Señales de que podrías tener hepatitis y no darte cuenta

Señales de que podrías tener hepatitis y no darte cuenta

Señales de que podrías tener hepatitis y no darte cuenta

El 28 de julio de cada año tiene lugar el Día Mundial contra la Hepatitis y en esta ocasión la OMS ha decidido enfocarse en el tema “Pruebas. Tratamiento. Hepatitis”, ya que un diagnóstico certero y a tiempo puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Esta enfermedad afecta al hígado —un órgano que tiene más de 500 funciones, pero que primordialmente se ocupa de eliminar las toxinas y otras sustancias como los fármacos o el alcohol de nuestra sangre— y consiste principalmente en la inflamación de éste.

Los tipos de la hepatitis se dividen en A, B, C, D, E, F y G, siendo los últimos dos los más recientes y por lo tanto menos estudiados. La hepatitis A y E en principio se originan debido al consumo de agua contaminada —por lo que en los países con menor acceso al líquido vital son más propensos a desarrollarlas—, mientras que los tipos B, C y D se deben al contacto de fluidos corporales, ya sea durante el sexo, por usar jeringas y agujas no esterilizadas, o por una transfusión de sangre contaminada. 

De acuerdo con el informe mundial de la OMS del 2017, alrededor de 325 millones de personas padecen algún tipo de enfermedad crónica —como el cáncer hepático— causada por el virus de la hepatitis B o C. La cifra asciende a tal número dado que la mayoría de los afectados no tienen acceso a servicios de salud que auxilien tanto en el tratamiento como el diagnóstico. Y por si necesitabas una estadística todavía más grave, la hepatitis causó 1,34 millones de muertes tan sólo en el 2015 y van en aumento.

Es precisamente la falta de información y de recursos lo que nos hace propensos a sufrirla y no darnos cuenta, ya que su sintomatología, dependiendo del tipo, en ocasiones puede ser casi inexistente hasta que es demasiado tarde, o bien se puede confundir con los de otras enfermedades como la influenza. Sin embargo, en muchos países se ha difundido la aplicación de la vacuna contra la hepatitis A y B —y derivadas de estas también te protegen contra la D y E—, por lo que el riesgo de que la contraigas es bajo, mientras que la C se trata con medicamentos antivirales.

Algunos de los síntomas cuando se trata de una infección aguda son:

+Coloración amarilla en la piel y en el blanco de los ojos —llamada ictericia—.

+Nauseas

+Vómito

+Cansancio

+El color de las heces fecales cambia a un color muy claro.

+La orina adquiere una tonalidad oscura.

+Dolor abdominal

+Insuficiencia hepática

Tanto la ictericia como el cambio de color de las heces y la orina se deben a la acumulación de la bilirrubina —sí, esa cosa que solías escuchar que tus abuelos decían—. Esta sustancia, que no es más que resultado del proceso de degradación de los glóbulos rojos, es eliminada por el hígado, sin embargo cuando éste no metaboliza adecuadamente, la bilirrubina se empieza a acumular en nuestro sistema al grado que afecta nuestra piel y mucosas. Asimismo la propia ictericia puede provocarte comezón en a piel ya que la irrita.

Mientras que la insuficiencia hepática aguda ya es una señal definitiva de que el hígado ha dejado de funcionar, dado que la inflamación es extremadamente fuerte. Éste es el peor cuadro posible, dado que la falla de un órgano vital provoca un efecto dominó que nos puede llevar a la muerte y su única solución es un transplante de hígado.

¿Cómo saber si tienes hepatitis?

La única forma para asegurarte de que no tienes ningún tipo de hepatitis es haciéndote una prueba de sangre con tu médico de confianza o en un laboratorio. Sin embargo, debes tener en cuenta que la hepatitis A después de 6 meses de haberla contraído, ya no aparece en las pruebas.

Si crees que has sido expuesto al virus, no dudes en acudir a tu médico, sólo él podrá darte certeza, así como el tratamiento adecuado.

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