Muchas son las teorías que intentan explicar de dónde venimos y para ponernos a pensar un poco más, está la de la simulación, esa que asegura que somos parte de un juego de realidad virtual.
Existe una posibilidad, según los expertos, de que alguien superior haya creado todo un escenario digital en el que nosotros somos los ‘jugadores’, aunque sería casi imposible saberlo, ya que llegaría un punto en el que no distinguiríamos entre la realidad física y la virtual.
El físico Michio Kaku plantea que de ser “un par de marionetas bailando en la pantalla de alguien”, los cuestionamientos importantes son: “¿Quién ve la pantalla? ¿Quién está a cargo? ¿Quién estableció las reglas de lo que creemos que es una realidad, pero es la imaginación de alguien? O peor, ¿qué ocurre si la civilización decide apagarla?”.
Lo último significaría la mayor amenaza, el fin de nuestra simulación que habría cumplido su propósito, mientras que los ‘jugadores’ lo estaríamos relacionando con el ‘fin del mundo’. Entonces, el juego se habría acabado porque alguien desconectó lo que llamábamos ‘realidad’.
Por qué podríamos ser parte de un juego de realidad virtual
Rizwan Kirk, autor del libro ‘The simulation hypnothesis’, destacó durante una entrevista, que aunque muchas personas crean que la teoría de la simulación es absurda, desde hace miles de años, las religiones sostienen que nuestra realidad “es controlada por un ser superior que no comprendemos del todo”.
“Eso es lo que nos dicen, que hay más realidades y que son más grandes, que hay poderes superiores que han hecho el mundo que habitamos”, dijo.
Define este concepto como “la posibilidad de que alguien más grande que nosotros nos inventó todo esto, pero no lo sabríamos a no ser que los dioses o programadores nos lo hicieran saber”.
Para qué crear una simulación
El físico Michio Kaku explicó que estos seres superiores o programadores habrían creado un juego de realidad virtual para ver cómo las civilizaciones surgen y caen, lo que sería algo apocalíptico y trágico para nosotros, como “si fuéramos roedores en un laberinto virtual”.
La mayor prueba de que esta teoría no es una simple idea descabellada, es que en la actualidad se utilizan simulaciones informáticas avanzadas para prepararnos ante los terremotos y otras amenazas catastróficas.
Por ejemplo, en 2017, científicos del Instituto de Investigación de Terremotos, realizaron un inusual experimento utilizando el potente microprocesador conocido como ‘la súper computadora K, en la que crearon una simulación sumamente detallada de la ciudad de Tokio para después destruirla.
De este tipo de hechos, deriva la teoría que asegura que somos parte de un juego de realidad virtual, esperando el momento en el que ese ‘alguien’ decida desconectarla.