Son idénticos entre sí
Un montón de los defectos en la célula sexual masculina son la regla. Hay deformaciones de todo tipo: desde espermatozoides con dos cabezas, múltiples colas, más pequeños de lo normal o hasta una enorme cabeza que impide su movilidad: apenas un tercio del total de expulsados en el semen durante la eyaculación corresponden a gametos sanos, capaces de llegar a fertilizar un óvulo, mientras la mayoría posee alguna anomalía morfológica.
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Sólo la cabeza entra en el óvulo
¿Qué pasa cuando un espermatozoide alcanza el óvulo? La mayoría de las personas cree que antes de entrar, esta célula pierde la cola; sin embargo, en la realidad cada parte del espermatozoide es vital para la fecundación.
Según Nature, «un malentendido popular es que sólo la cabeza entra al óvulo, mientras que la cola es desechada en la fecundación, pero en la mayoría de las especies, el espermatozoide ingresa completo al óvulo. En muchos mamíferos, las estructuras de la parte media y cola del gameto masculino persisten en el embrión con el objetivo de producir distintas divisiones celulares, lo que resulta en una gran cantidad de proteínas y otras moléculas que se quedan en el óvulo».
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Los espermatozoides compiten salvajemente entre ellos
La historia es bien conocida: la eyaculación es el banderazo inicial para millones de espermatozoides que enfrentan una carrera de velocidad y resistencia, donde compiten salvajemente por llegar a su cometido; sin embargo, en la realidad, es probable que la eyaculación y el camino hacia el óvulo sea algo más parecido a un trabajo en equipo a que a una maratón donde sólo habrá un ganador:
«Es una creencia común de que existe una competencia entre los espermatozoides, donde el más fuerte llega primero al óvulo, pero nuestro reciente estudio (así como otros más) demuestran que el esperma se acumula prácticamente siempre en la superficie de un tubo donde es posible encontrar una alta concentración del mismo, lo que significa que existe cooperación entre estas células, que les permite nadar más rápidamente», afirmó Jorn Dunkel, científico del MIT para la BBC.
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El semen no sólo contiene espermatozoides
A pesar de la creencia popular, el semen no es igual a espermatozoides. Mientras el primero es un fluido con distintas secreciones provenientes de los testículos y las glándulas de Cowper y la vesícula seminal, las células que hacen de gametos masculinos únicamente están presentes en el 10 % del total del semen. El semen es el vehículo principal de estas células, pero eso no significa que se trate de lo mismo.
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Es posible fecundar un óvulo con un espermatozoide de alguien muerto
A diferencia de los óvulos que son producidos desde el nacimiento y se agotan conforme avanza la edad reproductiva femenina, los hombres siguen produciendo espermatozoides a lo largo de toda su vida.
Esta es la razón por la que sí es posible tomar el semen de una persona recién fallecida, pero no, sino a través de una búsqueda de espermatozoides con gran movilidad practicar una fecundación in vitro. Si bien es cierto que la calidad de estas células se deteriora conforme avanza la edad, la fecundación post-mortem es una práctica real pero controvertida por cuanto respecta a la ética y las legislaciones nacionales.
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