México figura año tras año entre los países con índices más altos de felicidad en el mundo a pesar de la realidad política y social que vive; lo que sólo puede ser explicado por la capacidad de los mexicanos de reinventarse y las ganas de demostrar al mundo su riqueza cultural. Ese ánimo festivo se nota en sus tradiciones, como las celebraciones patronales en la Parroquia de Santa Ana, en las que la arquitectura y agricultura se unen para tapizar esta iglesia de arte con flores en el Estado de México.
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Más del 50% de la producción florícola de nuestro país proviene del Estado de México; de ahí, los municipios de Villa Guerrero y Tenancingo están a la cabeza con una gran porción de estos números, convirtiéndolos en potencias a nivel nacional e internacional, incluso exportando tulipanes a Holanda.
Este amor por la producción de flores y la gratificación económica que conlleva, explica una tradición bellísima que desde hace unos 4 o 5 años maravilla al país. En la comunidad de Santa Ana Ixtlahuatzingo, en Tenancingo de Degollado, Estado de México, con motivo de las fiestas patronales, los lugareños dedican gran parte de su tiempo y trabajo a tapizar completamente la iglesia de su comunidad con flores de todo tipo.
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El resultado es impresionante; una analogía para la experiencia de entrar a la parroquia de Santa Ana, podría ser la entrada al paraíso, por el avasallador aroma a flores frescas que inunda el templo. Sólo para dar una idea de la majestuosidad del suceso, los habitantes cuentan que se ocupan de entre 4 y 5 toneladas de flores como anturios, lilis, gardenias, follajes y muchas otras. El arreglo total de la iglesia tarda dos días para el armado de las estructuras metálicas y otros 4 o 5 días para el llenado absoluto de flor; y tiene un valor estimado de entre 2 y 2.5 millones de pesos, costo que es cubierto entre los habitantes de la comunidad.
Cabe mencionar que el tapizado de flores de cada fiesta patronal corresponde a una temática que cambia año con año, y cada una de las estructuras armadas cuentan una cita bíblica en particular que es explicada por los amables encargados de la parroquia.
Lamentablemente, por su naturaleza, la decoración sólo dura 8 días en condiciones óptimas para ser disfrutada, ya que las flores comienzan a marchitarse. Afortunadamente, el espectáculo puede ser visto dos veces al año: el 3 de Marzo y el 26 de Julio. Tenancingo está ubicado a escasas dos horas de la capital el país y, como tip, el autobús que sale de la Central de Observatorio con dirección a Ixtapan de la Sal pasa justo frente a esta iglesia que se viste con orgullo con los colores y los aromas tradicionales de nuestro país.
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