Tomar fotografías para guardarlas en nuestro smartphone o compartirlas en nuestras redes sociales se ha vuelto una parte esencial de cada día para una gran mayoría, sobre todo de los viajes. ¿Imaginas un viaje en el que no puedas tomar fotos?
La Rue Crémieux en París desea prohibir tomar fotografías en la vía pública, sobre todo a los turistas que inoportunan con sus interrupciones e imprudencias.
Un grupo de vecinos, cansado de que los instagrammers e influencers –nacionales o extranjeros– interrumpan la vida cotidiana y el flujo normal en las calles, desean que se prohíba la captura de fotos en la calle de Crémieux ubicada en París.
«Se ha convertido en un infierno», menciona el vicepresidente de la asociación de vecinos de La Rue Crémieux, una de las calles más coloridas de París que se ha vuelto en un referente para los viajeros. «Los residentes tenemos que soportar conversaciones en voz alta, música a todo volumen, sesiones de fotos y todo tipo de molestias».
La asociación de vecinos, hartos del ruido y el poco respeto que muestran los visitantes, solicitan al Ayuntamiento de París que incluso cierren el acceso, al menos, durante las noche y los fines de semana.
Los últimos años, las personas tienen una gran afición por fotografiar todo lo que apenas ven. Toman fotografías en las atracciones, monumentos y recintos culturales de los destinos, preferentemente a modo selfie, y pocas veces se paran a apreciar realmente lo que tienen enfrente.
Cruzar todo un continente para lograr capturar una imagen para compartirla en una red social, quizá no valga tanto lo pena, y justamente los vecinos de Rue Crémieux reclaman este tipo de conducta.
La Rue Crémieux es una calle muy famosa y atractiva para los turistas debido a sus viviendas coloridas y floreadas. Sus ventanas y puertas son únicas y quizá más de un parisino intentando salir de casa se ha topado con una persona posando en su entrada.
Por supuesto que todos tienen el derecho de compartir en sus redes todo lo que deseen, y también todos poseen la libertad de seguir o dejar de seguir las cuentas que quieran.
Aunque esta prohibición aún no entra en vigor, perturbar la vida en un vecindario tal vez no sea parte de los derechos implícitos que una persona, instagrammer o influencer posea.
«Durante la semana es soportable porque son solo turistas y no son demasiado perturbadores. Pero durante el fin de semana, hay 200 personas al lado de nuestras ventanas. Estamos comiendo y la gente está fuera haciéndose fotos», cuenta el vicepresidente de vecinos.
Mientras el Ayuntamiento toma una solución al problema, la cuenta de Instagram clubcremieux documenta con fotografías y videos la manera en la que el vecindario es perturbado.
Y así como sucede en esta calle parisina, hay cientos y cientos de lugares hermosos en el mundo que apenas pueden ser disfrutados por las cantidades exageradas de turistas, sobre todo en temporadas altas. Tal vez mejor deberían de darse una vuelta en algunos de los museos que no han tenido un solo visitante en lo que va del año.
Si vives en un barrio con muchas turistas, seguramente entenderás las molestias, si eres turista, será mejor que seas respetuoso con los espacios públicos.
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