París es una ciudad de encanto legendario; considerada la ciudad del amor y la más bella del mundo, no sólo porque tiene una vasta riqueza cultural, artística y arquitectónica, sino por su seductora belleza. Cada rincón recorrido puede ser un perfecto espacio de encuentros con la pasión. Más allá de las grandes construcciones como la Torre Eiffel, el monumento más visitado en el mundo, la avenida más larga de la ciudad, Champs Elysées, o de catedrales góticas como Notre Dame; podrás gozar en sus calles de su riqueza cultural: cafeterías de altura, museos de clase internacional, glamorosas boutiques, restaurantes de alta cocina, en su lado más turístico.
Además de conocer el lado más turístico de París y si eres un viajero inquieto, puedes adentrarte a recorrer el lado menos conocido, pero no por ello menos inquietante. Aquel París de los teatros y los encuentros bohemios. El París cuyas callejuelas te pueden llevar a un encuentro con el arte, al historia, las tradiciones, los olores y sabores de la cultura de Francia.
Para que puedas disfrutar tu viaje será útil que tomes en cuenta los consejos que algunos viajeros aportan como experiencia. Planificarlo puede ser de gran ayuda para tu bolsillo y para una estancia que aminore contratiempos en transporte y traslados, hospedaje, sitios turísticos, restaurantes, comunicación, modales, convivencia, compras y disfrute del arte.
Planear para evitar inconvenientes y permitirte en “La ciudad del amor”, que te asalten encuentros inesperados.
No menosprecies el metro, es el mejor medio de transporte, y no te subas sin billete porque las multas son muy elevadas. En la estación Abbesses sube por el ascensor ya que es la estación más profunda.
No olvides revisar los horarios y costos de los principales museos que deseas conocer,para evitar contratiempos.
No inviertas todo el día en los museos más famosos. El Museo del Louvre y el Musée d’Orsay son los museos con las más grandes obras de arte, pero te recomendamos no invertir todo el día en ellos, puede resultar agobiante si realizas un recorrido exhaustivo si tienes pocos días para conocer. Si vas al Louvre el primer domingo de mes, no pagarás.
No vayas a sitios sin antes leer o ver películas que ilustren sobre lo que verás, esto te permitirá mirar con otros ojos las obras cuando las tengas de frente.
No designes poco tiempo para tu estancia, París es ciudad con muchos rincones que conocer, programar todos los días para tus visitas y deja un par de días libres por aquellos sitios que de imprevisto quieras conocer.
No te pierdas de conocer sitios como no tan conocidos, puedes visitar la Galería Viene, edificio del siglo XIX, al norte del Palacio Royal, uno de los primeros centros comerciales de la ciudad, donde encontrarás mercancías inusuales de diseñadores franceses, libreros anticuarios, galerías de arte, tiendas de juguetes extravagantes y más.
No te vayas sin conocer la librería Shakespeare and Company en el número 37 de la calle Bucherie, quinto distrito, podrás encontrar verdaderas joyas de la literatura europea. La cafetería ‘La Mansión Roise’ en el barrio bohemio de Montmare, vinculada a artistas como Picasso o la escritora Gertrude Stein.
No te pierdas de probar la cocina tradicional francesa, no es recomendable cenar en barrios tan turísticos, donde los establecimientos son más caros. Ve a los barrios en los que viven los parisinos, el 5º, 11º, 16º o 20º.
No te pierdas una comida en Rue Montorgueil, en Les Halles, encontrarás restaurantes deliciosos y a buenos precios. Visita el restaurante Le Train Bleu, uno de los vestigios de la Belle époque, situado en la estación de Lyon, la ornamentación es bellísima y para algunos es el restaurante más bello de París.
No pidas agua en los restaurantes, a menos que quieras tomar algo específico como agua con gas o un refresco. Simplemente pide “un verre d’eau” y te servirán agua del grifo, así ahorrarás unos cuantos euros. No compres agua embotellada hay fuentes de agua potable por toda la ciudad.
No compres las entradas para espectáculos y monumentos en la ventanilla del local y para el mismo día. Es mejor comprarlas con antelación por Internet para todo. Evitarás muchas colas y tiempo de espera.
No admires el Sena desde el puente, haz un crucero nocturno, podrás tener otra visión.
No te vayas sin conocer la Santa Capilla, una belleza de arquitectura gótica que no envidia nada a la catedral de Notre Dame.
No hagas una lista de monumentos ni lugares fijos que vienen sistemáticamente en todas las guías. París es un sin fin de riqueza que explorar: barrios, calles, plazas, callejuelas y esquinas…
No te pierdas los mercados callejeros de cada barrio, no son “para turistas”, pero son el folklor necesario para vivir un día como de los parisinos, hacer compras baratas, y por qué no, también para comer un bocadillo y degustar un vino.
No te limites a la zonas conocidas, recorre las calles de Montmatre: Rue des Abbesses, Rue Lepic, Rue Caulaincourt, y de paso el Café des Deux Moulins (famoso por la cinta Amélie).
No te estanques en la avenida Champs Elysées, se ha llenado de tiendas de marca internacional por lo que puede ser que te encuentres atrapado entre grandes multitudes si la recorres a pie, sólo cuida de no engancharte en muchas tiendas; cuando lo notes el día se te habrá ido en ello.
No dejes de sentarte en un café o bar del boulevard Saint Germain a mirar cómo se mueve París.
No tengas miedo a pedir ayuda, alguien dispuesto ayudarte puede entenderte en francés, inglés y aun en español.
No dejes la cortesía de lado, para los franceses los modales son importantes. Un “Bonjour, excusez-moi madame/monsieur” te abrirá las puertas.
Nunca tutees a un francés si recién lo conoces o en la calle, nunca saludes con un beso al conocerlo, extiéndeles la mano.
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