Sin excusas
El dinero nunca debería impedir el tránsito por el país. Es claro que disociar la inversión monetaria del turismo no es posible siempre, pero cargar una billetera llena cada que se decide salir al mundo no es una obligación primordial. Sobre todo si como mexicanos tenemos tantos lugares magníficos y económicos los cuales podemos visitar durante todo el año. Descubrir sitios extraordinarios, culturas enigmáticas y comunidades ricas en tradición es posible prácticamente a cada vuelta de la esquina, en cada kilómetro recorrido o en cada poblado cercano.
No es necesario ir a los lugares de siempre para maravillarse ante la majestuosidad de México; en especial, si consideramos que justamente esos destinos son los que más solvencia o gasto exigen. Para experimentar el espíritu verdadero de la nación y la trascendencia de sus costumbres, no es una imperante necesidad tomar carretera o avión a Cancún, Los Cabos y demás rumbos reconocidos en la excursión mexicana, basta con volver la mirada hacia esos rincones generalmente omitidos para hallar la estupefacción en su más grande gesto.
Principalmente si lo que se desea es salir de excursión cuanto antes, pero la amenaza de las vacaciones masivas atenta en contra de nuestras intenciones, es evidente que la mayoría de las personas querrán dirigirse, con seguridad, a los mismos lugares de siempre. Entonces ¿por qué no estudiar otras alternativas?
A continuación, se enlistan 8 propuestas turísticas que pueden cumplir con ambos temas aquí abordados: no estarán repletos de gente ni significarán un financiamiento sobrehumano.
Para vacacionar
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Acolman, Estado de México
La importancia y recomendación de este pequeño lugar emerge del misticismo y fascinación que proyecta el exconvento de San Agustín Acolman en cada uno de sus edificios centenarios y sus detalles extraordinarios. Aquí no son necesarios los trazos de calles ni las grandes plazas o edificios, la misma naturaleza se ha encargado de darle el encanto de sus amplios llanos y la frescura de la vegetación que lo rodean; convirtiéndolo así en un lugar digno de ser visitado en un aire similar a las viejas películas mexicanas. Perfecto para ir en familia o entre amigos exploradores.
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Cosalá, Sinaloa
Su caluroso verdor invita al ecoturismo y a la diversión; su gastronomía y leyendas fantasmagóricas a la fascinación. Este pueblo mágico estuvo ocupado por tepehuanes, acaxees y xiximies; la hermosa vegetación que lo rodea hace honor a su nombre prehispánico Quetzalla o Cozatl, que quiere decir “lugar de bellos alrededores” y al vestigio arquitectónico cultural que las viejas comunidades dejaron a su paso. Ideal para ir entre amigos.
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Creel, Chihuahua
En el corazón de la Sierra Tarahumara, Creel es la entrada a un sinfín de bellezas naturales; entre bosques, peñas, cuevas y demás formaciones, como las espectaculares Barrancas del Cobre, los lagos, cascadas y ríos, se puede encontrar el lugar ideal para conocer más de la cultura rarámuri. También es el paso del tren Chihuahua al Pacífico y el hogar de antiguas misiones.
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Huasca de Ocampo, Hidalgo
También entre un sistema montañoso, este pueblo da la bienvenida con un inmenso muro de piedra y un arroyo arbolado; además de recorrer el pueblo con sus casas de tejado rojo, su jardín principal y la Iglesia de San Juan Bautista, es posible visitar la Hacienda de San Miguel Regla y los Prismas Basálticos. El primero, un destino diseñado por el hombre; el segundo, un sitio formado hace millones de años por rocas poligonales.
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Grutas de Balankanché, Yucatán
A kilómetros de Chichen Itzá, se encuentran estas formaciones rocosas enclavadas en las entrañas de la tierra. Se puede preguntar especialmente por Trono de Balam, el Almacén y la Cámara de la Ceiba, nombres que se le ha dado a algunas de ellas. En sus senderos aparecen esparcidas ofrendas, trozos de jade, metates, piezas de cerámica, incensarios y huellas de manos en las paredes; este lugar conjuga el misticismo de la tradición mexicana y las maravillas de la naturaleza que, día a día, dan un espectáculo de luz y sonido.
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La Encrucijada, Chiapas
Es un humedal costero que mira hacia a las costas del Océano Pacífico desde la comunidad de Chocohuital hasta Barra San Simón. Fue decretado Reserva de la Biosfera en 1995 y en sus más de 144 mil hectáreas se aloja una gran riqueza biológica; todo en la zona está regido por el cruce de agua dulce y salada, cabañas, hamacas, bosque y manglar, animales exóticos y aves majestuosas.
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Chupaderos, Durango
Un pequeño pueblo donde se filmaron decenas de películas western. Los montes llenos de cactáceas y las nubes casi pintadas sobre el cielo recuerdan inmediatamente a la cinematografía norteamericana. Aquí se encuentra una calle que, como tal, se llama Western y está compuesta de fachadas características del Viejo Oeste: cantinas, bancos, comisarías, tiendas de ropa y demás. Toda una experiencia para tener unas vacaciones fuera de serie.
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Tzintzuntzan, Michoacán
Su nombre significa “lugar de colibríes”, así de mágico es este destino, el cual está dispuesto en una elevación natural a orillas del Lago de Pátzcuaro. Esta población tiene un encanto particular, pues al igual que algunas otras ubicadas en sus alrededores, muestra una arquitectura de cierta evocación colonial. Sobresalen sus calles empedradas y antiguas casas de una planta con techumbres de teja rojiza; sobreviven entre la comunidad su lengua original y sus tradiciones de noviembre.
Si acaso, lo más costoso que se puede presentar en estos viajes es el transporte, pero sabiendo organizar bien las rutas y las escalas es imposible que ello represente más de lo que estamos dispuestos a gastar. De no haber encontrado en esta lista el lugar ideal para el próximo mes, puedes leer 10 viajes baratos que tienes que hacer con tus amigos este 2016 y 10 destinos con los vuelos más baratos.