Visitar Europa es uno de los sueños de miles de personas que desean conocer hermosas ciudades y edificios que son símbolos de la grandeza a la que ha llegado el ser humano. La Torre Eiffel, el Palacio de Buckingham, el Coliseo Romano, la Puerta de Brandeburgo, la Plaza Roja y un muy largo etcétera; todas son estructuras históricas que a cualquier persona le gustaría visitar.
Cuando las Antillas eran una colonia francesa, las personas vivían obsesionadas con visitar a la metrópolis y cultivarse con todos los grandes pensadores y teorías francesas. Frantz Fanon, un escritor de estas islas, criticó duramente a sus contemporáneos por esta admiración, aseguraba que a partir de esta obsesión negaban su pasado y exaltaban la ideología que los había dominado. Para cambiar estas situación, cada nación que fuera parte del colonialismo debía crear su propia identidad.
Las Antillas son un grupo menor de islas que se encuentran en el mar Caribe, en esa región imaginamos playas paradisíacas con aguas de tonalidades turquesas, finas arenas blancas y con muy pocas construcciones. Uno de los mayores orgullos por los que podía pugnar Fanon era por la belleza de las costas de su nación, pero su grito hubiera tenido que ser mucho más fuerte si hubiera conocido las siguientes playas europeas que rivalizan con sus contrapartes caribeñas.
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Anamur-Iskele, Turquía
Las playas turcas son sumamente populares entre los turistas europeos, pero en esta isla te podrás alejar de los problemas que te rodean. La playa mide diez kilómetros en total y se ve coronada por un castillo medieval y una ciudad romana. En ninguna parte hay grandes hoteles de cadenas internacionales y hay pocos medios de comunicación, lo que hace que sea muy poco visitada por extranjeros. Durante el verano es uno de los lugares favoritos de los ciudadanos de Ankara para vacacionar. El lugar ideal si buscas experimentar las costumbres de una cultura completamente diferente a la nuestra.
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Comporta, Portugal
A tan sólo noventa minutos de Lisboa se encuentra un paraíso sin igual, la arena blanca se extiende a lo largo de la inmensa cosa de Compota. Por mucho tiempo este era el secreto mejor guardado de la princesa Carolina de Hannover, que pasaba el verano en estas villas. En la playa de Compota podrás conocer el mar de color turquesa que se levanta por encima de las arenas desiertas blanqueadas por el sol. Puedes nadar en estas increíbles aguas o si lo prefieres, montar a caballo sobre las dunas a través de los campos de arroz color esmeralda.
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Islas Cíes, España
Conocido entre los lugareños como “el Caribe gallego” gracias a sus playas de blanca arena, Cíes es un archipiélago que consta de tres islas en Galicia, el noreste de España. Desde 2002, estas islas forman parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, lo que significa que la tierra y mar circundante están debidamente protegidos. Esta cuestión aleja a buena parte del turismo debida que no hay hoteles y la única forma de visitar sus increíbles playas es acampando.
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Koufonisia, Grecia
El lugar preferido de los atenienses en busca de una playa sin pretensiones y a un precio razonable. Escondida entre Naxos y Amorgos, Koufonisia se compone de dos islotes que están separados por un canal de mar. No hay grandes poblaciones en el lugar y la única comunidad que existe tiene alrededor de 366 habitantes. La playa de Pori es el escenario ideal debido a su arena blanca y sus aguas color turquesa, un lugar remoto que jamás olvidarás.
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Mljet, Croacia
Un refugio verde alejado de las aglomeraciones, esta isla ofrece densos pinos y dos lagos de agua salada interconectados. Se encuentra dentro del Parque Nacional Mljet, los lagos de color esmeralda son perfectos y normalmente sus aguas están uno o dos grados más calientes que el mar abierto. En la zona se pueden alquilar kayaks o bicicletas y recorrer el perímetro de diez kilómetros alrededor del Gran Lago. El explorador francés Jacques Cousteau fue aficionado de esta isla, particularmente de sus cuevas submarinas y restos de naufragios, que actualmente pueden explorarse en clubs de buceo locales.
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Palagruza, Croacia
Surgiendo desde la profundidad del mar Adriático, la remota isla de Palagruza se encuentra a medio camino entre Croacia e Italia. El faro, que data de 1875, ofrece una magnífica vista del paisaje marino, así como de las impresionantes laderas áridas de la isla. Desde tiempos inmemoriales, cientos de navegantes se sintieron atraídos por su glorioso aislamiento. Prueba de ello son los fragmentos de cerámica encontrados por los arqueólogos, que datan de los siglos VI al II a. C., actualmente se encuentra deshabitada y ofrece aguas poco profundas de color azul turquesa que no encontrarás en ningún lugar.
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Paleochora, Grecia
Ubicada en la costa sur de Creta, Paleochora es un tranquilo pueblo costero popular entre los griegos que buscan un descanso de sus vidas ajetreadas. Absolutamente todos los establecimientos son locales y familiares. Pachia Ammos es la playa principal y tiene una zona natural en el otro extremo, cuestión que le da una exclusividad única. Si deseas ir más allá de la playa, salen barcos de Agia Roumeli y Sougia, o pueden realizar una excursión al desfiladero rocoso de la localidad de Anydri, que se encuentra a cuatro kilómetros.
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San Pantaleo, Cerdeña
Cerdeña es una región autónoma con estatuto especial de la República italiana y después de experimentar sus playas, no tendrás la menor duda del porqué de su estado especial. La costa Esmeralda de esta isla se caracteriza por su variedad, ahí puedes encontrar grandes hoteles de cinco estrellas con todas las comodidades, pero al mismo tiempo podrás tener acceso a playas remotas con instalaciones mínimas. Puedes tener la mejor experiencia hospedándote tierra adentro, en la montaña de San Pantaleo, por ejemplo, y de ahí dirigirte a las numerosas costas de la isla. Así tendrás una experiencia calmada sin el bullicio de las ciudades y de las hordas de turistas.
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Notre Dame, Isla de Porquerolles, Francia
Esta isla es de los pocos puertos franceses que todavía no están tan desarrollados y tiene poca abundancia de autos. La economía de Porquerolles está basa en la vid y el olivo, lo que crea hermosos paisajes protagonizados por matorrales y bosques, al sur se encuentran acantilados y sus famosas playas de arena fina. Estas costas se encuentran alejadas de la población, por lo que no hay comercio, sólo encontrarás aguas tan claras que te dejarán ver tus pies cuando te sumerjas en ellas.
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Viveiro, España
La mayor parte de las playas españolas están en la costa norte y esta pequeña localidad puede ser la base para conocer todas. Muchas de ellas se encuentran a menos de una hora en auto, aspecto que la hace ideal para visitar con la familia o amigos en los días de verano. Muchas de las costas son completamente vírgenes y tan sólo hay dos hoteles, un par de docenas de casas y un hostal, así que la mejor idea es reservar tu lugar con antelación.
Ante la belleza de estos lugares, no es de extrañarse que haya un debate entre Europa y América Latina para conocer quién tiene las mejores playas.
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