Los hoyuelos de Venus son un atractivo físico que ha perdurado en la modernidad como una señal tanto de belleza como de especial sensualidad y su conexión con la sexualidad es tal, que se ha creído que también son señal de una buen desempeño sexual, en particular cuando se trata del orgasmo femenino.
Pero la realidad es que más allá de que las personas atléticas y celebridades suelan tenerlos, lo cierto es que se han construido todo tipo de mitos en torno a los hoyuelos de Venus, cuando en realidad tan sólo son resultado de la unión de dos huesos a la altura de la espalda baja:
No existe relación entre los orgasmos y los hoyuelos
Probablemente éste es el mayor de los mitos en torno a estas pequeñas hendiduras y la razón por la cual se han hecho sumamente populares. La creencia popular es que las mujeres con hoyuelos de Venus tienen mayor facilidad para llegar al orgasmo. Algunos creen que se debe a que mejora la circulación de la sangre hacia el área genital; sin embargo, no hay prueba alguna de que así sea.
Son zonas erógenas
Está claro que los hoyuelos de Venus han sido una característica física que por años ha sido considerada como atractiva. Pero esta cualidad no los hace automáticamente una zona erógena por excelencia, de hecho, de acuerdo con la psicóloga y sexóloga Mamen Jiménez, el cerebro es el órgano sexual más potente, por lo que tenemos la capacidad de hacer de cualquier parte de nuestro cuerpo en zonas potencialmente erógenas. Es decir, si actualmente son considerados como tal, es porque nos hemos hecho a la idea, de forma colectiva, que lo son.
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Sólo las mujeres los tienen
Los dos hoyuelos también están presentes en los hombres, pero reciben el nombre de hoyuelos de Apolo y por lo general son menos usuales y populares, pues no han sido erotizados como los de las mujeres.
Son señal de una buena salud
Se trata de un mito a medias, dado que los hoyuelos son más notorios ante la ausencia de grasa se cree que pueden ser indicativos de bienestar; no obstante, además del peso y grasa corporal de una persona, no son muestra de nada más.
Puedes ejercitarte para conseguirlos
Estos hoyuelos son resultado de la genética, específicamente de la unión del hueso sacro y la pelvis. En otras palabras, no hay ningún músculo involucrado que puedas ejercitar. Si acaso podrías perder peso y entonces comenzar a notarlos.
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