De las costas de Hispania hasta el Mar Rojo y el Golfo Pérsico, el dominio de Roma marcó con tal fuerza la historia y el presente de Occidente que aún en nuestros días creemos que todo lo que hay para ver en el país transalpino se concentra en la Ciudad Eterna. Si bien es cierto que todos los caminos conducen a Roma, el sentido contrario indica un sinfín de destinos que en ocasiones pasan desapercibidos para los viajeros.
Más allá de los Alpes, el territorio actual de Italia que concentra el número más alto de sitios declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, esconde algunos de los secretos mejor guardados de Europa. Se trata de paraísos naturales que van desde una cueva submarina con iluminación natural, rodeada de una isla impía con el Vesubio de fondo, hasta un pueblo nevado bordeado por los Alpes o una paradisíaca playa sólo conocida por los europeos del este. Si tienes la oportunidad de visitar Italia, no te quedes sólo con una visita a Roma y descubre todo lo que el país mediterráneo tiene para ti:
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Capri
Esta mágica isla en el mar Tirreno, a unos cuantos kilómetros de Nápoles, además de la belleza natural del Mediterráneo, cuenta con un atractivo que la hace única: la Gruta Azul, un capricho de la naturaleza donde se refleja un color azul intenso, como si el mar estuviera iluminado desde el fondo, deslumbrando a toda la cueva.
Si tienes suerte y la marea lo permite, pide a tu guía que interne la pequeña barca por la entrada de menos de dos metros para poder acceder a lo que los antiguos romanos creían era un santuario de ninfas, rodeado de una atmósfera mágica.
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Florencia
La capital de Toscana, al norte de Italia, es el lugar por excelencia donde florecieron la cultura, las artes y la ciencia durante el Renacimiento. A orillas del Arno, la ciudad de da Vinci, Miguel Ángel y Alighieri, posee una arquitectura medieval que hace de cada rincón un sitio digno de admirarse.
Es obligatorio visitar el centro histórico, Patrimonio Cultural de la Humanidad, donde se concentran, a unos cuantos pasos de distancia, siglos de arte y cultura: el Palazzo Vecchio, la monumental Catedral de Santa María del Fiore (también conocida como Il Duomo) y la Galería de los Uffizi, que alberga una gran colección de obras maestras, entre ellas el Nacimiento de Venus de Sandro Botticelli, como obras de da Vinci, Rafael, Miguel Ángel y Baco.
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Venecia
La reina del Adriático, ciudad icónica donde la historia y el romanticismo se conjugan para un viaje inolvidable. La fecha más recomendable para ir es a finales de enero, cuando se celebra el famoso carnaval, donde las máscaras ponen el colorido. Una vez dentro deberás elegir si recorrerla a pie o en vaporetto, pues la única forma de transportarte a través de sus callejones, canales y puentes es por vía marítima.
La Plaza de San Marcos, inspiración de innumerables artistas a lo largo de la historia, comprende el centro de la ciudad y la única explanada en Venecia; en ella se encuentra la Basílica de San Marcos y el campanario del mismo nombre. Siendo el sitio más bajo de la ciudad, la Plaza ha experimentado diversas inundaciones a lo largo de la historia, siendo un fenómeno esperado por turistas que la visitan.
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Pisa
Ubicada al noroeste de Italia, es conocida típicamente por la Torre Inclinada, que en realidad es un campanario de 58 metros de alto; sin embargo, Pisa es mucho más que eso.
La Plaza de los Milagros reúne un conjunto de edificios históricos que la han hecho acreedora al nombramiento de Patrimonio Cultural de la Humanidad, el enorme Baptisterio, con su bóveda de 18 metros de diámetro que compone la nave del edificio, y finalmente, Il Duomo, uno de los monumentos más representativos del estilo románico.
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Milán
La capital lombarda posee uno de los edificios más imponentes del mundo: la Catedral de Milán, que se levanta 45 metros sobre la Plaza de la Catedral a través de cinco naves de mármol labrado, y que hace famosa a la ciudad más cosmopolita de Italia.
A unos cuantos pasos al este se encuentra la prestigiosa Galería Victor Manuelle II, uno de los centros mundiales de la moda, un par de calles hacia el norte encontrarás la Plaza Scala, sede del elegante Teatro alla Scala, que fue reconstruido debido a los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. No dejes pasar la oportunidad de visitar el Castillo Sforzesco, que alberga una colección de arte antiguo, artes decorativas, instrumentos musicales y muebles.
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Sorrento
Su geografía única ofrece una multifácética diversidad de paisajes y actividades, desde practicar el senderismo o deportes de montaña en los Montes Lattari, observando al mítico Vesubio de fondo en uno de sus acantilados, hasta las mejores playas de la cosa oeste de Italia para relajarte en el Mediterráneo o tomar paseos en yate y pesca por el Mar Tirreno. Sorrento es un tesoro bien guardado de Italia, a pesar de su poca fama comparada con otros destinos transalpinos. No puedes irte de Sorrento sin tomar el famoso limoncello, la bebida de la región hecha a base de cítricos, acompañado de una pizza margherita original, célebre en la cucina napoletana.
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Turín
La capital de Piamonte, rodeada por los Alpes y el Río Po, respira historia y cuenta con un sinfín de monumentos y edificios de distintas corrientes artísticas. Lo más recomendable es visitar la ciudad en verano o invierno, en relación a las actividades que deseas realizar: durante el verano, la mayoría de los parques y jardines se encuentran abiertos al público, especialmente el Parque Arqueológico de Turín, que cuenta con vestigios del Imperio Romano y el Parque del Valentino, que guarda una de las más importantes Residencias de la casa real de Saboya, el castillo del Valentino. En invierno la ciudad atrae una gran cantidad de turistas debido a su cercanía con los Alpes, es famosa por las diversas estaciones de esquí que se encuentran a lo largo de sus elevaciones, siendo terreno propicio para la práctica de deportes invernales.
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Val Gardena
El montañoso valle de Val Gardena, en el extremo norte de Italia, es un destino poco conocido y perfecto si quieres disfrutar de una aventura en contacto con la naturaleza en las cumbres alpinas. A pesar de que la poca hotelería se ha concentrado en el turismo de lujo, es posible rentar cabañas a los habitantes del lugar, donde se puede practicar el ciclismo de montaña, rappel, esquí, snowboard, montañismo o simplemente dar un paseo por sus coloridos senderos durante la primavera.
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Riccione
Si buscas un lugar de playa y fiesta, Riccione es la opción. Su ubicación privilegiada dentro del golfo Adriático, hacen de Riccione un sitio único en Italia con oleaje suave que es visitado cada verano mayoritariamente por europeos del este, no te pierdas del Festival del Sol que se realiza cada dos años y la frenética vida nocturna que transcurre en ella a través del kilométrico malecón que rodea a la playa.
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Rimini
La playa más famosa de Italia se ubica en la costa Adriática, dentro de la región de Emilia-Romagna. Al igual que Riccione, cuenta con 15 kilómetros de playa sobre la que se levantan hoteles de todo tipo; sin embargo, lejos del centro turístico, Rimini también cuenta con un importante patrimonio cultural e histórico, destacando el Museo Fellini, dedicado al legendario director italiano nacido en la ciudad costera, intérnate en el pequeño casco histórico que alberga el Museo de la Ciudad, además del Barrio de San Giuliano, un sitio colorido de gente amable, rico en gastronomía y auténtica comida italiana dentro de sus mercados, que muestra la esencia de la ciudad.
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Si estás preparando un viaje por Europa, esta es la guía para conocer las mejores atracciones gratuitas de uno de los territorios limítrofes del Imperio Romano: lee las 50 cosas que puedes hacer gratis en tu viaje a Londres y olvídate del mito de que se trata de un sitio imposible de visitar por su alto costo. Si has viajado a sitios muy concurridos, estarás de acuerdo en que los turistas son una plaga que acaba con la naturaleza, pone en riesgo la cultura e identidad de los pueblos. Descubre por qué los turistas arruinan todo lo que tocan y opina al respecto.