Absolutamente todo es efímero. Así como los sentimientos y las palabras pueden irse con el viento y perderse en los mares del tiempo, nublarse ante el espectro total del reloj por más esfuerzos que destinemos a su pervivencia, hay cosas que se van de este universo para no volver jamás. Si ponemos especial interés en aquello que como civilización global nos hemos alentado a producir para marcar la grandeza de nuestra especie o el paso de nuestro intelecto por el planeta, podremos encontrar que en los terrenos del arte y la arquitectura se ha dejado vestigio incontable –cuando no invaluable– de lo humano y sus capacidades. Sabemos que sería imposible mantener toda obra realizada sobre la Tierra y seguir construyéndonos como raza; sin embargo, nuestro apego a lo que fue y podría continuar crea una necesidad insaciable de prolongación en lo material que nos afecta emocional y culturalmente.
De acuerdo con World Monuments Fund, organización internacional sin fines de lucro dedicada a la preservación de sitios de arquitectura histórica y patrimonio cultural en todo el mundo, y una revisión que ha realizado National Geographic sobre las aseveraciones de dicha firma –aunque a esta labor también se ha unido el comentario experto de la revista Times– existen en el globo 50 monumentos culturales en total riesgo de desaparecer. Algunos son rescatables siempre y cuando se tomen acciones en cuanto antes, otros están en una situación insalvable por cambios y afectaciones climáticas. Lo que no se puede cambiar en ningún caso es su condición actual.
Por ello, aceptando tranquilamente que sería ilógico y superfluo pretender que todo rastro de la civilización permaneciera intocable por el resto de los tiempos, considerando natural el desgaste de nuestras creaciones, es mejor visitar por última vez ciertas regiones o apoyar a que otros espacios resistan por algunos años más antes de su triste despedida.
A continuación, esos sitios que están hoy en completo riesgo.
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En América:
El Palacio de Justicia de Apia
Misión San Xavier del Bac en Tucson
Misión San Esteban del Rey en Acoma
El antiguo Colegio de San Ildefonso en México
Los desiertos de Chihuahua en México
Escuela Nacional de Artes en la Habana
Las Iglesias Coloniales en Santiago de Cuba
Los fuertes de Potobelo
La Iglesia y el Convento de San Francisco en Ecuador
La ermita de Barranco en Perú
Rumiqolqa en Perú
Los geoglíficos de Chug Chug en Chile
El cementerio de Santiago en Chile
La Ladera de Misericordia en Brasil
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En África:
La Isla Bunce
Figuig en marruecos
Abusir el-Malek en Egipto
La Gran Zimbabwe en Zimbabue
Las ruinas de Sabu Jaddi en Sudán
Las ruinas de Kua en Tanzania
El museo Bo-Kaap en Sudáfrica
La arquitectura tradicional de Mauritzio en Mauricio
La isla de Madagascar
La isla de Borneo
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En Europa:
La Iglesia de São Cristóvão en Portugal
Los conventos de Sevilla en España
La fundidora de Averly en España
El Palacio de Justicia en Bruselas
El acueducto Aqua da Prata en Portugal
La casa Wentworth en Reino Unido
Los Baños de Moseley Road
Los campos de concentración en Italia
El Arco de Jano en Italia
La prisión de Spaç en Albania
Pavlopetri en Grecia
Bucharest en Rumanía
Rosia Montana en Rumanía
La Torre Shukhov en Rusia
El centro histórico Vyborg en Rusia
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En Asia:
Petra en Jordania
El Palacio de Heneine en Líbano
Amedy en Irak
Los templos de Gon-Nila-Phuk en Alchi
El sitios de patrimonio cultural en Nepal
El complejo nacional deportivo en Camboya
La casa Boix en Filipinas
Kucapungane en Taiwán
El pabellón de Simwonjeong en Corea del Sur
El mercado de Tsujiki en Tokyo
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En Oceanía:
Los archipiélagos de Micronesia
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Clasificar los lugares más amenazados y deteriorados del mundo no es tarea fácil. De hecho, es una labor bastante triste y perniciosa. Decir que deben ser visitados por los seres humanos podría incluso ser aún más devastador; la condición de muchos de estos puntos es bastante precaria como para ser todavía más perjudicada por el pie del hombre. Sin embargo, hay que considerar todos esos espacios de la naturaleza invadidos por la civilización y tomar conciencia de que los edificios se pueden caer, derrumbar y perder, pero que planeta sólo tenemos uno y debemos apreciarle. Sobre todo, cuidarle. Sí, hay que ver y disfrutar de estos destinos naturales, siempre y cuando nunca les pensemos como perecederos. Para seguir apreciando todas las maravillas de nuestro suelo, puedes revisar Las mejores fotografías de NatGeo en Instagram y Las 10 mejores islas según NatGeo.