Nadie dudaría un sólo instante en apoyar una causa benéfica. El ideal de justicia e igualdad de un sinfín de personas puede llevarlas a impartir clases de otro idioma o enseñar nociones básicas de informática a un país subdesarrollado, monitorear ballenas o apoyar a especies salvajes maltratadas por el ser humano; sin embargo, el trabajo para revertir una situación desfavorable requiere mucho más que entusiasmo y “ganas” de lograrlo.
Ser activista detrás de un teclado y hacer denuncias en redes sociales puede servir para expresar descontento, pero nunca será suficiente. Las personas que trabajan al frente de las organizaciones sociales, ambientales y de todo tipo llevan años, tal vez décadas de su vida en la lucha tratando de transformar la realidad por una más justa, equitativa y solidaria. Ésa es la esencia del voluntariado y como tal, requieres humildad, dedicación y seguir un plan de trabajo para conseguir no un cambio radical, sino aportar en medida de tus capacidades para lograrlo.
¿Estás pensando en alistarte en un programa de voluntariado en tus próximas vacaciones? Piénsalo dos veces y tómalo en serio. No encontrarás mayor satisfacción que ayudar desinteresadamente a construir un futuro distinto a través de tus acciones, pero eso no quiere decir que se trate de un viaje de turista, un empleo o una causa donde cada esfuerzo significa un paso hacia adelante y todo es color de rosa. ¿Qué se requiere para ser un voluntario? Conoce las respuestas antes de decidirlo:
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No son vacaciones
Entrar en un programa de voluntariado no es igual a ser un turista con buenas intenciones o un viajero “buena onda”. Lo primero que aprenderás cuando te unas a una organización con un fin social será la diferencia que existe con respecto a un viaje cualquiera. El confort de un cuarto de hotel, un buffet todo incluido o las noches de fiesta durante las vacaciones no son parte de una aventura de este tipo.
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No es un trabajo cualquiera
Formar parte de requiere toda la disposición para entender y acatar las normas, cultura y los fines de la organización que estás apoyando activamente. Debes estar dispuesto a aprender, pero sobre todo a ayudar y ser solidario en cada actividad en que participes. No se trata de un trabajo más, ni siquiera eres un empleado y no recibes remuneración monetaria por un servicio: los fines de un voluntariado van más allá de la lógica empresarial, muchos luchan por romper esa noción y buscan formar vínculos fuertes mientras ayudan a una comunidad, el medio ambiente o apoyan una causa benéfica.
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Habrá momentos difíciles
Una regla de oro, tanto en cualquier voluntariado, como en la vida. No siempre podrás estar al tanto de una selva virgen mientras ayudas a las tortugas a salir de su cascarón, o en una escuela donde impulsas a cada niño a salir adelante. Las situaciones pueden ser apremiantes y a veces, crudas. Si no existieran problemas, ser voluntario con el fin de ayudar una causa no tendría razón de ser.
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Se requiere pasión
Ser voluntario no sólo requiere de la voluntad para ayudar, sino de tu pasión por aportar resuelta y desinteresadamente a una causa y contribuir a través de acciones a transformar la realidad. No siempre será divertido, ni siquiera agradable, pero si al final todo lo que necesitas es una profunda satisfacción y el orgullo de impulsar un cambio, cualquier programa será adecuado para ti.
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Se trata de hacer funcionar la relación
La mayoría de voluntariados tienen normas variables que se pueden adaptar en función a las necesidades tanto del voluntario, como de la organización que lo requiere. El tiempo que permanecerás ahí, las facilidades con que te apoyarán, tu rol de tareas y tus horas libres son asignaturas que deben mantenerse siempre claras a través de un canal de comunicación eficiente para que la relación entre ambos funcione sin problemas.
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Requieres un sólida escala de valores
No basta con ser una persona honrada y trabajadora, ni siquiera ser amable. Para ser voluntario, hace falta compartir un esquema de valores común con los demás miembros y con el fin de la organización, además de tener el deseo de cambiar el estado actual de las cosas a través de altos ideales de igualdad, equidad y sobre todo, solidaridad.
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Si cumples con todas las características anteriores, no dudes en formar parte de las iniciativas que más te apasionan y contribuir a mejorar las condiciones de este mundo. Puedes empezar por mirar la lista de los Programas de voluntariado que puedes hacer para viajar por el mundo con tus mejores amigos. Si no es suficiente, toma nota de los 8 programas de voluntariado en América Latina que te cambiarán para siempre y deja tu huella en esta región del mundo con miras a un cambio mayor.