¿Qué pasaría si los humanos fuéramos capaces de controlar el clima? ¿O de provocar sismos en cualquier punto de la Tierra? El Proyecto HAARP lo responde.
¿Qué es el Proyecto HAARP?
Este proyecto, al que en español se le conoce como Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia, fue iniciado por la Fuerza Aérea y la Marina de los Estados Unidos en conjunto con la Universidad de Alaska. Las instalaciones para este proyecto se encuentran en Gakona, Alaska, lugar en el que fueron colocadas las famosas antenas hacia 1993.
¿Cuál era el objetivo del Proyecto HAARP?
La intención detrás de este proyecto era realizar una investigación sobre las propiedades de la ionosfera —es decir, la porción de la atmósfera que se encuentra los 85 km de altura desde la superficie de la Tierra y hasta los 600 km de altura— y cómo podría aprovecharse para mejorar las radiocomunicaciones, así como la detección de misiles.
¿Cómo funciona?
Para ello, los científicos instalaron una serie de antenas que tienen la capacidad de hacer radiotransmisiones de alta frecuencia, esta transmisión es tan poderosa que puede modificar una zona de la ionosfera, lo cual le ha dado origen a una serie de teorías de conspiración. Cuando el instrumento de investigación de la inosfera excita o estimula —pues modifica el electromagnetismo de ésta— a un área determinada entonces utilizan otros instrumentos científicos para estudiar los procesos físicos que ocurren en dicha zona, de acuerdo con la información de la Universidad de Alaska.
La primera aurora boreal creada por la humanidad
Antes de ahondar en las teorías de conspiración, en este sitio de investigación han ocurrido algunos avances impresionantes para la tecnología y para la humanidad, como lo fue el caso de la primera aurora creada por los humanos. Los investigadores de HAARP lanzaron distas transmisiones de radio —por ponerlo en términos sencillos—, creando así un brillo neon en el cielo, en un proceso que aún no comprendían del todo, pero que creían poder explotar para iluminar las noches citadinas.
La teoría de conspiración e Irán
El proyecto HAARP consiste de una investigación de millones de dólares que hacía 2014, después de más de dos décadas de trabajo el gobierno estadounidense quiso cerrar pues sus intereses habían cambiado. Posteriormente, en 2015 el programa pasó completamente a manos de la Universidad de Alaska Fairbanks y sus instalaciones están disponibles para otros investigadores y estudiantes interesados en el estudio de la ionosfera.
Sin embargo, muchas personas creen que más allá de la investigación de radiocomunicaciones se encontraba un objetivo mucho más siniestro y que le ha llevado el desastre a otras regiones del mundo.
La principal sospecha es que el gobierno estadounidense ha logrado controlar el clima por lo que es capaz de crear fuertes y peligrosas tormentas en cualquier lugar del mundo y por si fuera poco, también creen que es posible provocar terremotos (y tsunamis), es decir, Estados Unidos tiene en sus manos un arma climatológica que puede utilizar a su conveniencia sin que se le pueda atribuir el desastre y los daños causados.
Por ejemplo, algunos creen que el terremoto y tsunami que golpeó a Japón en 2011 fue resultado del uso del Proyecto HAARP, otros, como Hugo Chávez, expresidente de Venezuela, aseveró que el sismo de Haití de 2010 fue provocado por HAARP (o un proyecto similar).
La más reciente sospecha del uso de este proyecto es el sismo que se registró en Irán, país que actualmente está en el borde de un conflicto abiertamente armado contra los Estados Unidos. Esta coincidencia no ha pasado desapercibida por los usuarios del Internet, mismos que le han dado vida de nuevo a la teoría detrás del Proyecto HAARP y la posible capacidad de los humanos para controlar las fuerzas de la naturaleza.
No obstante, más allá de la teoría de conspiración o el secretismo que puede existir detrás de la investigación militar de los Estados Unidos, hasta el momento no ha habido evidencia contundente de que el proyecto (durante sus años en activo o después) sea el provocador de estos y otros graves acontecimientos en el mundo. Del mismo modo, otras naciones del mundo como China y Rusia han emulado este proyecto, dandole más motivos a los conspiracionistas para creer que en realidad es un arma peligrosa.
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