Por: Jonathan Moreno / El Souvenir
Dicen por ahí que no puedes amar lo que no conoces. La mayoría de las personas piensan que esquiar no es un deporte para todos, pero eso no lo sabes hasta que te pones un par de esquís o te subes en un snowboard y te lanzas a la nieve, ¡estamos seguros que lo vas amar!
Un centro alpino es lo primero que se nos viene a la mente cuando alguien menciona a Whistler; pero ¿qué pasa cuando a ti o a alguien de tus amigos o familiares no les llama la atención ese deporte invernal?
Por eso, para que no cambies de destino, disfrutes del frío, pero, sobre todo, te dejes sorprender por Whistler en cualquier época del año; preparamos una serie de recomendaciones de las actividades alternas que estamos seguros te van a fascinar, tanto que no desearás regresar a casa.
Olvídate del frío
Lo primero que debes hacer es ir de compras y adquirir ropa hecha de material térmico para disfrutar del invierno en Whistler, y así el frío no sea un impedimento para la diversión.
Algunas de las siguientes opciones marcadas con (***), también son ideales para ir en temporadas de primavera y verano, épocas que se caracterizan por sus alfombras verdes de vegetación y flores de todos los colores.
Paseo en góndolas para subir a la montaña ***
Subir a la montaña a través de las góndolas, es toda una experiencia para la vista. Este transporte te llevará a la cima de la Montaña Whistler. Cada góndola lleva a 8 personas, entre deportistas y visitantes.
Ya arriba, podrás ver a toda la comunidad de esquiadores, desde pequeños hasta adultos mayores, felices, deslizándose en sus esquíes o en su tabla rumbo a las faldas de la montaña.
Tip: Podrás hacer increíbles fotografías; si te van las selfies, tómate una junto a los aros olímpicos.
Peak 2 Peak de Whistler a Blackcomb ***
Ahí mismo, existe otra montaña paralela a la de Whistler, la de Blackcomb. Para llegar a ella debes tomar otra góndola más grande, tipo teleférico (20 personas) que te llevará a Blackcomb en tan sólo 11 minutos.
Te recomendamos tomar la que lleva piso de cristal y puedas apreciar la belleza del destino desde todos los ángulos.
En la montaña Blackcomb las vistas también resultan espectaculares, podrás ver desde ahí toda la villa de Whistler, sus ríos, lagos, ejércitos de aromáticos pinos y retorcidos senderos ¡todo como si se tratara de una maqueta!
Además, existe un restaurante en la cima que es ideal para una buena charla mientras disfrutas de su comida caliente y deliciosa.
Paseo en trineo
¿Te acuerdas de las escenas en donde Heidi y sus amigos eran jalados por perros? Ahora tú y tu familia también pueden realizar esta experiencia en medio del bosque nevado cuando los perros esquimales de Alaska te lleven a conocer los sitios más especiales de Whistler.
Si deseas algo más tranquilo, qué tal tu trineo jalado por caballos percherones. Sleigh Ride es un paseo inolvidable entre los árboles y la nieve. Es adentrarte en el mundo real de los locales y sus antecesores.
Aventura en snowmovile
Si lo tuyo es la adrenalina, una cuatrimoto a todo terreno es la mejor opción. Sí, el snowmovile es un vehículo motorizado con esquíes integrados que tiene la ventaja de deslizarse por la nieve y sentir que estás en una película de acción.
Sólo debes usar correctamente el equipo de seguridad y entrenarte por cinco minutos para entender cómo manejar el vehículo. Recuerda que estarás paseando en medio de una reserva natural, por ello deberás seguir todas las indicaciones del guía.
Caminar en raquetas de nieve
Otra fascinante actividad es caminar por la nieve con estas paletas especiales parecidas a unas raquetas de tenis. Están especialmente diseñadas para caminar sobre la nieve como lo hacen los verdaderos esquimales. Un operador local que ofrece este tour invernal es The Adventure Group.
Nos encanta esta actividad porque está relacionada con la nieve, lo recomendable es subir por medio de las góndolas y de ahí hacer una travesía por los bosques y encantadores senderos en compañía de tu guía quien te enseñará de árboles, plantas y animales de la reserva.
Compras en la Villa ***
No hay viaje si no hay compras, por eso la villa alpina cuenta con alrededor de 200 tiendas internacionales que van desde artículos invernales, souvenirs, ropa, juguetes y arte, además de la renta de equipo para esquiar.
Pero eso no es todo, hay más de 90 opciones para comer entre restaurantes, cafés, pizzerías, y hasta heladerías, ¡por si querías más nieve!
Debes saber que la villa de Whistler es un pueblito encantador empedrado y con una arquitectura de ensueño que con tan sólo estar ahí, se vive la historia de un cuento. No olvides quedarte en un hotel en el corazón de la Villa como The Crystal Lodge.
¡Checa este video para vivir la experiencia completa!
Tirolesas ***
Otra actividad que está fuera de serie, es lanzarte en tirolesas. No necesitas experiencia alguna para realizar esta actividad. La aventura comienza desde que te llevan cuesta arriba en una camioneta todo terreno para darte tu equipo e indicaciones necesarias.
Una vez con tu arnés, tu casco y lentes, subirás entre la nieve a bordo de snowmoviles para hacer más emocionante el trayecto hasta la cima.
Ya en la cima no hay vuelta atrás, la primera tirolesa definirá tu sentido aventurero, es como una adicción; una vez que la pruebas no querrás bajarte nunca.
Tu lanzamiento será siempre entre los árboles como si fueras un ave canadiense que busca conquistar los valles y las montañas. En total son 7 tirolesas, una distinta de la otra; el recorrido dura alrededor de tres horas. Chéca Adventure Group.
Museos ***
No podemos hacer caso omiso que Whistler es un lugar con historia y cultura, para ello, te recomendamos visitar dos museos que valen mucho la pena porque nos hablan de “Las Primeras Naciones”, aquellos locales o pueblos aborígenes de la región.
El primer museo es el Squasmish Lil´wat, un centro cultural con arquitectura moderna basada en las casas de campo tradicionales de las etnias Lil´wat y Squasmish. El museo muestra el pasado y presente de ambas culturas, sus artesanías, sus obras monumentales en madera, sus costumbres y la cosmogonía.
El segundo sitio es el Audain Art Museum, un espacio para el arte moderno con exposiciones itinerantes de museos de todo el mundo. Cuenta con una colección permanente de máscaras del noroeste de la costa del siglo XIX y fotografías de canadienses muy reconocidos.
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Spa estilo Escandinavia ***
Otro must de Whistler es un centro de relajación. No te puedes ir sin que tengas una sesión de salud y recuperación mental en el Scandinave Spa.
Un espacio holístico de tradición finlandesa cuyas instalaciones se encuentran en espacios cerrados y al aire libre. Cuenta con baños sauna, vapor, solárium, masajes y tratamientos corporales que podrás contratar al llegar a la recepción.
El atractivo principal del Scandinave Spa es una serie de piletas o albercas con distintos grados de temperatura, estas se ubican en los jardines exteriores del spa y la idea es disfrutar de la naturaleza y el entorno mientras tu cuerpo se relaja con el calor del agua.
Toma en cuenta que, al ser un remanso en medio de la naturaleza, debes guardar absoluto silencio. Aprovecha llevar ese libro de viaje para leer mientras descansas en sus distintas salas.
Descenso en río ***
El rafting definitivamente es un deporte que no necesita de mucha experiencia, sólo la habilidad que vas a adquirir con tu instinto de supervivencia. Por supuesto, esta actividad es ideal para llevarla a cabo en primavera o verano.
No olvides poner mucha atención a las instrucciones del guía, colocarte el casco, el chaleco salvavidas y ser responsable de tu compañero de travesía: tu remo.
Al recorrer el río salvaje que serpentea en medio de las montañas, las risas y buen humor no se harán esperar; esta es una actividad en equipo, por lo tanto, conocerás a otros aventureros con los mismos objetivos: disfrutar del río y los paisajes canadienses.
Nos hemos quedado cortos con todo lo que puedes hacer en Whistler, hay actividades para chicos y grandes, pero, sobre todo, para cualquier época del año. Recuerda que, si la montaña no viene a ti, tú debes ir a la montaña; estamos seguros que nunca querrás abandonarla.
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