Al pensar en películas tristes es inevitable pensar en escenas oscuras, melancólicas con tonalidades oscuras acompañadas de melodías tristes y un aura general de pérdida y dolor representada en su máxima forma visual; en el cliché que hemos creado sobre esos momentos en nuestras mentes. El color y cómo lo percibimos influye en nuestra perspectiva de la vida o en cómo nos sentimos.
Cuando la moda evolucionó como una extensión de la personalidad, las personas usaban colores y diseños distintos para expresar sus ideologías y emociones; ahora que vivimos en Internet, Instagram se ha convertido en nuestro propio álbum donde documentamos la película de nuestra vida, aportándole el aspecto visual que representa la mentalidad que tenemos en un momento en específico.
Tomando eso en cuenta, distintos análisis se han llevado a cabo para encontrar similitudes entre algunos usuarios y tratar de identificar qué es lo que comparten los diferentes tipos de personalidad que se pueden encontrar en línea.
Así es como Andrew Reece, un investigador de la universidad de Harvard halló que las personas que sufrían depresión usaban los filtros de Instagram con tonalidades más oscuras y frías o carentes de color, los cuales evocan sentimientos de melancolía y tristeza.
Usando un software de análisis, Reece y su equipo analizaron 44 mil fotografías de 166 personas de las cuales 71 tenían un historial de depresión. Tomando en cuenta la saturación de color, el brillo y el tipo de imágenes (retrato o paisaje), al igual que el número de publicaciones con su cantidad de likes y comentarios.
Lo primero que encontraron fue que entre más comentarios tenía una fotografía era más probable que fuera la publicación de alguien depresivo, si tenía muchos likes era un usuario con buena salud mental (lo cual está vinculado con el efecto de alta autoestima que provoca Instagram).
El hallazgo más relevante fue lo mencionado previamente, descrito por Reece: «Los individuos con depresión publicaban fotografías más azules, oscuras y grises, comparadas con los de los participantes sanos». «Nuestros resultados sugieren que la depresión hace que literalmente la gente vea el mundo a través de un lente más oscuro y gris». De acuerdo con su estudio, los individuos con problemas psicológicos suelen elegir el filtro Inkwell más comúnmente, es aquel que hace las fotografías en blanco y negro. En contraste, las personas “saludables” usan el filtro Valencia, más claro y brillante.
La siguiente tabla —publicada originalmente por el Diario EPJ Data Science, donde se habló del estudio— ofrece un vistazo más claro de cuáles son los filtros que usan las personas depresivas y las “saludables”.
Los investigadores aclaran que estos hallazgos no pueden determinar si una persona sufre de depresión o no. Solamente señala algunas similitudes entre los encuestados, lo cual es un inicio al tratar de identificar enfermedades mentales en usuarios de Internet. Estos datos son el inicio de una serie de estudios que buscan evitar los suicidios al identificar si una persona es depresiva.
Los resultados no resultan tan extraños; la melancolía y la tristeza suelen estar vinculadas con imágenes oscuras, azules y carentes de color. Genuinamente se crea una visión negra del mundo y muchos documentan ese pensamiento quizá de forma inconsciente en sus imágenes. Esto resulta inevitable ahora que vivimos en línea, queremos que todos nos vean y —en ocasiones, sin darnos cuenta— reflejamos toda nuestra personalidad en el mundo virtual.