La noche del 29 de mayo, la sexta luna llena del año llegó con una sorpresa. Desde distintos puntos de México, miles de personas levantaron la vista y sorprendidas, intentaron tomar fotografías del fenómeno que acontecía ante sus ojos: un halo luminoso rodea al satélite natural de la Tierra, haciendo aun más escandalosa la belleza de la Luna Llena, pero… ¿de qué se trata?
¿Qué es un halo lunar?
Aunque en México estemos pasando por una de las ondas de calor más intensas de los últimos años, a cientos de kilómetros de altura, las condiciones de la atmósfera (la capa de gases que envuelve a nuestro planeta y de la que depende la vida en él) propician la formación de cristales de hielo milimétricos, que refractan la luz del Sol –que no de la Luna–, creando una apariencia de un halo que rodea al satélite natural de la Tierra.
Este fenómeno también acontece durante el día alrededor del Sol y a pesar de que es más probable y duradera su aparición en invierno, durante la primavera también es posible ver a la estrella más cercana a la Tierra con un halo y más tarde, a la Luna del mismo día:
«Los cristales de hielo en la atmósfera terrestre no sólo crean anillos alrededor del Sol, sino también anillos alrededor de la Luna. Si usted ve un pilar solar o un halo poco antes de que se oculte el Sol, esté alerta para ver anillos y pilares alrededor de objetos del cielo nocturno unas cuantas horas después».
¿Qué significa?
La desinformación corrió al instante y las teorías más descabelladas señalaban que este halo tenía alguna relación con el calor de la primavera o con un sismo, pero estas afirmaciones carecen totalmente de fundamentos científicos.
En la Antigüedad, distintas culturas tenían la creencia de que este fenómeno presagiaba la llegada de lluvias intensas. Actualmente, existe una correlación entre su aparición y precipitaciones pluviales en los días siguientes, pues los halos dependen de nubes de gran altitud y baja temperatura sobre la atmósfera, condiciones ideales para lluvia.