That’s one small step for man, one giant leap for mankind (…).
—Neil Armstrong
La palabras del astronauta norteamericano de la misión Apollo 11, al poner por primera vez un pie en la Luna, son recordadas por todo el mundo. Lo que pocos saben es que no fue lo único que dijo. En algún momento de su conversación con la Tierra, Armstrong dijo una frase que causaría sorpresa y misterio durante varios años: “Buena suerte, señor Gorsky”. Muchos se preguntaron a qué se refería y Armstrong no cedía en la presión cuando le preguntaban acerca de ello.
El alunizaje del 20 de julio de 1969 ha sido una de las grandes hazañas en la historia del hombre. Hizo de la conquista del espacio una realidad.
No fue hasta un cuarto de siglo después, el 5 de julio de 1995 en Florida durante una entrevista, cuando por fin rompió el secreto: de niño, Armstrong jugaba béisbol en el patio trasero de su casa cuando su pelota fue a dar debajo de la ventana del dormitorio de sus vecinos, el matrimonio Gorsky. Cuando se dirigió por ella, escuchó a su vecina decir desde el interior de su hogar: “¿Sexo oral? ¿Quieres sexo oral? ¡Tendrás sexo oral cuando el chico del vecino se pasee por la Luna!”
Por ello, cuando el buen Armstrong paseaba por la superficie lunar, recordó que tal vez su vecino estaría pasando un buen momento en casa.
Ésta es una de las decenas de anécdotas y secretos que circundan alrededor del programa espacial más importante y controvertido en la historia de la NASA: los viajes de las naves Apollo a la Luna. Algunos teóricos de la conspiración aseveran que ninguno de estos viajes se llevó a cabo y que todo fue un teatro montado por la agencia para ganar la carrera espacial a los rusos. La versión oficial dice que las misiones se llevaron a cabo de 1968 hasta 1972, en las cuales un total de 12 hombres caminaron por la Luna. Han pasado casi 50 años y desde entonces, nadie ha regresado a ella. Conoce más datos acerca de este histórico acontecimiento:
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Retratos de playmates en los libros de checklist y tareas
No sabemos si fue una broma o si la intención era que los astronautas Alan Bean y Pete Conrad tuvieran algo con qué entretenerse. Cuando ambos revisaron los libros de checklist se encontraron con que en algunas páginas alguien había incluido retratos de Playmates. Las chicas se mostraban sonrientes y desinhibidas. Más tarde se enteraron de que el responsable de colocarlas ahí había sido el comandante de reserva Dave Scott. Los astronautas se tomaron el detalle con gracia y se limitaron a reír.
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La primera bandera fue quemada
El astronauta Buzz Aldrin será recordado por haber colocado la primera bandera de los Estados Unidos en la Luna. Sin embargo, horas después, cuando él y Armstrong treparon a la nave para volver a la Tierra, el fuego emergido para impulsarla quemó por completo la bandera. Los siguientes astronautas tuvieron la precaución de poner el estandarte estadounidense en una zona lejana al área de despegue para evitar su destrucción.
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Mensaje de constancia
Cuando Neil Armstrong y Buzz Aldrin estaban en la Luna, leyeron una placa firmada por ellos, el presidente Richard Nixon y Michael Collins, piloto del módulo de mando: “Aquí los hombres del planeta Tierra pusieron el pie en la Luna, julio de 1969, D.C. Venimos en paz en nombre de toda la humanidad”.
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Experimentos mentales no autorizados
En la misión del Apollo 14, el astronauta Edgar D. Mitchell llevó a cabo experimentos de percepción extrasensorial sin el conocimiento de sus jefes ni de sus compañeros de tripulación. Él y un grupo de médicos de Florida habían organizado el proyecto, el cual consistía en lo siguiente: durante las primeras horas de sueño de los viajes de ida y vuelta a la Luna, Mitchell pensaría en un conjunto de símbolos usados durante esta clase de experimentos. Desde la Tierra, los médicos analizarían la posibilidad de que los mensajes mentales pudieran viajar a miles de kilómetros de distancia espacial. A pesar de que los resultados no fueron convincentes, se publicaron en The Journal of Parapsychology.
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Un ritual religioso en la Luna
Antes de que Neil Armstrong y Buzz Aldrin determinaran que era momento de salir a la superficie lunar, el último realizó un acto de fe en la nave: de una bolsa extrajo una pequeña pieza de pan, vertió sobre ella un poco de vino de un diminuto cáliz y tomó la Sagrada Comunión. El acto significó para Aldrin trascender más allá de la tecnología y las máquinas para hacer del momento una comunión entre el hombre y el espíritu. Las palabras que el astronauta empleó antes de lo narrado fueron: “Me gustaría aprovechar esta oportunidad para pedir a todas las personas que escuchan, quienquiera y donde quiera que estén, hacer una pausa por un momento y contemplar los acontecimientos de las últimas horas y dar gracias a su manera “.
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Pólvora mojada
Cuando los primeros astronautas en pisar la Luna regresaron a su nave, les llamó la atención el desagradable olor del satélite de la Tierra. El polvo de la Luna asentado en sus trajes tenía un olor acre, parecido al de la pólvora mojada. Armstrong lo comparó con el olor que despiden las cenizas mojadas de una chimenea. En su aspecto químico, la pólvora y la Luna no tienen ninguna relación, por lo cual la causa del olor de la Luna sigue siendo un misterio.
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Problemas gástricos
Los astronautas de la misión del Apollo 15, Dave Scott y Jim Irwin, presentaron ligeros problemas de corazón a su regreso debido a una deficiencia de potasio en su dieta. La NASA decidió resolverlo en la siguiente misión suministrando altas dosis de jugo de naranja con potasio. Por desgracia, los resultados fueron problemas de constantes flatulencias para los astronautas del Apollo 16, John Young y Charlie Duke. El inconveniente de ello es que las flatulencias emiten gas metano, el cual es inflamable y peligroso para cualquiera que esté metido en un traje espacial.
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Lágrimas en la Luna
El astronauta Alan Shepard no sólo fue el comandante de la misión Apollo 14, sino el hombre más veterano en caminar por la Luna cuando lo hizo a los 47 años de edad. También fue el primero y quizás el único en llorar en el espacio exterior. ¿Qué causó esa reacción tan emotiva? Años antes no fue tomado en cuenta para otras misiones espaciales debido a un trastorno sufrido en su oído. Prometió recuperarse para hacer realidad su sueño y lo cumplió en 1971, cuando dio sus primeros pasos en la superficie lunar.
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Gasto absurdo
La mayor parte del pueblo norteamericano consideraba que emplear recursos públicos para ir a la Luna era un desperdicio. El 25 de mayo de 1961, en un discurso ante el Congreso, el presidente Kennedy pidió: “Creo que esta nación debe comprometerse a alcanzar el objetivo, antes de que termine la década, de desembarcar a un hombre en la Luna”. Una encuesta emitida poco después de este discurso mostró que el 58 % de la nación se oponía a la idea.
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Escultura conmemorativa
El comandante del Apollo 15, David Scott, quiso rendir homenaje a los astronautas, tanto americanos como rusos, fallecidos en la carrera espacial. Pare ello, solicitó al artista belga Paul Van Hoeydonck que realizara una escultura que recordara a los nombres de los caídos. Van Hoeydonck resolvió hacer una pieza que no hiciera referencia a ninguna raza o nacionalidad en específico. El 1 de agosto de 1971, la tripulación del Apollo 15 colocó la placa conmemorativa con los 14 nombres de los homenajeados y la escultura en el cañón Hadley, sitio en el cual permanece hasta la actualidad.
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Referencias:
NASA
Listverse
CNN
