El placer suele costar más de lo que pensamos. Porque, claro está, gratis no es; si bien podemos tener acceso a experiencias únicas y bellas, a vivencias que se dan de manera espontánea y sin complicaciones, el placer, la mayoría de las veces, está ligado a un tema de lujo que conlleva ciertos gastos económicos. Inversiones que nos dejan con la boca abierta o con los ojos nublados por las grandes cifras que impregnan a estas actividades. Éste, como el paso de cierto estado de perfección a otro más elevado –si recordamos un poco a Baruch Spinoza–, no puede ser más que bueno y tendencia al bien, a un movimiento que es positivo.
“Basta con un ahorro a consciencia y muchas ganas de tener un viaje único para poder visitarlos”.
Y qué más positivo que buscar el confort y la felicidad que algunos lugares suscitan, aunque esto cueste algunos centavos. Centavos significativos, por supuesto, pero que no exigen un gasto descomunal como los característicos en la vida de los millonarios. ¿Dónde están esos sitios? Por excelencia, en restaurantes o destinos turísticos que se dejan ver como espacios de la exclusividad, la belleza, la exquisitez y la delicadeza.
A simple vista, puede parecer que muchos de ellos son inalcanzables, que sólo podrían ser parte de nuestros días en un estado de sueño, pero los hoteles que se encuentran a continuación, con sus bares, restaurantes y playas, no son obligatoriamente un derroche de dinero. Basta con un ahorro a consciencia y muchas ganas de tener un viaje único para poder visitarlos.
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Casa Malca
Por ejemplo, podemos comenzar con este hotel diseñado por el galerista neoyorkino Lio Malca, ubicado en Tulum, Yucatán. Con sólo nueve habitaciones, este exclusivo sitio conjuga a la perfección un estilo a la Keith Haring con un poco de Kaws y estética maya; un espacio chic que lo tiene todo para la memoria perfecta y las fotografías de ensueño.
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Coqui Coqui
Un Residence & Spa en la Riviera Maya que resulta ser el favorito de muchas celebridades internacionales cuando vacacionan en México. Con villas camuflajeadas de selva, un clima húmedo perfecto y la fauna asombrosa de la región, este hotel se conecta con el espíritu paradisíaco de la playa y las ruinas de Tulum. Decoración impecable y atención lujosa es lo que te espera en este sitio.
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Casa Fayette
En México hay un equipo de exclusiva hospitalidad que siempre se encarga de ofrecer las mejores soluciones para el placer imperativo: Grupo Habita. Con diversos hoteles y proyectos a lo largo del país, su sede en Guadalajara, que rescató a una mansión Art Decó de los años 40 y rinde homenaje decorativo al arquitecto Luis Barragán, es hoy sinónimo de buen gusto y armonía.
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La Casa Que Canta
Justo en la costa de Playa La Ropa, en Ixtapa Zihuatanejo, se encuentra esta casa de 25 habitaciones donde convergen vistas extraordinarias, arquitectura clásica y un servicio incomparable dentro de la zona. El diseño y las decoraciones del lugar son de lo mejor en México en cuanto a innovación y propuesta.
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Hacienda Las Trancas
Esta Hacienda de más de 450 años de antigüedad, justo entre San Miguel de Allende y Guanajuato, es ahora una villa capaz de albergar a grupos enormes de visitantes, alrededor de 50, y de proveer una exquisita gastronomía, una bella caballeriza y alberca magia bajo el hermoso cielo mexicano. Con tintes clásicos y de mexicanidad contemporánea, no hay visitante que salga de aquí descontento.
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Amalys Luxury Resort
Puerto Escondido es magia total, pero este hotel sobrepasa toda expectativa. ¿Sus elementos? Una alberca infinita que se pierde en el horizonte del mar, un club privado de playa, vista montañosa que encanta, sofisticados bungalows, un menú gastronómico sin igual, bebidas detalladamente preparadas y las mejores olas de la costa del Pacífico. Encanto y nada más.
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One & Only Palmilla
La reconstrucción de este hotel majestuoso en Los Cabos tras la la llegada del Huracán Odile en 2014, se muestra hoy como uno de los proyectos en la zona con mayor futuro y visión en cuanto a iniciativa para reestablecer el mercado turístico. Definitivamente uno de los mejores resorts en México; originalmente construido en 1956, este escape traído a la realidad por uno de los hijos del presidente en turno, sigue hasta la fecha como uno de los paraísos más increíbles en la historia.
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El asunto para que esto funcione es, realmente, no pensar en esto como un gasto, sino una inversión; no como un lujo, sino un acto de belleza simple, un regalo merecido. No es necesario ser un millonario, se requiere sólo un poco de lujuria por la vida y un sentimiento de mérito para no escatimar en las vacaciones. Para continuar con este tema de sueños y viajes, visita los hoteles más excéntricos de América Latina y los 10 hoteles más lujosos de México donde te gustaría hospedarte al menos una vez en la vida.