Seguro que alguna vez has visto un documental sobre las costas en lugares recónditos del planeta que albergan todo tipo de vida: aves, focas, peces y pingüinos hacen de estas playas su hogar; pero existen otros seres magníficos que no se detienen, pasan su vida en un continuo viaje de un extremo a otro del mundo: las ballenas. Quizá sea momento de dejar de vivir a través de la pantalla de un televisor y animarte a ahorrar, empacar tus maletas y entregarte a las sorpresas que la naturaleza resguarda.
En una zona al sur de las costas australianas se encuentra Bahía Jervis, un punto que es testigo de la migración de al menos cuatro tipos de ballenas: las orcas, las falsas orcas, ballena enana de minke y la ballena jorobada (que se encuentra en peligro de extinción); además, ha habido avistamientos de ballenas azules en la zona.
Si te encuentras en la región de New South Wales, luego de haber visitado The Royal National Park, The Blue Mountains, Ku Ring Gai Chase y otros puntos turísticos alrededor de Sidney, tal vez sea momento de escapar de la ciudad y conocer Bahía Jervis. Esta bahía es el paraíso, sus playas son alucinantes, especialmente Hyams Beach, reconocida por tener la arena más blanca del mundo.
Olvídate de las redes sociales y piérdete al menos una vez en la naturaleza, deja que tu vida fluya entre el cielo y el agua. En esta región la conciencia hacia el cuidado ambiental es parte de los habitantes, todos viven en comunión con la naturaleza que los rodea. La Bahía de Jervis tiene aproximadamente 100 kilómetros cuadrados, básicamente está construida entre el Parque Nacional Booderee y las pequeñas ciudades de Vicentia, Huskisson y Callala.
Definitivamente debes disponer de al menos una semana para aprovechar al máximo tu estancia. Acampar puede ser una gran experiencia, bastará con una casa de campaña y algunas almohadas para sobrevivir; pero si quieres una experiencia más lujosa, en la bahía hay cabañas que puedes alquilar.
Llegar a Jervis es sencillo, la ruta es accesible y está debidamente señalada. Si rentas un carro la experiencia puede ser todavía más práctica. Los paisajes que puedes disfrutar en tu camino son únicos, especialmente la zona conocida como Kiama. Antes de llegar a la bahía puedes pasar al poblado de Vicentia, donde encontrarás tiendas para abastecerte de alimentos y agua para tus días en el campamento.
Para entrar a la zona de camping del Parque Nacional Booderee es necesario hacer una reservación en línea, si te quedas una noche adicional sin previa reserva vas a encontrar una multa en tu auto por ocupar el espacio. La entrada al parque tiene un costo de 11 dólares australianos por persona, más la cuota de la zona del campamento. También existen otras zonas para acampar, como Bahía Erowal y Bream Beach. Acampar es una de las mejores partes de esta experiencia, porque la interacción con la naturaleza es mayor. En esta zona los canguros saltan libremente, verás también zarigüeyas y aves.
Visitar la playa durante la noche es una experiencia que no te debes perder. Si te quedas en Boorderee, hay una caminata nocturna hacia la playa de Greenpatch. La vista del cielo estrellado es sorprendente. Si estás en otra zona de campamento, camina hacia la bahía, pues todas tienen acceso a la costa, y puedes aprovechar para observar pequeñas embarcaciones de pescadores en el silencio de la noche.
La playa de Greenpatch es perfecta para las familias. Un día de picnic, caminatas y deportes acuáticos —como el buceo, que es muy popular en la región— constituyen el plan ideal para unas vacaciones. Pero definitivamente la playa estrella es Hyams Beach; el agua de este tesoro es cristalina y su arena te hará entender cómo es el verdadero color blanco. Caminar por la costa, sentir las olas y disfrutar el horizonte es fundamental en este viaje. La playa está rodeada por aves y vegetación endémicas de Australia.
Anímate a hablar con los locales , pues te recomendarán puntos exclusivos para visitar y allí podrás ver delfines sin necesidad de contratar un barco de excursión. Esta zona es especial para disfrutar de las ballenas y delfines. Puedes optar por hacer snorkel o buceo si estás listo para un nivel más en la aventura. Este lugar es prácticamente virgen, por lo que la estadía se vuelve mágica. Tan apacibles y tranquilos, sus atardeceres son tenues y la cantidad de vegetación fascinante. Cuando tengas ganas de cambiar el ambiente playero, una muy buena opción es dirigirte a Huskisson, una ciudad que está a 20 minutos. Allí encontrarás momentos de diversión entre las bandas locales, festivales y el carnaval.
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Australia es una tierra que parece sacada de un mundo de fantasía; con una biodiversidad tan rica seguro que será un viaje que te hará comprender que los seres humanos nunca hemos sido ni seremos los dueños del mundo. Antes de visitar este país, te recomendamos leer este artículo sobre las 10 cosas que debes evitar si vas a viajar a Australia.
