Mito #1: el tamaño del pene importa
No, compañeros. Tal y como ha sido repetido en la cultura popular y en decenas de talk shows, el tamaño del pene no influye en el placer que puede provocar a su pareja, lo que en realidad importa es cómo se usa. De hecho, son más las mujeres que han reportado que tener sexo con alguien con pene grande resulta incómodo, doloroso y poco placentero. Claro, esto no significa que no haya chicas a quienes les guste un miembro enorme, sin embargo, no es tan común como pensábamos.
Este tipo de mitos nace en los círculos sociales en los que nos desenvolvemos. Desde chicos, algunas ideas se nos implementan y nos hacen alejarnos de un descubrimiento sano e inteligente de nuestra sexualidad. De hecho, eso ha provocado que los hombres se enfoquen sólo en el placer femenino, buscando desesperadamente sus zonas erógenas sin que ellos exploren su cuerpo y hallen nuevas formas de excitarse. Pero además de eso, causa una constante ignorancia que impide tener una conexión con el placer y la realidad de nuestro cuerpo. Estos son otros mitos de los que debes olvidarte para seguir pensando como alguien del siglo XIX.
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Mito #2: el tamaño del pene depende de los genes
Realidad: se han realizado múltiples estudios tratando de encontrar el vínculo entre la raza y el tamaño del pene, pero no se ha hallado un factor decisivo. Existe la creencia popular de que los hombres africanos tiene miembros más grandes, mientras que los asiáticos son chicos, pero lo que encuentran los análisis es que el tamaño varía en todos los individuos, sin importar su ascendencia. Algunos sugieren que el mito ha sido reforzado por la industria pornográfica.
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Mito #3: el pene no se puede fracturar
Realidad: es común escuchar que “porque no tiene hueso, no se puede romper”, pero sí existe una forma en la que el pene se puede fracturar. Suele suceder en sesiones de sexo extremo o por simple accidente; el pene erecto se dobla provocando fuertes dolores, ya que se dañan las vena y los nervios dorsales. Se hincha, se crean hematomas y puede identificarse por un fuerte ruido al momento de tener sexo (o masturbarse).
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Mito #4: las bombas para el pene ayudan a hacerlo grande
Realidad: aunque su efecto psicológico es debatible (ya que algunas personas se han mostrado más positivas después de usarla), no se ha comprobado que funcione para incrementar el tamaño del pene. De hecho, son más peligrosas de lo que la gente piensa, ya que el exceso de sangre en las venas puede dañar el miembro provocando efectos contraproducentes.
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Mito #5: la masturbación reduce tu conteo de espermas
Realidad: si un hombre eyacula más de tres veces en un corto periodo, el conteo de espermas va disminuyendo, reduciendo la probabilidad de fecundar un óvulo. Sin embargo, todo vuelve a la normalidad después de 24 horas.
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Mito #6: el pene mide lo mismo que los pies
Realidad: existe más de un estudio, entre los que se encuentra el de la Universidad de Londres, que afirman que no existe una relación directa entre el tamaño del pene y los pies. Así que la próxima vez que alguien haga un chiste sobre su talla de zapatos, en realidad sólo está presumiendo de ser un pie grande.
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Mito #7: los hombres siempre están pensando en sexo
Realidad: a menos que seas un completo pervertido, este mito no tiene sustento. Un estudio realizado por el Dr. Edward Laumann en Estados Unidos llegó a la conclusión de que casi la mitad de la población masculina pensaba en sexo sólo un par de veces en la semana, otros una vez al día o cada dos. Sólo un pequeño porcentaje admitió hacerlo constantemente, pero no se determinó la razón de ello.
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Mito #8: el orgasmo sólo puede llegar a través de la eyaculación
Realidad: se ha demostrado que existen formas en las que se puede separar el orgasmo de la eyaculación. Esto permite tener varios orgasmos en un corto periodo, similar a como sucede con las mujeres. El problema principal es que los hombres no suelen explorar otras zonas erógenas o sus parejas están acostumbradas a un tipo de intimidad, el cual le da la prioridad a la eyaculación; así que depende de cada hombre conocer su cuerpo y encontrar la forma de sentir un orgasmo sin necesidad de expulsar semen.
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Mito #9: el sudor puede atraer a las mujeres
Realidad: desde hace tiempo se cree que el sudor ayuda a atraer a las mujeres, ya que se libera testosterona, lo cual influye en la química entre dos personas. Sin embargo, puesto que no somos sólo seres que responden ante impulsos biológicos y también tenemos el poder del raciocinio, esto no es completamente cierto, especialmente porque el sudor recoge bacterias, provocando malos olores que se anteponen al efecto de cualquier sustancia química que expulse el cuerpo, lo cual claramente no resulta nada atractivo. Además de que el cambio evolutivo ya no nos hace tan susceptibles a sus efectos.
Quizás otra cosa que vale la pena resaltar es que la vida de un hombre no debe girar en torno a su pene. Por el contexto en el que vivimos, parece que estamos completamente obsesionados con el miembro, tanto así que cada vez es más común que alguien sufra del síndrome del pene pequeño, el cual le hace creer a los hombres que su “amigo” es mucho más chico en comparación al de otros hombres. Es momento de ver la realidad y dejar de creer mitos absurdos que sólo nos hacen más inseguros con nuestra sexualidad y, honestamente, sólo denotan ignorancia.