Como parte del programa Artemis, con el que los seres humanos volverán a pisar la superficie lunar, la NASA tiene planeada la construcción de un reactor de fisión nuclear. Esto con el propósito de proveer de energía a las colonias de astronautas que vuelvan al satélite natural: algo que no ha sucedido desde 1972.
De acuerdo con la agencia, un sistema ligero de fisión nuclear, con la capacidad para funcionar en un módulo o rover lunar, podría proveer hasta 10 kilowatts de energía eléctrica. Esta cantidad, aseguran, es suficiente para satisfacer la demanda eléctrica de varios hogares terrestres. Sin embargo, las necesidades de las operaciones lunares serán muy diferentes a las de las actividades en una casa “normal”, pues los astronautas requerirán de energía para cargar los módulos lunares y realizar distintos experimentos.
La meta es que los futuros sistemas de fisión nuclear produzcan al menos 40 kilowatts de energía: suficiente para cubrir las necesidades de 30 hogares hasta por 10 años. De acuerdo con la NASA, la energía nuclear es una opción más viable que la energía solar en el satélite y en planetas como Marte:
“La energía nuclear es considerada para las misiones en la Luna y Marte porque, a diferencia de alternativas como la energía solar, puede proveer de energía constante, una necesidad para los sistemas de soporte vital, recarga de rovers y minería de recursos. Los sistemas de energía solar también requerirían el uso de artefactos de almacenamiento de energía, como baterías o celdas de combustible, lo que añadiría masa no deseada al sistema.
La energía solar también está limitada porque la Luna permanece en la oscuridad hasta 14 días consecutivos y tiene cráteres profundos que podrían oscurecer el Sol. Marte está más lejos del Sol que la Tierra o la Luna, por lo que una cantidad menor de energía solar puede ser aprovechada ahí”.
La energía generada podría no solo hacer posible la vida de los seres humanos en la Luna, sino también en el planeta rojo.
Aún no hay un diseño determinado para el reactor nuclear, pero será a partir de ahora y hasta febrero de 2022 que la NASA y el Departamento de Energía de Estados Unidos reciban propuestas de prototipos, que se desarrollarán durante los siguientes 12 meses. Este deberá funcionar sin intervención humana y ser suficientemente ligero para su transporte en vehículos y módulos de exploración lunar.