Hablar es demostrar que eres un ser complejo. La importancia de la comunicación puede partir de ello: es una capacidad en extremo complicada, estructurada y rica que nos permite entender y ser entendidos. Ahora, imagina que estás en medio de una tierra extraña, en un lugar completamente alejado de casa y pierdes tu habilidad de habla. ¿Cómo demostrar que eres más que un cuerpo vacío y una mente robótica? ¿De qué manera hacerte humanamente presente y, sobre todo, manifestar tus necesidades, tus inquietudes, tus disfrutes?
Claro, la lengua no es la única forma de comunicarnos sobre el planeta, pero sí es la más rica y precisa que pueda existir, haciendo de su ausencia algo realmente doloroso; siendo el logro más importante de nuestra especie, en ocasiones puede quedarse corto, imposibilitarse o no compartirse, deviniendo en tortura para la persona que intenta expresarse. Recordando un poco a Vigotsky, el papel del lenguaje es mediar cultural e instrumentalmente el acto humano, es crear mundos y dar finalidades; entonces, luchar en forma y estructura por no caer en la ausencia o la vulnerabilidad, se hace urgente durante un viaje por medio del idioma.
No sólo es perseguir la funcionalidad, es descubrir lo que hay adentro cuando todos lo de afuera se une para presionar las cortezas. Por ello, para no arrastrarse en la insuficiencia de la pronunciación y el significado, los siguientes consejos se hacen vitales no porque puedas extraviarte en medio de una guerra –que nunca hay que descartarlo–, sino para no caer en la soledad ni conocer el anonimato.
1. Palabras básicas
Desde un “hola” hasta un “gracias por la ayuda”, armar un glosario de 20 palabras o expresiones básicas es de gran ayuda; además, los locales siempre son más atentos si ven que intentas comunicarte en su propia lengua.
2. Sonreír
Siempre ayuda. Sólo no hay que exagerar.
3. Utilizar las manos
Sobre todo porque la gente que se expresa con las manos es más confiable. Imagina a alguien hablando totalmente inmóvil; no inspira confianza.
4. Cargar con papel y pluma
Porque jugar Pictionary de turista es aún más interesante que hacerlo con los amigos durante la fiesta.
5. Usar un traductor
Sólo no te fíes. Puedes ocuparlos sin creer que dicen la absoluta verdad y después ponerlo a prueba con el punto de las manos.
6. Planear tu llegada
Bajar del avión, sufrir el jetlag y asustarte con cada persona que te acecha en el aeropuerto con un “Come with me” no es una opción. Arregla que un auto pase por ti y no sucumbas ante los riesgos; también puedes solicitar a alguien que hable inglés para hacerte más sencillo el traslado.
7. Preguntar conscientemente
No pidas direcciones a la gente equivocada; acercarte a ese niño con cara de asesino no es una buena opción. Piensa en inglés y aproxímate a quien parezca hablarlo; un joven adulto de traje suele ser la mejor alternativa a donde quiera que vayas.
8. Conseguir los datos del hotel en la lengua local
Y tenerlos en un papel o en la business card del lugar; así puedes mostrarla fácilmente en un taxi o a un transeúnte si estás (medianamente) perdido.
9. Cargar con palabras en el bolsillo
Pide a tu concierge en el hotel que escriba algunos nombres o direcciones clave en un papel y llévalos a todo lugar; pueden ser de gran ayuda en cualquier momento.
10. Tomar fotos
Sobre todo de los lugares o rutas por los que hayas andado, aunque también valen los que hayan movido tu gusto; así podrás preguntar por ellos después y quizá no perderte tras una larga tarde de caminata.
11. Buscar compañeros de aprendizaje
Si se piensa estar mucho tiempo en ese lugar, lo mejor es buscar a una persona que quiera practicar tu lengua y tú la de ella. De esta manera se ejercita la expresión y se conocen nuevas palabras.
12. Conseguir un buen mapa
Quizá las apps sean útiles, pero también parte del encanto en un sitio extraño es conectarse con la gente. Vuelve a la tradición de usar mapas y pedir orientaciones a los lugareños; creas o no, eso hará más rica tu expedición.
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Perderse en el extranjero no necesariamente significa quedar varado a la mitad de una calle desconocida; es olvidar las ganas por generar un vínculo y estropear tu viaje con preocupaciones o silencios que no valen la pena. Para no perder aún más el rumbo, basta con que revises estas 10 aplicaciones que todo viajero debe llevar en su celular y 30 cosas que un viajero solitario aprende sobre la soledad.