Josefa Feitosa, una mujer brasileña de 61 años decidió disfrutar de su jubilación viajando por el mundo; lo que la ha llevado a conocer hasta ahora más de 40 países y ser toda una influencer en redes sociales pese a algunas críticas que le han llegado por dejar literalmente todo atrás, hasta su pequeño nieto.
La abuelita abandonó su país natal, Brasil, y vendió todas sus pertenencias para poner solventar sus gastos en la aventura y sueño más grande de su vida.
En un inicio era una abuelita tradicional que se dedicó a cuidar a su nieto con mucho amor, pero un día le confesó a sus tres hijos que quería viajar y conocer lugares, pues se dedicó mucho tiempo a ser trabajadora social en el sistema penitenciario de Caera, Brasil, y lo que le hacía falta era sentir otro aire.
Su familia estuvo de acuerdo con su decisión y fue entonces que Feitosa tomó su maleta y en 2016 emprendió su largo viaje.
“Hay mucha vida fuera de esa caja que llaman ‘hogar’. Una no se convierte en abuela para cuidar a sus nietos”, dijo en una entrevista para la BBC.
Aunque en redes sociales algunas personas han juzgado a Feitosa debido a que dejó de cuidar a su nieto, son más las personas que la apoyan, pues creen en la individualidad y libertad que se debe obtener para ser felices e incluso mencionan que los abuelos no tienen 100% la responsabilidad de estar con los nietos.
Hasta ahora la abuelita viajera ha conocido más de 40 países de Europa, Asia, África y América y en el camino ha conocido a muchas personas de todas las edades y nacionalidades y ha hecho amistades con las que ha vivido momentos inolvidables.
Esto ha logrado inspirar tanto a jóvenes como a personas de la tercera edad, quienes aplauden su valentía de no quedarse en un sistema familiar tradicional.