Todo lo que debes saber del Audiorama de Chapultepec

Imagina que vas pasando por las banquetas de Chapultepec y hay un embotellamiento: el ruido de los claxons de los automóviles, los gritos, el calor, el fastidio de la gente… y tú lo único que quieres es un momento de paz. Está claro que entrar al Zoológico no es opción, se antoja más un lugar donde sentarte y que haya música de fondo, quizá un libro para explorar.

Tenemos buenas noticias: ese lugar existe y está en Chapultepec. Es un oasis auditivo que te permitirá soñar con que estás en cualquier otro lugar que tu mente se imagine, cada día hay música distinta y hay una pequeña biblioteca para que disfrutes de la lectura en este espacio que puede sentirse muy privado.

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¿Y qué sería de una excelente sala de lectura si no hubiera un sillón ergonómico donde postrarse a los placeres intelectuales? El Audiorama de Chapultepec los tiene: tanto si quieres sentarte a leer, a escuchar la música o a tomar una siesta reparadora.

La entrada al Audiorama es la “caverna de Cincalco” (sí, seguimos en Chapultepec) que en la época prehispánica fue utilizada como pasaje entre el mundo de los muertos y los vivos. Cruzar este espacio te llevará al Audiorama, digamos que pasarás del mundo de los estresados al de los relajados.

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Este espacio fue inaugurado en 1972 con la misión de ser un espacio de relajación apto para todo público. Es un lugar fresco, con un suave olor a humedad que también tiene espléndidas vistas de paisajes naturales con árboles de higo, aguacate, plantas de café, rosales y alcatraces.

Dentro de los más de tres mil libros que tienen en préstamo puedes encontrar títulos de cuentos infantiles, novelas, enciclopedias, ficciones, libros de arte y de literatura dramática.