China, “El gigante asiático”, está despertando la curiosidad de cientos de viajeros, ya sea para aprovechar las nacientes oportunidades de negocio, o simplemente para admirar su exoticidad. En el fondo existen similitudes culturales entre los latinoamericanos y los chinos: somos gregarios, sociales, colectivistas, tenemos un fuerte arraigo a nuestras tradiciones y respeto a los antepasados. Sin embargo, el contraste puede tornarse muy impactante en cuanto a pequeños detalles del día a día, y al viajar a China, se debe estar preparado para vivir con ello y no sufrir el viaje.
A continuación leerás cinco detalles culturales para los que se tiene que estar preparados al viajar a China:
1.- Los baños
En México es común encontrarse con baños públicos sucios, o sin papel. Pero nunca me he topado con un baño como los que tienen en China. Se trata del “excusado árabe o turco”, que básicamente es una bacinica incrustada en el piso, que contiene a los lados una especie de antiderrapante. Este último es de gran ayuda, ya que la técnica para utilizar este tipo de retretes, es sentarse de cuclillas o hincarse. En algunos establecimientos se muestra compasión hacia los novatos y ponen agarraderas para evitar las caídas en la suciedad. No te recomiendo intentarlo cuando traes unas copas de más.
Muy rara vez encontrarás papel dentro del baño, por eso es importante que cargues con el tuyo siempre. Y a los más exigentes, les recomiendo también cargar con jabón de manos o gel antibacterial. Al inicio resulta incómodo este tipo de retretes, pero te darás cuenta de que es muchísimo más higiénico que un excusado regular y, según los expertos, la postura permite un desecho más óptimo de lo que no necesitamos dentro de nuestro cuerpo.
2.- La comida
Si crees que eres un gran amante de la comida china porque has probado el pollo agridulce de P.F. Chang’s, lamento decirte que no es nada similar a lo que probarás en China. Es verdad que en algunas regiones de China se comen animales o insectos exóticos, pero en las ciudades como Shanghai o Beijing lo más común es encontrar carne de cerdo, de res o de pollo. Nada fuera de lo común. Prepárate para comer arroz (en cientos de presentaciones) día, tarde y noche. Hay platillos exquisitos como los dumplings, wonton o noodles, que se preparan con ingredientes similares a los que estamos acostumbrados, y no tienes por qué sufrir de problemas estomacales. Sin embargo, te recomiendo llevar contigo un par de cajas de medicinas para curar malestares que puedan arruinar tu estancia.
3.- Las medicinas
La medicina tradicional china es un arte milenaria que se ha ido perfeccionando durante siglos. Nos dice que la enfermedad llega cuando se altera el flujo del chi (la energía vital) y se desequilibran el ying y el yang (las energías positiva y negativa). Para curar este desequilibrio, los chinos que siguen la medicina tradicional (que son la mayoría), utilizan terapias herbales, ejercicios de meditación o acupuntura. Este modo de sanar es cercano a lo que se está adoptando en las grandes ciudades del mundo: un acercamiento a la yoga, a lo natural y a la introspección.
Sin embargo, hay ocasiones en las que tenemos un dolor de cabeza o de estómago y es difícil hacerte entender (a menos de que hables chino). Después, te explican (en chino) cómo preparar las hierbas o raíces; y en el caso de los turistas, puede ser difícil conseguir las herramientas necesarias para preparar el brebaje. Por último, nuestro cuerpo está acostumbrado a tomar medicinas químicas para tratar dolores o malestares, así que tomar un té puede no tener el efecto veloz que obtendríamos con una pastilla de laboratorio.
Te recomiendo llevar medicinas para malestares comunes (dolor de cabeza, dolor de estómago, diarrea, dolor muscular) y, de preferencia, un botiquín de primeros auxilios.
4.- El idioma
Aquellos que sepan hablar mandarín o cantonés con fluidez, ya están del otro lado. Pero para los que no sabemos, es indispensable llevar contigo algún diccionario o descargar una aplicación de traducción, ya que será muy difícil comunicarte con ellos. Para las cosas básicas se puede utilizar la mímica; aunque, en ocasiones, incluso las señas significan cosas diferentes. La buena noticia es que en zonas turísticas, los chinos pueden hablar un muy buen inglés.
5.- Las estafas
El último y más importante tip es estar bien atentos a las estafas, ya que al percatarse de que alguien (evidentemente) es un turista, intentarán abusar de él. Aunque no son físicamente violentos, pueden robarte una buena cantidad de dinero.
La estafa más común es la del té. Se acercan a ti una o dos jóvenes muy amables, quienes hablan muy bien inglés (e incluso español) y te invitan a presenciar la ceremonia tradicional del té. Si caes y las acompañas, te llevan a tomar un té, y a la hora de cobrarte resulta que era el té más caro de la historia. Frente a esto no puedes hacer nada más que pagar e irte, la policía generalmente les dará la razón.
También suele pasar que en los taxis te cambien el dinero por billetes falsos, e incluso que se marchen con tu equipaje dentro del taxi. Por esto es importante siempre tomar taxis seguros y registrados.
China es un país increíble y uno de los mejores destinos del mundo para viajar. Pero siempre es importante ir con una mentalidad de apertura a las cuestiones que podrían ser diferentes a las de nuestro país de origen. Así que a disfrutar, y ser muy precavidos.