Ser parte de una honorable y orgullosa tribu, navegar en aguas casi congeladas y matar animales mucho más grandes y fuertes que tú. Ganar el respeto de la comunidad con un fin trascendental; finalmente, ser despedido mientras tu cuerpo inerte navega en una balsa diseñada para ti, con tus pertenencias y en la que se labraron tus heroicas acciones. Todo culmina en esa balsa en llamas mientras tu espíritu llega al valhalla. Ser un vikingo no era cosa fácil, y aunque llevar ese estilo de vida hoy es casi imposible, existe un lugar en el que puedes intentarlo.
En Noruega existe una escuela llamada “Folk High School” y no, no es una escuela de música para aprender folk y tampoco es una preparatoria. Se le conoce así internacionalmente pues no todos pueden nombrar Folkeshogskolene tan fácil. Esta escuela independiente ofrece una educación alternativa en la que entre muchos cursos -incluido uno para hacer deporte extremo en México- han abierto el curso para convertirse en vikingo. Realmente se trata de un curso de artesanías y tradiciones que modificaron para adaptarlo a la extrema forma de vida con la que vemos a los vikingos de la antigüedad.
El Aasa en el que viajarás.
Entrar a este curso significa que navegarás en uno de los barcos tradicionales de los vikingos: el Aasa. Noruega es un país hermoso y recorrer sus lagos e incluso llegar hasta Nepal es parte del curso. Aprender herrería, detallar los barcos y las copas que tú mismo crearás a partir de pedazos de madera, escalar, esquiar -los vikingos practicaban algo parecido al esquí moderno-, e incluso recibir los equinoccios en los países nórdicos. Todo ello es parte de lo que el curso de vikingos ofrece.
Los directivos de la escuela idearon este curso después de ver la atención que series como Vikings o Game of Thrones recibían. A pesar de que en Vikings las batallas son parte esencial de la serie, los vikingos eran mucho más sedentarios, por lo que la herrería de armas sí es una asignatura, pero no es lo esencial, mucho menos aprender a pelear.
Aunque no habrá peleas, ello no significa que será fácil. Entrar en la mente de un vikingo es sobrevivir al frío, adaptarse a los cambios y luchar contra la naturaleza. Además de aprender de supervivencia y sacar ventaja de todo lo que tenemos a mano. Una de las cosas más importantes en las que se enfoca el curso -y todos los cursos de la Folk Highschool- es el trabajo en equipo. Los vikingos nunca fueron una nación y las tribus siempre luchaban entre ellas, pero un vikingo no era nada sin sus compañeros de tribu, y eso lo aprenderás rápidamente.
A pesar de que estos hombres, como lo demuestra la célebre serie, eran mucho más incluyentes con las mujeres que otras culturas en su época, no pregonaban una equidad total. Sin embargo, eso es algo que sí cambió en este curso, pues aunque las mujeres que entrenan para ser vikingas son muchas, aún son menos que los hombres, pero han demostrado poder hacer los arduos trabajos tan bien como los hombres.
Gracias a las leyes noruegas la escuela es gratuita incluso para los extranjeros. Solamente hay que pagar los gastos de transporte, alimentos y expediciones. La página de la Folk Highschool estima que son necesarios cerca de 93 mil coronas noruegas que resultan en poco menos de 200 mil pesos mexicanos, algo caro, pero estamos hablando de una experiencia única en la vida.
Una gran iniciativa para aprender las raíces de toda una nación. Sería interesante ver cuales serían los resultados de abrir escuelas así en todo el mundo. México podría aprender mucho del estilo de vida prehispánico, la naturaleza cobraría un nuevo sentido para nosotros y las tradiciones serían mucho más apreciadas. Claro dejando de lado el sacrificio humano.
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Fuente: Seljord