“El Siglo XXI nos ha sido difícil porque tenemos problemas que nos dividen cada vez más”, esto afirma Martín Jaramillo, Head of Brand Strategy de #Twitter México. En una época donde la presencia de la tecnología es cada vez mayor con la finalidad de facilitar nuestras actividades cotidianas, ¿realmente es más difícil vivir? Algo en lo que diversos expositores de la #SMWMéxico 2018 concuerdan es el hecho de que cuando la tecnología se emplea de forma incorrecta, suele haber repercusiones negativas en vez de impactar de forma positiva como debería.
Todos hemos escuchado alguna vez una frase similar a “ahora con la tecnología estamos cada vez más cerca los unos de los otros” pero, ¿será cierto? El objetivo de Social Media Week, celebrada desde el 11 hasta el 13 de junio en el Auditorio Blackberry, es hacernos reflexionar sobre un asunto relacionado a la industria de la tecnología y los medios. Este año el tema fue “Closer”, con el cual nos ponemos a pensar sobre si en una sociedad infestada de gadgets realmente nos unimos más o si más bien nos deshumanizamos convirtiéndonos en una sociedad hiperindividualista y narcisista. Esto es un poco de lo que vivimos el primer día.
Algunos afirman que somos la generación más sensible, que mostramos mayor vulnerabilidad, pero ¿realmente nos hemos vuelto más emotivos o sencillamente encontramos nuevos canales de expresión? Para bien y para mal, las redes sociales son una herramienta muy poderosa que funge como arma de doble filo. Si bien estas redes se prestan como un medio para comunicar nuestros pensamientos, ideologías y hasta nuestro sentir, también se prestan para recibir agresiones y juicios de terceros, porque siendo realistas, no hay nadie más valiente que un cobarde detrás de un ordenador. Entonces, nuevamente podemos cuestionarnos: ¿realmente somos más sensibles o simplemente estamos más dispuestos a expresarnos a través de plataformas que nos hacen más vulnerables?
De acuerdo con estudios, además de sensibles, somos la generación con autoestima más baja hasta ahora y realmente no es nuestra culpa. Cómo evitar la inestabilidad emocional cuando estamos rodeados de escenarios maquillados donde sea que volteemos, pues la vida es maravillosa a través de #Instagram sin importar cómo nos sintamos realmente, ¿no? Qué importa si por dentro estamos agobiados con preocupaciones o depresión cuando en el último post que publicamos nos vemos sonrientes en la alberca de un resort con una margarita en la mano y todo para que otro usuario comente lo mal que se ve el “gordito” que se desborda por un costado del traje de baño. Esa es la otra cara de la tecnología, la cara que proyecta todo lo malo que existe entre nosotros como sociedad.
Martín Jaramillo, Head of Brand Strategy Twitter México.
Por eso, movimientos como #endthehate recobran tanta importancia en el presente. Por ejemplo, #Twitter lanzó una campaña llamada #speakbeautiful con el objetivo de disminuir el self shamming y el hate en dicha red. A pesar del éxito obtenido con ésta, aún existe un largo camino por recorrer, pues no importa cuántas dinámicas se implementen, la raza humana es la única que entre sí misma se destruye sin objeto alguno, lo cual nos dice mucho sobre nosotros mismos. La verdadera probabilidad de efectuar un cambio y empoderarnos en lugar de destruirnos mutuamente, recae en nosotros mismos.
Como nos enseña el creativo, emprendedor, filósofo y experto, Dani Granatta, es de suma importancia que rompamos estereotipos y prejuicios, que pensemos fuera de la caja, porque no podemos permitir que la tecnología evolucione mientras nosotros mantengamos una mentalidad retrógrada y arcaica basada en prejuicios. De acuerdo a Granatta, “el futuro no existe” ya que no está aquí. Es necesario que nos ubiquemos fuera del Man Box que nos hace orientar todo hacia la mentalidad del hombre blanco, heterosexual, privilegiado, pues el mundo es más diverso que eso.
Daniel Granatta, creativo.
Además, la urgencia de esto está relacionada con el hecho de que permitimos que la tecnología tome control de decisiones importantes cada vez más. Si observamos, los algoritmos comienzan a ser aquellos que eligen y seleccionan por nosotros, ya sean disyuntivas personales, económicas o personales; ergo, es necesario que aquellos que programan los algoritmos tengan la mente abierta y actualizada a la par con la sociedad en que vivimos, de otra forma corremos el riesgo que la inteligencia artificial nos supere y tome las decisiones erróneas.
Entonces, ¿es realmente difícil vivir en el siglo xxi? Sencillo no es, por eso mismo es importante que pausemos a reflexionar sobre qué sociedad queremos y necesitamos, que continuemos el desarrollo tecnológico sin perder nuestra cualidad humana y, muy importante, que nos unamos más como personas. Si aún quieres ser parte de Social Media Week aquí.