Existe una diferencia considerable entre ser viajero y ser turista. Ese individuo que anda con réflex al cuello, selfie stick, bermudas y camisas hawaianas sin importar el clima sólo porque está de vacaciones, es la antítesis de quien se adapta al destino que viaja y decide tomar partido por una experiencia real sin lujos, ni cargar consigo la etiqueta de turista.
Existe un mar de diferencia entre ambos y juzgar el tipo de aventura de uno u otro no es posible mediante criterios objetivos. No obstante, el turismo como actividad humana ha sufrido transformaciones y hoy se enfrenta a una búsqueda incesante de experiencias más gratificantes, originales y sobre todo, auténticas. ¿Cuáles son las razones que hacen a los latinoamericanos los peores viajeros y los convierten en grandes turistas? Descúbrelas en este listado:
No están abiertos a destinos alternativos
La mayoría de los turistas latinoamericanos basan sus búsquedas en Internet en sólo 3 destinos y están muy poco abiertos a disfrutar de sitios que no son vacacionales por excelencia. Las ciudades más buscadas en esta región del mundo son Madrid, Cancún y Nueva York. Salvo otros destinos del Caribe, la lista suele variar poco a lo largo del año. Aún cuando encuentran grandes ofertas para comprar vuelos a sitios como Tailandia, Australia o China, el grueso de los latinoamericanos elige indudablemente entre las primeras opciones.
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Tienen pocos días de vacaciones
Los días no laborales y de vacaciones en los países latinoamericanos son considerablemente menos que en el resto del mundo. Este factor provoca que en promedio, los viajeros de esta región del planeta únicamente descubran un destino nacional anualmente y uno internacional cada cuatro años. Para ellos, son más comunes las escapadas de 3 o 4 días que un viaje de más de una semana.
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Eligen alojamientos caros y monótonos
Tal vez el factor anterior propicia que una de las principales preocupaciones de los latinoamericanos durante sus viajes, sea el hospedaje. A diferencia de viajeros de otras partes del mundo (que pueden disponer de semanas e incluso meses para trazar una aventura y eligen hostales, B&B y otros alojamientos pensados únicamente para dormir), los turistas provenientes de América Latina se esfuerzan en encontrar hoteles con experiencias completas, la mayoría de cuatro estrellas y con all inclusive.
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Prefieren los tours que explorar por ellos mismos
Una gran parte de los latinoamericanos se sienten inseguros de recorrer un destino nunca antes visitado por sí mismos, especialmente si se trata de una ciudad. Este motivo orilla al turismo a comprar paquetes de tours o autobuses Hope on-Hope off para recorrer los principales destinos, una experiencia que de nueva cuenta se acerca más al turismo convencional que al formato de viajeros.
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Evitan las experiencias más auténticas
Los dos puntos anteriores guían irremediablemente hacia esta conclusión. En Latinoamérica, el concepto de turista prevalece por encima del viajero. La diferencia esencial entre ambos es que mientras el primero trata de viajar con todas las comodidades, invierte en un hotel y prefiere disfrutar de un resort con todo incluido, el segundo busca una experiencia auténtica que incluye alejarse de los hoteles, comer donde lo hacen los lugareños y estar en contacto con el pulso real de su destino, como una persona más de los locales.
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Eligen los viajes de compras
Los viajes de compras son uno de los principales motivos para salir del país en América Latina. Ir a ciudades donde, suponen, pueden encontrar un precio más bajo por los artículos que necesitan es una razón permanente para tomar viajes cortos y dirigidos hacia destinos como Texas o California, especialmente desde México y Brasil. A pesar de que este tipo de turismo provee derrama económica en los países receptores, se trata de una actividad que desplaza el ocio, la relajación y las experiencias por actividades en centros comerciales.
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Aumenta tu lista de los sitios que debes conocer y evita caer en el error de muchos turistas luego de apuntar “Los 100 lugares más visitados en el mundo que debes conocer antes de los 30”. Atrévete a romper con esa idealización que impide que descubras todo lo que el globo tiene para ofrecer luego de descubrir “El lado oscuro de las atracciones turísticas más famosas del mundo”.