A pesar de que hablar de sexo hace muchos años dejó de ser un tabú, todavía existen quienes, llevados por su intuición, aseguran saber las posibles causas y soluciones a cualquier problema relacionado con la falta de sexo en algunas parejas. Es común que esta falta de satisfacción se deba a que el hombre, en cualquier punto de la relación, encuentra cierta dificultad para conseguir una erección.
Cuando algo así ocurre, son más comunes los episodios de depresión; pues debido a la educación que muchos recibimos en casa, presentar estas dificultades nos convierte en criaturas incapaces de cumplir cualquier actividad cotidiana. Justo como si el sexo determinase el desempeño de un hombre a lo largo de todo su día. La falta de potencia sexual a veces también es causante de problemas en medio de una relación sentimental, de repente la pareja comienza a sentirse menos atractiva e incluso agredida ante el hecho de que su compañero no es capaz de mantener una erección.
Lo cierto es que los problemas de potencia sexual son causados por un montón de factores en los que un hombre ni siquiera tiene elección. Puede que aparezcan de un día para otro causando aun más sorpresa. Sin embargo, para que dejen de ser la causa de nuestras decepciones y problemas en pareja, es necesario comenzar a dejar de lado todos los mitos que los rodean.
No importa cuánto creas en que los tratamientos orales prolongan tu erección, hasta ahora no existe un tratamiento que garantice sangre en tu pene durante horas.
Aléjate de la creencia de que el tamaño del pene determina cuánto placer podrás darle a tu pareja. De hecho hay sexólogos que aseguran que entre más ancho y largo es el miembro de un hombre, éste tiende a causar más daño que satisfacción.
Si crees que los problemas de impotencia se deben a la masturbación, quizá deberías planteártelo dos veces. Si bien ésta puede representar un problema cuando se usa para reemplazar las relaciones, masturbarse es algo de lo más natural, por lo que percibirla como un problema es el error más grande de todos.
Aunque se cree que la eyaculación precoz es un problema ligado a la impotencia sexual, en realidad es más un asunto ligado a otros factores que tienen que ver con procesos relacionados con la edad e incluso psicológicos.
Todo mundo espera que el tiempo entre una erección y otra sea exactamente el mismo, no obstante, sólo el cuerpo es quien decide en qué momento el pene va a volver a adquirir firmeza. Mientras un hombre va cumpliendo años, es posible que las erecciones tarden un poco más en aparecer.
Es muy común que la gente piense que la disfunción tiene que ver con una falta de atracción hacia la pareja. Sin embargo, tienen que ver más con cuestiones externas como una mala nutrición, estrés o incluso la presión provocada por el miedo a fallar o la posibilidad de un embarazo no deseado.
Por años se ha dicho que usar ropa apretada es causa de una baja en el apetito sexual debido al calor que estas prendas transfieren al cuerpo, no obstante, no hay un respaldo científico para esta teoría.
Antes de especular acerca de estos problemas es mejor consultar la asesoría de un experto e informarnos acerca de las posibles causas de la impotencia. En más de una ocasión sólo ha sido necesario un ajuste en la dieta y la rutina de las personas para que la falta de erecciones sea sólo un mal recuerdo para todo aquel hombre que la haya padecido.