Todo lo mexicano es, sentimentalmente, excelente, aunque prácticamente sea inútil. Y todo lo extranjero, así sea prácticamente bueno, es, sentimentalmente, malo.
Carlos Fuentes
Sin rumbo ni dirección, solemos llegar desprevenidos a una ciudad de la que sólo conocemos lo superficial, lo que dicen esas guías turísticas que nos proponen el mismo cliché una y otra vez… “No te puedes perder este museo”, “por favor, visita este sitio estupendo”, “si no vas a –introduzca aquí cualquier sitio– es como si no hubieras ido”.
Entonces decidimos optar por sitios más alternativos, aquellos que pensamos que nadie conoce. Unas cuantas búsquedas en Internet nos aseguran la ruta óptima, aquel camino diferente con el que pretendemos divertirnos hasta que el peligro parece rondar demasiado cerca de nosotros. Es ahí cuando comenzamos a pensar si hubiera sido mejor no desprendernos de las líneas establecidas y divertirnos tan normalmente como el resto de los turistas.
Esto pasa sobre todo en países de grandes contrastes como México. Ese sitio en el que puede convivir un intelectual moderno de izquierda con el hombre indígena que desde lejos viene a pedir dinero para llevar un poco de comida a su familia. La ciudad en la que existe una “Plaza de las Tres Culturas” en la que basta con que mires en tres direcciones diferentes para conocer el México indígena, el colonial y el México moderno.
La mejor manera de conocer esta nación es a través de su cultura. De todo lo que nos hace ser lo que anhelamos ser pero también la huella imborrable del pasado que nos ha marcado como nación. La frase de Carlos Fuentes es entonces bastante significativa porque todo lo mexicano nos colma de orgullo, nos sentimos felices de compartirlo con los demás y el arte de nuestro país se ha convertido en uno de nuestros estandartes principales en el resto del mundo.
Probablemente muchos vengan a México por sus playas, el tequila, los mariachis y la comida, pero si quieres disfrutar de la cultura y el arte, la Ciudad de México es el lugar indicado para comenzar tu recorrido. Ciudad de chinampas y lagos, ahora es también la ciudad de los museos, convirtiéndose en la segunda ciudad con más de estos recintos en el mundo, sólo por debajo de Londres.
Disfruta la Ciudad de México con un recorrido por los puntos artísticos más importantes. No será fácil realizar una visita por todos los puntos artísticos, pero te damos siete rutas que puedes conectar hasta haber caminado por los mejores lugares para disfrutar del arte mexicano.
7. Polanco
La zona de Polanco, caracterizada por su alto nivel socioeconómico, se ha convertido también en un sitio que alberga algunos de los lugares más importantes para el arte contemporáneo y moderno. Con construcciones como el Museo Soumaya, el Museo Jumex o la Sala de Arte Siqueiros, debes estar preparado para ver obras de arte conceptual y contemporáneo. Si tienes tiempo, puedes escapar al Acuario Inbursa y disfrutar de uno de los más importantes recintos para la vida marina en la ciudad.
6. Chapultepec
Chapultepec está plagado de historia. Entre la inmensidad del bosque, se encuentran algunos de los museos más importantes de la ciudad, tanto de la vida contemporánea como de la historia y las tradiciones de nuestro país. Puedes comenzar en el Museo de Arte Moderno, mismo que se encuentra bastante cerca de la entrada, y después recorrer los otros puntos artísticos como el Museo de Antropología, el Museo Tamayo, Casa del Lago, el Museo del Caracol y por supuesto, el Castillo de Chapultepec. Si estás cerca de Constituyentes, puedes acercarte a la Casa-Estudio Luis Barragán y disfrutar de la hermosa arquitectura que diseñó el más reconocido de todos los arquitectos nacionales.
5. Revolución
En este punto puedes disfrutar de uno de los paisajes más impresionantes de la ciudad en el mirador del Monumento de la Revolución. Esta edificación también se convirtió en el recinto donde yacen los restos de los héroes de la Revolución como Madero, Cárdenas, Carranza y Villa. En el sótano podrás disfrutar de un pequeño museo en el que se cuenta la historia de México, desde 1867 hasta 1917, el año en el que se firmó la Constitución. Además, muy cerca de este lugar se encuentra el Museo de San Carlos, en el que obras de arte europeo del siglo XIV hasta el siglo XX, pueden ser vistas. Este museo alberga una de las colecciones más importantes de Latinoamérica.
4. Alameda Central
Uno de los sitios con más efervescencia cultural. Con museos y edificaciones dignas de la principal urbe mexicana, en los alrededores de la Alameda Central podrás encontrar el museo Franz Mayer y a su lado la iglesia de la Santa Veracruz, una de las más antiguas en toda Latinoamérica. También podrás visitar el Hemiciclo a Juárez, el MUNAL, la Torre Latinoamericana o el Palacio de Correos. Si lo tuyo es la fiesta, el museo del Tequila en la plaza de Garibaldi también es una gran opción. Ya que estás por esos rumbos, un poco más al norte se encuentra la contraparte del Templo Mayor: Tlatelolco, entre las ruinas de una civilización extinta, es un gran sitio para conocer la historia de México. Su plaza principal, como lo habíamos descrito en la introducción, reúne tres grandes momentos en la historia de México: prehispánico, colonial y moderno.
3. Centro
El Centro Histórico es el punto más álgido de cultura en la ciudad. Con la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional y decenas de museos a su alrededor, es un sitio ideal para no parar. Si quieres recorrer sitios sin el ajetreo turístico de todos los días, puedes asistir a la Casa de la Primera Imprenta, el Museo Nacional de las Culturas o el José Luis Cuevas; si por el contrario, estás dispuesto a toparte con turistas ansiosos, el Templo Mayor, el Antiguo Colegio de San Ildefonso o El Estanquillo también son grandes opciones.
2. Coyoacán
Diego, Frida, Guati, Trotsky y hasta la Malinche vivieron en Coyoacán y sus alrededores. Sus calles se engalanan con casas azules, pirámides hechas en la era moderna, edificios antiguos en lugar del campamento de Cortés y hasta casas llenas de balazos y hoyos de un tiroteo que no mató a Trotsky. El presente de Coyoacán es uno mucho más bohemio, pero nunca olvidaremos las historias de Frida yendo al mercado de los alrededores o de Diego construyendo una pirámide para resguardar sus tesoros. También puedes ir al Museo de las Culturas Populares o arriesgarte más y caminar a la Fonoteca Nacional o a la Cineteca Nacional.
[Conoce más sobre la historia de Diego Rivera y Frida Kahlo aquí]
1. Insurgentes Sur
Al sur de la avenida más grande de Latinoamérica, se encuentran grandes centros artísticos y culturales. Puedes empezar con el Poliforum Siqueiros y sus murales interiores y exteriores. Si continúas más al sur, el barrio de Chimalistac es ideal para recordar la primera cinta mexicana “Santa” y ver la casa de Federico Gamboa. Si prefieres descubrir lo que hay San Ángel, tienes que ir a la iglesia museo Del Carmen, para ver a las momias y pasar por las catacumbas, asistir al Museo Carrillo Gil o la Casa-Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, diseñada por Juan O’Gorman. Si sigues tu recorrido por Insurgentes llegarás a Ciudad Universitaria, con edificaciones culturales impresionantes. Destacan los murales de Rectoría, la Biblioteca Central, el Museo de Arte Contemporáneo y el espacio escultórico.
–
La historia del arte en México probablemente nació con los indígenas, pero aún no termina. A lo largo de todo este tiempo han existido datos curiosos que no todos conocen, pero que un verdadero conocedor sabría a fondo. Para todos ellos están estas “26 preguntas que todo conocedor de México y su arte debería poder responder”. También deberías ver: “Escándalos de artistas mexicanos que cambiaron el rumbo de la cultura”.