Así como los peces o los delfines están ‘diseñados’ para vivir en el agua, los felinos y los jaguares nacieron para habitar en las selvas y no en el mar, intentando no ahogarse en un océano sin fondo mientras los turistas montan sus robustos cuerpos en cuatrimotos para hacerse selfies con las criaturas. Ahora, por si no era ya mucho con todo lo que sucede en el mundo, denuncian el abuso de jaguares que obligan a nadar en Cancún.
Así de cruel es esta práctica turística al sureste mexicano, en uno de los destinos más visitados por personas provenientes de todo el mundo.
Fue el fotógrafo Steve Winter de National Geographic quien a través de su cuenta de Instagram denunció la práctica con una fotografía –tomada por el mismo– de un jaguar angustiado y exhausto de nadar en mar abierto rodeado de motos de agua, junto con la leyenda:
«Los conductores de jetski y sus turistas se preparan para bucear con 2 jaguares mansos en Cancún, México. La gente necesita saber más sobre el comercio y la industria de selfies con los grandes felinos. Desde Tailandia hasta Sudáfrica, los grandes felinos a menudo representan la cara del comercio de vida silvestre. Si ve a sus amigos o familiares participando en actividades como en esta imagen o acariciando cachorros, hágales saber que tales negocios a menudo están vinculados a programas de cría, comercio ilegal de partes del cuerpo y cachorros».
Un “me gusta” en Facebook o un corazón en Instagram, definitivamente valen menos que el bienestar de un animal salvaje. Los operadores turísticos abusan de la especie a precios exagerados haciendo creer a las personas –de bajo coeficiente intelectual– que los animales están cómodos con esta práctica.
Antes de esta publicación, Steve Winter publicó una fotografía de dos jaguares encadenados en un bote de madera bajo el rayo del sol, también en una playa de Cancún en el Caribe mexicano. Esta publicación urgió a sus seguidores a tomar acciones para que este tipo de prática se erradiquen, y que los turistas estén informados sobre la crueldad animal obvia de este asunto. Eso por un lado, al tener nula clientela, pero por otro lado, sería apropiado que los operadores sean despojados de estas criaturas que han obtenido, claramente, de manera ilegal.
«Las prácticas de explotación de vida salvaje, como esta, son comunes alrededor del mundo, y es importante que nosotros estemos alerta para identificar operaciones turísticas sospechosas que promuevan las selfies con animales. Esto debe parar, y es nuestra responsabilidad como turistas el no involucrarnos sacándonos fotos con los animales (…) hay muchísimo dolor, trauma y abuso para poder mantener a estos animales aptos para el contacto humano. Los felinos grande no evolucionaron para ser ‘amigos’ de la gente, o para ser abrazados y tocados», escribió junto con dicha publicación el reconocido fotógrafo de NatGeo.
Además, hay una cuenta de Instagram, Little French Key, en donde los usuarios suben sus fotos montados en caballos, cargando cerditos y claro, jaguares con expresiones de angustia.
Por su parte, el influencer mexicano de vida salvaje, Arturo Islas Allende, también expresó un reclamo en sus redes sociales a finales del mes de enero de este año.
«Partido verde, animalistas radicales, extremistas y demás que se la pasan jodiendo a los zoológicos, por qué no se ponen al pedo de que el gobierno permite que unos inconscientes avienten jaguares al mar de Cancún entre las motos de agua para tomarles fotos».
Sin embargo, en los comentarios, las personas expresan indignación, pero hasta ahora no hay alguna declaración por parte de las autoridades que pongan claro un panorama sobre el bienestar de los felinos.
¿Ecoturismo?
Es muy importante que a pesar de que los operadores de turismo te indiquen que ciertas prácticas son ecoturísticas, no te dejes llevar por la simple palabra y te informes muy bien sobre las prácticas que tienen en los destinos que visitas. Si notas alguna irregularidad, denuncies, y sobre todo, no consumas los servicios y alientes a tus conocidos a que tampoco lo hagan, pues como sabemos, el sistema penitenciario no es nada eficaz en México.
Si te encuentras en la CDMX y detectas un caso de maltrato animal llama al teléfono: 5208-9898 o escribe al correo cassp@ssp.df.gob.mx expresando de manera clara la situación. Si no te encuentras en la CDMX, aquí encontrarás dónde denunciar en otras partes del país.
Podría interesarte:
La triste realidad detrás del turismo ecológico que está destruyendo el planeta
Así es como el ecoturismo daña a las ballenas mexicanas