Sentado en el habitual comedor del trabajo, el tema del día surgió bajo un tono de asombro y repulsión. «¿Sabían que la pantalla de un celular tiene 30 veces más bacterias y gérmenes que un inodoro común?». Vaya dato curioso. Tras una expresión de asco generalizada, otro compañero soltó la siguiente bomba de gérmenes: «En un zapato habitan alrededor de 421 mil bacterias y en las monedas hay otros cientos de miles». Mientras todos padecían de una horrenda náusea yo pensé: «¿Debemos dejar de tocar todo tipo de objetos para evitar enfermedades mortales?».
La cifra de bacterias en los celulares sin duda es alarmante, sin embargo, el teléfono móvil ya es una herramienta indispensable en la vida y, al menos yo, no he visto cientos de muertes repentinas por whatsappear o andar en Facebook. Entonces, qué pasa con nosotros y con las bacterias con las que convivimos día a día. ¿Acaso existen diminutos seres que no necesariamente quieren matarnos? ¿Ya tenemos un mecanismo de defensa que nos permite vivir en equilibrio con millones de gérmenes que habitan en nuestro cuerpo?
A partir de aquí, no puedo más que decir datos duros para responder todas las interrogantes respecto a los microbios y la salud del organismo. Hay que partir de que existen miles de tipos de bacterias y no todas son buenas ni malas. A estas colonias, repartidas en todo el cuerpo, se les llama microbioma. Cuando ocurre un daño al organismo o enfermedad es porque cierto tipo de bacteria ganó terreno contra las otras, generando un desequilibrio que altera la salud del huésped.
Recientes estudios han comprobado que cuando se tratan de enfermedades, el 10 % surgen por cuestiones genéticas y el 90 % son inducidas por factores ambientales, balance de nutrientes en el cuerpo y las toxinas. ¿Y qué creen? Las bacterias se encuentran dentro de la categoría de «factores ambientales». Pero volvemos al mismo punto, no es que un microbio en específico nos haga daño sino un desequilibrio. De hecho es contraproducente estar aislado completamente de ellos.
Por eso, para gozar de un organismo sano, no sólo se trata de obtener los nutrientes específicos de los alimentos, también se necesita que exista una microbioma saludable. La buena noticia es que no es complicado lograrlo, sólo es necesario tomar medidas proactivas y evitar otros factores.
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¿Qué es lo que sí se debe hacer?
Estar en contacto con otros microbios
Estar expuesto a bacterias y virus puede servir como una «vacuna natural» que fortalece su sistema inmunológico y brinda inmunidad a largo plazo en contra de enfermedades. Expertos recomienda ensuciarse las manos en el jardín para que el sistema inmunológico se reencuentre con los microorganismos benéficos de las plantas y el suelo. De acuerdo con un reciente reporte, no exponerse al ambiente exterior puede hacer que su microbioma se haga deficiente.
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Comer alimentos fermentados
Gran parte de los alimentos contienen microbios, pero si se quiere tener un óptimo equilibrio en el organismo es necesario incluir en la dieta ajo, cebolla, salvado de trigo, harina de trigo, plátano y puerro.
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Tomar un suplemento probiótico
Aunque en los alimentos del día a día se encuentran las bacterias necesarias, se puede tener una pequeña ayuda al ingerir suplementos probióticos, por ejemplo, el kéfir, el chucrut y el té de kombucha.
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¿Qué es lo que no se debe hacer?
Consumir antibióticos de manera regular
Si no es necesario utilizarlos, es preferible no ingerir antibióticos porque estos destruyen la flora intestinal y desequilibran el organismo. De estar bajo un tratamiento de antibióticos es recomendable apoyarse de suplementos probióticos de alta calidad.
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Comer alimentos procesados
El exceso de azúcares alimentan las bacterias patógenas, lo que provoca (como ya habíamos dicho) un desequilibrio que puede desencadenar enfermedades de todo tipo.
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Usar jabón antibacteriano
Parece algo extraño pero el jabón se encarga de matar las bacterias malas y buenas, contribuyendo con el desarrollo de resistencia a los antibióticos.
Optimizar la flora intestinal es una de las mejores acciones que se pueden tomar para mejorar la salud. Si se hace de manera correcta se puede prevenir la diabetes y tener un correcto funcionamiento del sistema inmunológico, nuestra mejor defensa a todo tipo de enfermedades.
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