Hace un par de meses, una bebé de 11 meses fue ahorcada desde la azotea de un hotel en Tailandia. El asesino: su padre. Cientos de miles de personas —niños entre ellos— presenciaron en vivo el suceso. El infanticidio fue transmitido por Facebook Live. Este no fue el primer caso trágico subido a la red en tiempo real; antes y después de él, cientos de asesinatos y suicidios aparecieron en la red social al alcance de –literalmente– todo el mundo.
Cualquiera puede transmitir vía Livestream actos violentos y, así, mostrar a todo el mundo una conducta suicida o psicópata. Según Facebook, este material será borrado sólo cuando ya no pueda hacerse nada para salvar a la persona o bien, en los casos en que tenga un especial interés mediático.
Esto puede sonar como una medida de protección para los usuarios y como un soporte de ayuda para familiares y amigos; finalmente es una manera potencial de dar aviso a servicios de emergencia o a la policía. El problema, sin embargo, es que las autolesiones van en aumento en lugar de disminuir. El argumento aducido por la red social es que este contenido se sube “como un grito de ayuda” y si se censuran, esto no podrá ser posible.
«No queremos censurar o castigar a las personas en peligro que están tratando de suicidarse. Los expertos nos han dicho que lo mejor para la seguridad de estas personas es dejar el Livestream, siempre y cuando interactúen con los espectadores […]. Sin embargo, debido al riesgo de contagio (es decir, algunas personas que ven el suicidio son más propensos a considerarlo), lo que es mejor para la seguridad de las personas que ven estos videos es, para nosotros, eliminarlos una vez que ya no hay una oportunidad de ayudar a la persona»., se lee en los archivos de Facebook filtrados por The Guardian.
¿Cómo normalizar éticamente a los casi 2 mil millones de usuarios que, actualmente, utilizan esta red?
Queramos o no, pornografía, terrorismo, canibalismo, violación, discursos de odio y suicidios son tópicos de contenido que la gente busca.
Millones de comentarios que van desde el acoso hasta las amenazas de muerte, son escritos a diario desde todas las latitudes del planeta. Los usuarios, finalmente meros algoritmos protegidos detrás de sus dispositivos, no tienen un criterio moral para opinar con restricciones.
El abuso animal es considerado como “violencia alarmante”, sin embargo, no se retirará. «Permitimos a la gente compartir imágenes de abuso de animales para concientizar y condenar el abuso, pero eliminamos el contenido que exalta la crueldad contra los animales», es su justificación. El acoso a menores tampoco será retirado. Según la red social, el motivo es que sólo así podrá identificarse a la víctima y al victimario y actuar al respecto.
La censura de la foto “La niña del Napalm”, el año pasado, fue un acontecimiento que puso el dedo sobre la llaga respecto a las políticas de restricción de Facebook ,¿por qué censurar una de las más icónicas imágenes que mostraron al mundo lo aberrante de la Guerra de Vietnam? Facebook adujo que la fotografía se censuró por el desnudo, sin embargo, tras las protestas a nivel mundial, ha informado que se permitirán imágenes que muestren el terror de la guerra. No obstante, seguirán prohibidos los desnudos infantiles del Holocausto. La pregunta legítima es, ¿por qué se hace esta diferenciación?
El problema toma todas sus dimensiones cuando se conoce que, para todos esos usuarios a nivel mundial, el equipo de moderadores –que son las personas en los que recae la decisión de eliminar o no el material— está integrado por apenas 4500 individuos.
Tenemos miles de motivos para cuestionar las políticas de Facebook. Permitir el acceso a contenidos violentos ¿no es una manera de incentivarlos? Además, ¿cuál es el criterio para determinar los contenidos de desnudo que pueden verse y cuáles no? ¿Acaso la falta de rigidez en la permisión de los contenidos no vulnera a los niños y adolescentes a ser objeto de violencia y abusos?
Ateniéndonos a los hechos, esto se ha salido de nuestras manos. Quizá ni el propio Mark Zuckerberg imaginó jamás los alcances de esta plataforma. Probablemente no tenía cómo pensarlo siquiera y aún existen consecuencias que no imaginamos. Incluso sin proponérnoslo, tan sólo abrimos nuestro timeline y vienen a nuestros ojos cientos de videos e imágenes con material explícitamente violento.
¿Es Facebook sólo el reflejo de una sociedad enferma y decadente o es el semillero y propulsor de esta violencia inhumana? Es difícil resolverlo, pero si quieres saber más sobre esta red, descubre ¿por qué Facebook destruirá tu futuro antes de que te des cuenta? Y conoce la aplicación que analiza tu perfil psicológico según tus redes sociales.
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Referencias
The Guardian
El Diario
Clarín
Fotos
Unsplash