Suena asqueroso, quizás en cuanto termines de leer este artículo deseches tu cepillo de dientes y te compres uno nuevo, pero es imposible detener la reproducción de las bacterias, gérmenes y otros microorganismos. Desafortunadamente, el aire está repleto de partículas de tierra, plantas, excremento, humo, smog, entre otras cosas que afectan la salud. Una vez que respiramos ese aire lo purificamos y exhalamos uno limpio. Pero en el caso de los objetos, no tienen manera de expulsar la contaminación de sí, por lo que en lugar de desechar, la acumulan.
Ahí están esas bacterias, seres vivos casi invisibles que atacarán apenas puedan y más aún si no se tiene un cuidado apropiado con cada uno de los productos en los que se acumulan, por lo que es necesario mantenerlos limpios y lo más higiénicos posible, esto incluye no prestarlos a nadie porque aunque puede ser muy cómodo compartir labial con las amigas, jabón con la pareja o los audífonos con el compañero de asiento, es realmente un crimen a tu organismo ya que estás propinándole a otros tus bacterias y estás absorbiendo las de la otra persona, pero… ¿sabes por qué es tan malo?
_
Los hongos y el jabón que compartes
Cuando la barra de jabón es usada por varias personas, pueden contagiarse microorganismos propios de la piel. Sin embargo, hay personas que tienen más y otras que generan menos, por ello, cuando la piel entra en contacto con estas bacterias y la humedad común de un baño —aun sin agua saliendo de la regadera— pueden crearse hongos en zonas que por lo general no se ventilan posterior al baño.
_
Puedes llenarte de gérmenes cuando secas tus manos
Las toallas para secarse las manos en el baño deberían ser personales y de preferencia desechables, ya que en ellas se acumulan gérmenes y levaduras por la humedad que guardan. Además, si no se lavan al menos cada 2 semanas, pueden incubar gérmenes que dañan tu organismo provocando enfermedades cutáneas.
_
El desodorante en roll-on y en barra transportan gérmenes
Las axilas sudan y están en contacto con las partículas del mismo producto. A veces, por las prisas típicas de cada día no existe una limpieza completa o más profunda de esta parte del cuerpo, por lo que la aplicación del desodorante sólo va acumulando más y se pegan en él, por ello, si lo compartes, no sólo le estarás pasando al otro tus residuos, sino que tendrás los suyos en tu piel también.
_
Puedes tener mal aliento
Jamás compartas un cepillo dental, ya que éste se introduce diariamente en tu boca acumulando millones de microorganismos entre las cerdas. Además, si lo tienes cerca del inodoro, las bacterias que emanan de él se pueden adherir al cepillo provocando severas infecciones bucales que no se eliminan fácilmente y a su vez tendrás mal aliento.
_
Puedes tener brotes de fuegos labiales
Esto ocurre si compartes labial. No importa si es en brocha, roll-on, barra o bálsamo. Los labios suelen tener piel muerta alrededor, por lo que la acumulación de la misma es causante de infecciones que, a su vez, son la principal razón por la que salen fuegos labiales. Estos brotes pueden derivar en herpes, la cual resulta difícil de tratar.
_
Los rastrillos son capaces de provocarte enfermedades
Es decir, cuando éstos pasan por la piel se llevan el vello, células muertas y a veces, un poco de la dermis, en especial si es muy delgada. Esto puede provocar que haya un poco de sangre en la superficie y se anexe a la navaja. Cuando alguien más la usa, pasa lo mismo, entonces, si alguno de los dos tiene alguna enfermedad que se transmita por medio de la sangre, estás contagiado automáticamente.
_
Los audífonos podrían causarte inflamación
El cerumen que sale del oido se acumula en las gomas de cada uno, y al pasar de persona en persona se juntan bacterias y microorganismos que generan infecciones e inflamación provocando tapones o la hinchazón de los canales de audición. Se recomienda limpiarlos cada vez que se dejen de usar, aunque sea todos los días.
_
Prestar un cortauñas puede ocasionar verrugas
Las uñas guardan la mayor cantidad de bacterias, hongos y virus, por lo que al usar una herramienta para recortarlas se puede adherir a ésta todo lo que se va acumulando a lo largo del día. Prestarla a otra persona puede ocasionarle hongos y otros padecimientos cutáneos, como verrugas, a lo largo de la mano.
_
Usar los aretes de otros podría causarte hepatitis
En especial si son de materiales como fierro o metal de baja calidad ya que pueden provocar infecciones, además, la grasa que se acumula en los orificios se junta con las bacterias propias de los componentes y, por lo consiguiente, pueden dar pie a infecciones severas y enfermedades más graves con el tiempo, como la hepatitis de diversos tipos.
_
Podrías tener acné gracias al uso de brochas y esponjas
Si son propias, deben ser lavadas con frecuencia o de lo contrario se acumularán bacterias y ácaros, pero si se comparten entre varias personas, estas bacterias pueden acumularse y mezclarse de tal modo que el acné puede acentuarse y crear reacciones alérgicas, hongos y la piel en extremo grasosa.
_
El rímel puede provocar orzuela
Desafortunadamente, el compartir máscara de pestañas puede ocasionar que las bacterias que se quedan en el cepillo se esparzan a lo largo de las pestañas y se mantengan ahí introduciéndose al ojo hasta generar infecciones e irritación, mientras que con cada pestaña puede haber daños severos, incluso pueden causar orzuela en ellos.
_
Puedes tener caspa si has compartido gorros o sombreros
Una cabeza suda casi un litro a lo largo de un día, esto se acumula en los sombreros y puede ser, incluso, causante de alergias e irritación en la piel. De igual manera, pueden quedarse restos de caspa y de resequedad, misma que además de infecciones, creará hongos en la cabeza y éstos a su vez se reproducirán en tu cabeza que, por lo general, permanece húmeda, clima apropiado para las bacterias y hongos.
Debes de cuidar mucho más de tus pertenencias y protegerte a ti misma de todo aquello que puede afectar a tu salud; sin embargo, basta con tener bien definido qué es lo que no puedes prestar a los demás por tu propio bien y el de ellos. Cuida de tu piel, tu organismo y tu estabilidad. Cuidar de tus objetos personales y de mantenerlos en buen estado es la manera más higiénica de mantenerte sano.