–, la señal forma parte de las conocidas como ráfagas rápidas de radio (FRB por sus siglas en inglés) de las cuáles se desconoce su origen; no obstante, contiene distintas particularidades que la hacen aún más desconcertante.

A pesar de que las rágafas rápidas de radio se conocen desde principios del siglo XXI, se trata de la primera captada por debajo de los 700 megahertz –una frecuencia en extremo baja y fuera del rango común– que hace de esta señal un completo misterio y punto de partida para diversas investigaciones al respecto.

El instrumento que captó esta señal es el radiotelescopio conocido como CHIME por sus siglas en inglés (Experimento Canadiense de Mapeo de la Intensidad de Hidrógeno), un enorme módulo formado por cuatro cilindros con un amplio campo de visión que se encarga de mapear el cielo en busca de señales que viajan a través del elemento más abundante del Universo, el hidrógeno.

Las hipótesis de la naturaleza de estas señales son distintas: desde colisiones de estrellas de neutrones que liberan una enorme cantidad de energía, hasta cuerdas cósmicas o bien, una señal que da cuenta de una civilización extraterrestre dirigida hacia la Tierra. Tratándose de ciencia, es imposible descartar cualquier hipótesis sin la evidencia suficiente, por más improbable que parezca en la actualidad.

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