Usos del paladio
Principalmente el paladio se usa en la fabricación de catalizadores que se colocan en los escapes de los autos que funcionan con gasolina para filtrar los gases dañinos antes de que escapen al medio ambiente. El paladio es un subproducto del platino en Sudáfrica y del níquel en Rusia, países donde se encuentran los principales yacimientos de este metal precioso.
Su aspecto es blando, dúctil, maleable, de color blanco plateado y poco abundante, y se obtiene de minas de cobre y níquel. Este metal fue visto y analizado por primera vez descubierto en 1803 por William Hyde Wollaston. A pesar de que su uso mayoritario es para la fabricación de catalizadores el paladio también se halla en objetos como televisores, teléfonos, computadoras o contactos eléctricos de baja corriente.
El paladio pertenece al grupo 10 de la tabla periódica de los elementos, se representa como Pd, su masa atómica es 106,4u y su número atómico es 46. Otros usos que tiene son para la fabricación de oro blanco, material de odontología y para fabricar relojes.
Pertenece al grupo del platino (MGP) junto a otros cinco elementos con propiedades similares: platino (Pt), iridio (Ir), rodio (Rh), osmio (Os) y rutenio (Ru). Es resistente a la corrosión y no se oxida con el aire.
Reacciones adversas del paladio
El paladio al ser manipulado puede causar irritación o hipersensibilidad en la piel, ojos o en el tracto respiratorio. En su forma líquida puede causar quemaduras en piel u ojos.
Un metal antiguo
A pesar de que parezca que sus uso es reciente, se tiene datos de que en civilizaciones antiguas como las precolombinas o la egipcia el paladio era considerado como un metal precioso. Ciertos elementos del paladio como el cloruro de paladio son dañinos para la salud, incluso llegando a ser cancerígeno. En alguna parte de la historia de la medicina fue usado como tratamiento para la tuberculosis en la dosis de 0,065 g por día.