3 destinos que harán de tu visita a Camboya una experiencia irrepetible

3 destinos que harán de tu visita a Camboya una experiencia irrepetible

3 destinos que harán de tu visita a Camboya una experiencia irrepetible

Si existe un país que tiene una pizca de lo mejor de Asia es Camboya, con su cocina excéntrica, su influencia francesa, sus templos hinduístas legendarios y sus playas paradisíacas y vírgenes. Es apenas una nación en desarrollo, que se ha regenerado después de episodios difíciles de transición política, pero que se abre a las posibilidades y que cuenta con gente con ganas de recibir al mundo. En Camboya, uno de los 11 destinos ideales para conocer en el sudeste asiático, puede encontrarse arte, arquitectura y una combinación de culturas exquisita, pues es producto de la influencia tailandesa, vietnamita y francesa.

Pese a que no es muy grande, tiene mucho que ofrecer. Su capital, Phnom Penh, era en sus tiempos de gloria considerada la perla de Asia. En Siem Reap se encuentra el Angkor Wat, que es el complejo religioso más grande en todo el mundo, con una magnitud de 162 hectáreas. Existen tres ciudades principales que son esenciales si se quiere experimentar lo mejor de Camboya y en cada de una de ellas la experiencia promete ser única y gratificante.

Quizá en Camboya no sea tan evidente el esplendor comercial de sus países hermanos. Sin embargo, pese a las dificultades que ha experimentado (se puede entender un poco más la historia gracias a la película Primero mataron a mi padre, dirigida por Angelina Jolie), es muy amigable y su capital está experimentando cambios positivos desde la última década. Su moneda es el riel, pero el dólar el americano es corriente y extensamente aceptado. En cuanto a la gastronomía, no se puede visitar Camboya sin probar el amok, el planto principal. Y para las personas con espíritu aventurero no hay mejor oportunidad para probar cualquiera de sus platillos que incluyen en insectos. Asimismo, su gastronomía, dependiendo de la región, está ampliamente influenciada por Vietnam, Tailandia y Francia. Quienes tengan el placer de visitar este paraíso de contrastes, tendrá a su disposición un mundo de posibilidades, pero tres puntos particulares de su territorio condensan un encanto casi imposible de imaginar. A continuación una breve reseña de ellos para que te sirvan de guía durante tu próxima visita a Camboya.

Phnom Penh

La capital de Camboya, con apenas 1.502 millones de habitantes, está llena de exquisitos restaurantes de gastronomía variada y rincones con espacios culturales que son como un perla en medio del mar. No es sorpresa que estén agrupados en los lugares menos esperados y sorprendan a los transeúntes. La ciudad, pese a que apenas está en desarrollo, tiene gran influencia extranjera y una bella arquitectura francesa. Los atardeceres en el malecón, donde se erigen las banderas de todos los países del mundo, prometen ser un acontecimiento único. Prepárate a disfrutar del ambiente, mientras los niños juegan, las personas comen sobre tapetes en el piso a modo de restaurante, los monjes se sientan a contemplar el atardecer y los jóvenes practican deportes. Sin duda es algo digno de apreciarse, como un espectáculo cotidiano que celebra la vida ante cada puesta de sol.

Siem Reap

Si bien Siem Reap es una provincia aún más pequeña que Phnom Penh, con aproximadamente 230 mil habitantes, no deja de ser sorprendente. Con rincones llenos de cultura y gastronomía exquisita, sus construcciones francesas y en especial con el Angkor Wat, vale la pena tomarse unos días para explorar la cultura y hablar con los locales. No es extraño que en sus restaurantes se venda carne de serpiente, de tortuga, canguros, escorpiones y tarántulas en brochetas, que los niños camboyanos se comen sin chistar, a modo de prueba de valor. Hay mercados nocturnos y muchos puestos de comida en la calle. El Angkor Wat se localiza a escasos kilómetros de la ciudad. Puede contratarse un tuk tuk que recoge a los visitantes en la madrugada para ir a ver el amanecer junto al templo. El complejo es tan grande que se pueden dedicar dos días para explorarlo con calma. Hay guías que por apenas unos dólares ofrecen contarte la historia del complejo. El Angkor Wat está protegido por la Unesco y es considerado como uno de los sitios arqueológicos más importantes del sudeste asiático.

Islas paradisiacas (Koh Rong, Koh Rong Sanloem, Koh Ta Kiev, Koh Kong)

No sólo cuenta con gastronomía, arte, historia y cultura, sino con playas que prometen sanar a los visitantes de cualquier aflicción. Arena blanca con aguas cristalinas, una amigable cultura local y cabañas que tienen como despertador las olas del mar y el suave sonido de la brisa. En las islas hay lujosos hoteles o con cabañas que apenas cuentan con luz. La comida es económica y los locales siempre se esmeran por ofrecer una experiencia agradable para los visitantes. Hay también kayaks y clases de cocina. De igual forma, si quieres aportar a esta comunidad, puedes ofrecerte como voluntario para dar clases de inglés a los locales.

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El viaje no lo hace el destino sino el trayecto. Mientras más puntos de interés tenga un pueblo o una ciudad que visites, tu experiencia se sentirá más vívida y enriquecedora. En Atenas puedes encontrar cultura, buena gastronomía y un paisaje que te pone en contacto con el pasado y el inicio de la civilización.

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