No hay síntomas visibles, tampoco es sencillo diagnosticarlo, la mayoría de gente no sabe que lo padece, el contagio es instantáneo y las consecuencias suelen ser muy graves. Se trata de la histeria colectiva.
¿Qué es la histeria colectiva?
La histeria colectiva, también llamada psicosis colectiva, es un fenómeno psicológico y social en el cual se contagian de manera muy rápida los síntomas histéricos de una persona, es decir cuando un grupo de personas cree que está sufriendo una enfermedad o dolencia similar, como un caso de hipocondría masiva. También se le conoce como histeria de masa o de grupo, psicosis colectiva o comportamiento obsesivo colectivo, aunque en la actualidad se cree más apropiado el término reacción de estrés colectivo. Por ejemplo; si un individuo enfermo o con una alteración causada por el estrés en un grupo, será cuestión de tiempo para que otros individuos en el mismo grupo comiencen a manifestar síntomas similares, físicos o emocionales.
Pieter Brueghel the Younger, La danza de la boda, Imagen: Mesiterdruke
Algunos casos históricos
A lo largo de la historia de la humanidad se han registrado varios casos de histeria colectiva, como la llamada “epidemia de baile” o “coreomanía” de 1518, en la cual cientos de habitantes bailaron en la ciudad de Estrasburgo durante un mes. Los distintos casos se “epidemias” de desmayos en las escuelas que se comprobaron carecer de algún sustento médico, así como las supuestas intoxicaciones masivas en las cuales muchas personas de una comunidad presentan síntomas parecidos, pero los exámenes de laboratorio no arrojan ningún resultado que se justifique con alguna intoxicación. La histeria colectiva también contempla las situaciones en las cuales se “han presenciado” eventos sobrenaturales, ya sea la aparición de algunos espíritus, seres espectrales, naves o luces en el cielo.
Otras situaciones de estrés extremo en las que se puede desarrollar la histeria colectiva es en la de la labor de rescate ante catástrofes naturales como tsunamis, explosiones de volcán o terremotos. Un ejemplo de esto es el caso especifico de los temblores de 1985 y 2017, cuando varios rescatistas aseguraron escuchar voces y gritos de niños que pedían ayuda: Monchito (1985) y Frida Sofia (2017), la histeria colectiva creció a un nivel tan grande que hubo medios de comunicación internacionales cubriendo estos hechos, indagando por la familia de los pequeños y buscando rastros de ellos, sin si quiera preguntarse por su origen o legitimidad.
El caso del coronavirus
Actualmente el mundo se encuentra alerta ante la aparición del brote de coronavirus; existe una alerta internacional para extremar precauciones sanitarias en la población y aislar los posibles casos de pacientes contagiados, lo cual es bastante complicado ya que los síntomas se pueden confundir fácilmente con los de la influenza o enfermedades respiratorias graves pero comunes.
El manejo de la información de los medios de comunicación debe ser muy cuidadoso y preciso, ya que deben de cumplir con la función de informar a la población en general sobre esta problemática, pero al mismo tiempo deben evitar un “brote” de histeria colectiva. Actualmente han comenzado a surgir reportes de personas que acuden a los hospitales ante sus sospechas de un posible contagio del virus, pero al ser revisados se encuentran en perfecta salud. El principal problema con esta situación es que saturan los hospitales y restan la eficiencia de los servicios médicos y de atender otras urgencias.
Sin embargo, es importante acudir a una revisión médica en caso de sospecha, siempre y cuando hayas revisado tu sentido común y reconozcas que no has sido contagiado por un caso de histeria colectiva.
En portada: Ahmed Yosri / Reuters-Grosby Group