Debido a su historia y bellos paisajes, Grecia es uno de los puntos turísticos más concurridos en el mundo. La gente visita Atenas, la cuna de la civilización occidental, sin embargo, a unos cuantos kilómetros se extiende un maravilloso mar Mediterráneo con un sinfín de islas paradisíacas que debes visitar al menos una vez en tu vida.
Se piensa de manera errónea que este edén en medio del mar es sólo para personas millonarias, porque al ver tantas islas, uno puede encontrar y planear un viaje dependiendo el presupuesto que tenga. A continuación te damos unas opciones.
Islas Jónicas del mar Jónico
Con una belleza sin igual, estas islas situadas en la costa noroccidental de Grecia ofrecen una variedad de paisajes que van desde lo más árido hasta una costa bordeada de otras playas y lagunas. El clima, como en toda playa, es cálido con vientos regulares que hacen de este lugar el sitio perfecto para vacacionar. Su gastronomía es muy rica y variada -algunas de sus especialidades son el pulpo hervido con ajo servido con puré de papa-, pero también tienen mucha historia, pues en sus museos tienen una buena colección de objetos de distintas épocas y sirvieron de base para los franceses, rusos, británicos, italianos y alemanes tras la Segunda Guerra Mundial.
Las islas del Jónico son: Corfú, Paxos, Anti Paxos, Lefkada, Kefalonia (la mayor de las islas jónicas y rica en biodiversidad), Ítaca, Zakynthos (mejor conocida como “La Odisea” de Homero” y con un rico pasado histórico) y Kythira.
La gran isla de Creta
Al ser una isla muy grande -la más grande de Grecia, de hecho-, es preferible que sea recorrida en cuatro partes. Es por ello que se divide en: Greta Este (Lasithi), Greta Centro-Este (Heraklion), Greta Centro-Oeste (Rethymnon) y Greta Oeste (Chania). Con montañas que superan los 2 mil metros de altura, es importante que cuando la visites tengas en cuenta que te tomará más tiempo en recorrerla, especialmente la parte sur que se encuentra prácticamente virgen y en la cual te puedes perder entre sus playas y lugares paradisiacos.
Si lo que quieres es ir a la parte norte, podrás ver pedazos de su historia a través de la fortaleza veneciana de Rethymnon, las antiguas mezquitas y los monasterios de Arkadi y Preveli, pero también podrás conocer más acerca de la mitología que envuelve la isla, pues es el allí donde nació Zeus y donde Dédalo construyó el laberinto del Minotauro.
Las islas Sarónicas (Golfo Sarónico)
De Atenas a Hydra, el Golfo Sarónico está salpicado de lugares arqueológicos, de puertos y pueblos típicos. Es allí donde se encuentra este lugar que cuenta con hermosos paisajes marinos, altas montañas que se despliegan hacia el mar y costas de bajo relieve cubiertas de árboles.
Una mezcla de costumbres, arquitectura, amabilidad, artes y cultura, todas inmersas en un paisaje único entre sus islas y el océano, siendo Hydra la isla más importante y a su vez el lugar predilecto para los artistas, intelectuales y muchos famosos que no dudan que este lugar puede seducir y al mismo tiempo arrancar una sorpresa por la belleza de sus costas. Además tiene un ambiente cosmopolita, abierto y con eventos culturales y nocturnos. Debido a que está prohibido el tránsito de autos, las excursiones se tienen que hacer a pie, en burro o en taxis acuáticos. Las islas sarónicas tienen buena conexión de ferris y es fácil llegar ya sea desde el puerto de Atenas, el Pireo o desde el Peloponeso.
Islas Espóradas y la isla de Eubea
Al norte de Eubea están las excepcionales islas Espóradas, Skiathos, Skópelos, Alónisos y Skiros, que tienen sorprendentes contrastes entre las verdes y fértiles islas y su clima templado. Lejos de los circuitos turísticos, estos lugares ofrecen aguas cálidas y cristalinas, así como playas de fina y blanca arena bordeadas por pinares y bosques de eucaliptos.
Skiathos es abundante en vegetación; cuenta con abundantes bosques de pino, pero también tiene numerosas playas. Banana, por ejemplo, es playa nudista, pero de todas la más espectacular es Lalaria por el contraste entre el azul intenso del agua y el blanco radiante de las rocas. Skópelos, por otra parte, fue “fundada” por Estafilo, hijo del dios del vino Dyonisos y de la princesa Ariadna de Creta. Está cubierta de olivos, árboles frutales, pinos, carrascos y encinas. Uno de sus platillos más populares es el Astakos Giouvetsi, que es langosta con pasta de orzo.
Eubea, por otra parte, es la segunda isla más grande del Egeo después de Creta y la tercera del Mediterráneo Oriental. Una de sus principales atracciones son las “casas de dragones”, cuyo nombre proviene de la tradición local de nombrar a los creadores de estas construcciones, los cuales, debido al gran tamaño de los bloques de piedra, debieron haber tenido poderes sobre humanos para construir 20 grandes edificios repartidos por el sur de la isla.
También está la capital de Eubea, Calcis (Chalkis), que fue nombrada por primera vez en La Iliada y además es conocida porque allí vivió Aristóteles en su último año de vida.
Islas Egeas del Norte
Esta agrupación de islas están situadas al norte del mar Egeo frente a la costa de Turquía. Es un lugar especial donde el turismo masivo todavía no ha llegado y por lo tanto mantienen tradición, belleza y autenticidad. Este archipiélago está formado por islas como Ikaria, Lesbos, Limnos, Samos y Chios.
Según La Iliada en Samos, Poseidón contemplaba las batallas de la guerra de Troya, mientras que en Lemnos vivió Hefestos cuando fue expulsado del Olimpo. Lesbos, por otra parte, es la isla más grande de este grupo y de allí proviene la poetisa Safo y el poeta Alceo, pero además todos los años se celebra en mayo un festival poético. También está Ikaria, una pequeña isla montañosa de la que proviene el mito del primer intento que hizo el nombre por volar o bien, el mito de Ícaro, el hijo de Dédalo.
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