Fueron de las primeras personas en aprovechar la oferta italiana de casas a 1 euro.
Hace unos meses, Italia dio el anuncio de que remataría casas a tan sólo 1 euro en Mussomeli y Zungoli a través del website del proyecto Case1euro.it, para aumentar el turismo y la población; aunque muchos dudaban del ofertón por los demás gastos que integra la compra de la propiedad, sí hubieron personas que decidieron aventurarse y aprovechar para tener un hogar italiano. Hasta ahí la historia suena maravillosa, pero, ¿qué pasó después?, ¿todo fue felicidad y tranquilidad italiana? Aquí te contamos la experiencia de una pareja francesa.
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La francesa Morgane Guihot, proveniente de la ciudad de Nantes, fue de las primeras en aprovechar la oferta italiana de casas a 1 euro. Su esposo y ella la pensaron como una segunda casa familiar y sabían que los acuerdos integraban inversiones en renovación y remodelación.
La feliz pareja mencionó que su nueva casa quedó en color morado y cuenta con 50 metros cuadrados, arreglaron los pisos y pintaron las paredes y aún les falta el baño. Ambos son artesanos y renovadores, así que la mayor parte la hicieron ellos mismos y les encantó ver cómo su nueva propiedad adquiría vida.
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Morgane Guihot cuenta que su terraza panorámica es de 15 metros cuadros y ella, su marido y sus dos hijos aprovecharán su propiedad como su casa de vacaciones durante el verano y Navidad. El matrimonio ya está acostumbrado a la vida rural y mencionan que adaptarse en este nuevo lugar no fue complicado para ellos por su excelente ubicación, consideran que se lleva un excelente estilo de vida y que, incluso, las personas de los alrededores tienden a ser muy amables.
A pesar de que la feliz pareja aún es muy joven y no saben qué pasará en el futuro, sí consideran que su nueva casa puede ser el lugar perfecto para cuando llegue su vejez y hora de jubilarse, sin embargo, por ahora la consideran sólo un espacio para vacacionar, mientras aprovecharán el tiempo para aprender italiano a la perfección.
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Así, son varios los testimonios que mencionan que la única inversión fuerte es la remodelación pero que, sin duda, vale totalmente la pena. Morgane Guihot y su pareja son el ejemplo claro de que la vida perfecta y tranquila en Italia sí puede ser posible.
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